Ha llegado, vía Elecciones libres, a la próxima
Presidencia de los EE.UU., la nación más rica, poderosa, influyente y mixta del
mundo, el señor Donald Trump, un hombre y líder nato, afortunado, raro,
inteligente, listo, controversial, impredecible o uraniano, excesivo, apasionado,
marcial, abrasivo, violento y revolucionario. Su victoria, tan inesperada como insólita,
le dio al partido Republicano el control total del Congreso. ¡Cuánto más habrá! Hace
seis meses aproximadamente predije que podría llegar a ser Presidente pero
después de hacer su horóscopo lo engaveté, puse de lado, y unas semanas antes
de ser declarado vencedor en unas muy reñidas campañas electorales cambié de
opinión por su manera de ser ante las cámaras y me decanté por Hillary Clinton,
que tampoco es muy santa que digamos y no me convencía del todo. Después de los
resultados electorales volví a encontrar mi vieja predicción y vi porqué su
destino, hado y sino, me habían llamado la atención hace muchos años. En líneas
generales, me impresionan los seres que se destacan del montón y dejan una
buena huella. Eso hace un sol humano y más todavía uno inmortal.
En los albores de la década de los '70 del
siglo XX me fijé en Donald Trump y quería conocerlo personalmente. No sé si
podrá ser. Ahora bien lo que interesa en este trabajo es que él, como la
mayoría de las personas que llegan a ser poderosas en cualquier esfera, deben
tratar de no excederse porque a mi entender cualquier exceso (o arrollamiento, como
en el ámbito político, económico, financiero, religioso, deportivo o cultural) es
peligrosísimo, hasta cansón, fastidioso, patológico, y termina convirtiéndonos
en esclavos, sometidos, arrinconados, jamás en seres libres, creativos y
productores, porque el exceso no admite rivales, debilidades y complacencias.
Es egotista, egomaníaco o egocéntrico y despectivo, y Trump tiene a Leo en el
Ascendente sideral en conjunción con la eclíptica estrella Régulo. En este caso
en particular, Algol en el Medio Cielo natal y Marte en el ASC natal, cuadrando el
MC y el AMC, dan un pronóstico reservado, incierto, inseguro. Además, Ketu, el Nodo
Sur del Dragón, se junta con una Luna en Escorpio, marciana, violenta, luchadora.
Entonces,¡ojo!
Tanto el poder como la riqueza, si se torna en
una obsesión desmesurada y falta de escrúpulos, o sea, en una fijación
tiránica, conlleva a la aniquilación o muerte, sea física, espiritual, mental,
psíquica, porque quien se excede se estrella, choca, implosiona o explota,
pierde el control, pues va a exceso de velocidad y no frenó a tiempo. Mientras
podamos dominar nuestros instintos, sentimientos, emociones o humores podremos
sortear los extremos porque, como extremos y contrarios que son, tienen la
posibilidad de tumbar el curso y destino de nuestra barca, nave, automóvil o
carrera profesional. Si perdemos la cabeza, no sabemos cuándo pararnos y tomar
una bocanada de aire, sacar la cabeza del agua, quedarnos quietecitos. Estamos
fritos. Por consiguiente, le deseo al señor Trump el mejor
de los aciertos porque nuestro mundo es mucho menos seguro de lo que él se
imagina. Tanto él como los demás líderes del mundo a menudo se creen irreemplazables,
eternos, intocables, fijos, sellados para siempre con sus ideologías,
creencias, doctrinas, estados y religiones personales a la cruz que escogieron
por una razón u otra en un momento dado. Siempre debemos actuar con
inteligencia y prudencia, estar alerta, y en este caso Trump no es ni estúpido
ni lerdo, aunque a menudo actúe con brutalidad, sin tino, tacto y cordura. Por
consiguiente, ahora que será Presidente, tiene una enorme carga sobre sus
hombros, como el titán Atlas, medir muy bien sus palabras y ademanes y
limar asperezas por el bien de millones de seres en este mundo. Dios le ha
dado otra oportunidad de redimirse. Trump debería ponerle atención a la canción
Miracle of Love de Eurythmics. ¡Cambia papá!
El camino ideal es el camino del medio, el del centro
del círculo, el del centro de gravedad, el núcleo celular y el del número 1 no
arbitrario ni ciego. Allí es donde está la fuerza, el poder verdadero, hacia
donde y de donde proceden los anillos concéntricos, radiales, solares. Allí
está la madre de todas las revoluciones y órbitas. El líder que no se da cuenta
de ello termina mal y de paso pone a sufrir al pueblo, las masas, la Humanidad,
los débiles y miserables que no son pocos. Ojalá sepan esto quienes mandan en
este mundo porque han habido muchos tiranos, dictadores, demagogos y autócratas
en la Historia. Hay que ver y oir mucho, pensar antes de hablar, dominarse,
autoconocerse y, si hay que hacer énfasis en un momento dado, hacerlo con lucidez,
sapiencia, sabiduría y amor, ya que la vía política es complicada de por sí. El
líder es una luz, una estrella, en principio, y hay que asumir la fulgencia con
altura, distancia relativa y categoría, porque si no será terrible lo que
sobrevendrá y así como se sube se cae también y puede ser repentina y
violentamente. Caer es un accidente y la Ley de Accidentes es para todo el
mundo., como le sucedió a Phaetón cuando quemó sus alas.
Nadie escapa al error, nada es completamente
recto hasta el final, saber o percibir que la corriente eléctrica, el río, el
magnetismo terrestre, las fallas sísmicas, etc, siguen un curso ondulante,
sinuoso, elástico, cambiante, oscilante, que la Madre Naturaleza debe ser
nuestra guía pues Dios la construyó y formó así eones, edades atrás, es bueno y
útil amén de inteligente, y por eso yo le recomiendo a Donald Trump leerse a
Confucio y Lao Tsé, no meterse y atacar sin reflexionar a China, pues reencarnó
allá más de una vez, se crió también al lado de Atila, jefe de los hunos, y no
olvidarse de ayudar a Venezuela a salir de su masivo hueco negro. Llegar a lo
alto es importante pero siempre habrá un alto más que alcanzar, una cordillera
más que escalar, el viaje no termina nunca. Entonces, lo mejor es reir,
sonreir, bailar de vez en cuando, darle la mano a los niños y las niñas, acordarse
de los demás y de lo que nos circunda, sean animales o piedras y plantas, excusarse
también, así como se va al excusado a descargar excrementos y orines. El
sendero de la moderación y del placer y el gozo no son opuestos extremos, eso
mismo nos enseña Dios de mil y una formas, seguirá haciéndolo vez tras vez
cuando nos indica que tras un domingo feriado y primer día de la semana, según
la tradición esotérica milenaria, viene el lunes, que filtra y hace un recuento
más apegado y familiar de nuestras circunstancias diarias y cotidianas. Mandar es importante pero más importante es
mandarse a sí mismo y dar buenos ejemplos. Si no, el mando conlleva a la
locura y el desastre, quizás al juicio y la mazmorra. ¡Ojo, pues!
Caracas, 11 de noviembre de 2016