Le
Tre Grazie. Rafael
Sanzio (1504-1505).
Educación no es tanto información como
procedimientos, protocolos, costumbres y modos de ser y de operación social que generalmente proceden de épocas o etapas
previas históricamente hablando a la que uno una está viviendo porque educación
no es otra cosa que herencia, linaje, transmisión, memoria. Una persona para
ser educada o bien educada necesita
que se le enseñen ciertas reglas o leyes formales que ya han sido practicadas anteriormente
(inventadas o reinventadas súbitamente por inspiración). Esta enseñanza es más
efectiva cuando la persona está en la infancia y en la juventud porque entonces
es más flexible, su ser o alma está más fresca y esponjosa o más alejado un
cierto dolor y sufrimiento, tanto su espíritu como su mente están menos
congestionados, contaminados, viciados, obnubilados, y por tanto aprende más
rápidamente lo crucial. Es más susceptible que le caigan en su sedimento
espiritual y mental buenas semillas e instintos que podrían germinar y
fructificar eventualmente, pero sólo si la persona se esfuerza y persevera
disciplinada y metódicamente, porque todo en la vida es práctica, experiencia,
tesón, abocación y dedicación. Por otra parte, la educación, sobre todo la buena, es algo que no cesa nunca en el
mejor de los casos a menos que la persona se cierre, se ciegue, su orgullo y
vanidad le impidan corregirse, mejorar, ablandar sus fijezas psicológicas,
flexibilizarse y pulir su piedra bruta, como dicen masones y rosacruces. Pues
hay que entender y aceptar con humildad que todos y todas nacemos un poco
desviados y torcidos: nos rodean virus, parásitos, bacterias, un cúmulo de
microorganismos patógenos presentes en el aire y el agua que absorbemos y esto
no es sólo una particularidad local sino intrínsicamente espacial, cósmica, que
cada ser debe enfrentar y tiene que lidiar y sobrellevar en lo posible. La
lucha no solamente por la existencia sino por la trascendencia es inevitable.
Eso es lo que nos ilustra el cuadro de Rafael de Las Tres Gracias: para comer la manzana de la concordia y no de la
discordia hay que despertar, interactivarse, interpenetrarse, intercomunicarse,
el Universo es la suma de las partes en armonía, sabiduría, belleza,
concentración, buen gusto y fuerza.
Para que una sociedad sea educada ha debido
o debe ser instruida por consiguiente por personas más capacitadas que uno o
una en alguna ciencia y arte por lo menos, a través de mayores jerárquicamente
hablando más evolucionados, instruidos y cultivados que el rango mediano, común
y corriente. A nivel general la importancia de la instrucción es vital, clave,
fundamental, porque sin ella no hay evolución ni historia. Instrucción es
conocimiento primero que nada, también información y memoria colectiva. Significa
que lo que se vaya a impartir servirá para que la persona progrese, deje de
estar bloqueada por traumas, frustraciones, enemistades, obstáculos, equis, a
nivel mental e intelectual, moral, físico, biológico, incluso genético y sexual
y esté en capacidad de aprender, quiera hacerlo, saber algo nuevo, ignoto, al
que no ha sido aún expuesto o expuesta. Y esto es primordial para que tengamos
una idea circular, espiraloide, gradual, progresiva, fílmica, musical, elemental,
de la vida y el universo. Al ser instruidos e instruidas debidamente, es decir,
práctica y filosóficamente, tendemos a ser más abiertos y comprensivos, tener
más recursos y posibilidades. y vemos que las limitaciones, fronteras, linderos
inexorables nos los fabricamos a menudo nosotros mismos porque tendemos a ver
muros alrededor de nosotros que suponemos no pueden y jamás serán sobrepasados
o anulados, reciclados y transformados por nosotros y nosotras. Este modo malo,
debilitador, de pensar y sentir es parte del mundo de la ilusión y el
autoengaño, tan nefasto como perturbador, derrotador y peligroso. porque nos
convertimos en suicidas, psicóticos, enfermos, seres nulos, poco creativos, cuando debiéramos ser todo lo
contrario: saber con fe y certeza que siempre hay una salida, una alternativa.
La Naturaleza siempre da opciones, nos lo demuestra invariablemente; pero los
humanos tendemos a dormirnos y dejamos escapar auxilios y oportunidades por una
razón u otra. Nadie está exento de pérdidas, escapes de energía y luchas.
Finalmente, Cultura es sabiduría, maestría,
gobierno de cuanto se nos dio cuando comenzamos a ser educados en casa y la
escuela o bien educados mejor todavía por la envolvente Madre Naturaleza cuando
nos dieron ciertas claves y señales que nos ayudarían en un momento dado para
que fuéramos más felices, nos realizáramos más y mejor y nos diésemos cuenta
que debíamos o debemos aprender a ser mejores por fuera y por dentro al pisar
un templo de sabiduría (que los hay por doquier, si estamos despiertos y
despiertas, porque los sodichos templos, iglesias, santuarios, son parte del
Todo de la Vida, en su aspecto más sagrado y santo, sito en cuatro direcciones).
Cultura es en esencia cultivo, cuido, fuego, amor, continuidad, articulación,
ejercitación, dirección, representa la corona de la excelencia que viene a
través de la buena educación y la buena instrucción sobre las verdades que
nos rodean en todos los sentidos. Cultura es integridad, íntegral, cual número
entero y real, cierre del círculo urobórico, que representa nuestro paso por la
vida y esta tercera pata de la Forma microcósmica que cada quien representa forma
parte de la Gran Forma Arquetípica que corresponde a la Divinidad-Una y
simboliza el aspecto más importante, la Llama del esquema acerca de las Tres
Gracias porque Cultura representa cadena, enlace, éter, asimismo. Una labor de más
de un día, mes, año, siglo, milenio, millón de años y existencias. Requiere alquimia,
tiempo, dominarnos más, conceptualizar y dirigir bien una virtud, un conocimiento, una receta de protocolos y
procedimientos que nos pusieron por delante por una razón u otra, y a veces nos
cuesta entender y aceptar a nivel local, sectorial e interdimensionalmente.
Educación, Instrucción, Cultura, deben ir
parejas o sincronizarse lo más posible, sus velocidades deben tomarse en cuenta
progresiva y lúcidamente. Los seres más geniales, iluminados y adelantados, transitan
estas Grandes Vías y las combinan intensamente lo más posible porque, como ya
expliqué, se complementan, una necesita de la otra, son tres las Gracias que grandes
civilizaciones se esforzaron en honrar con más o menos éxito. Educación es por
donde todo comienza porque el elemento agua y el elemento aire, a través de la
Luna, Venus y Mercurio, lo simbolizan principalmente. Instrucción lo representa
el elemento tierra, por medio de Saturno, Júpiter, Marte y Sol, porque es
cuando el agricultor, metalmecánico, ingeniero, arquitecto, astrofísico, brujo
o astrólogo, profesor y médico, etc, emanados de la sociedad, nos enseñan los
rudimentos que nos ayudan a madurar, ser conocedores de la materia y actuar
como profesionales del vivir, disfrutar, formular, producir y reproducir.
Finalmente, Cultura, por medio de Urano, Neptuno, Plutón, Baco-Transplutón,
Nibiru, los 2 Nodos Lunares e innumerables Estrellas Fijas nos demuestran que
al tener en mano las llaves, libros, manuales, códices, códigos, números, tonos,
aromas y colores necesarios y esenciales, podemos avanzar y sellar lo que
hayamos recibido e implementar, usar debidamente, comunicar, compartir y llevar
a cabo con los demás el Trabajo cósmico, por más o menos importante o simbólico
que sean, cuanto nos depara el Destino. Nada ni nadie está solo, en una isla en
medio del cosmos. El deber de toda persona es ser parte de un todo, de la mejor
manera posible, en armonía, dicha, alegría y fuerza. La sabiduría es poder y
conocimiento. Consiste, entre otras cosas, en fluir dulce y suavemente, con las
corrientes que mecen a los astros y sus individualidades, cual pez en el agua,
sin perder la calma, sin histerias y pánico.
Todo lo señalado y expuesto acá no es
extenso. Resumo con unas cuantas frases, ideas, términos, montañas de archivos,
documentos, estudios, compendios y experiencias de muchas horas de Sabios
Mayores sumados a ejemplos y descripciones de áreas magnéticamente
privilegiadas, monumentos, santuarios y reliquias en muchas edades y eras en
diversas partes del planeta y otras esferas celestes. El objetivo de la vida es
alcanzar la Maestría o un cierto aspecto de la Maestría General porque alcanzar
la Totalidad es vanidad, desmesurado orgullo, patraña, estancarse y caer en la
ridiculez. Las existencias y los diversos aspectos de la Generación y la
Reproducción son canales, facilidades, herramientas, útiles, que nos
proporciona Dios para conocerlo más y mejor siendo Dios una Infinitud o
Infinidad de átomos y fotones, una Abstracción y Concreción a la vez de cuanto
representa el Ser Superior, Todopoderoso, Omniabarcante, Omnisciente. Si así es
cómo se bate el cobre, a través de la cooperación entre elementales, humanos y
divinidades se puede conversar, tener por delante a Dios y regocijarnos al
estar en sintonía, en línea con Él-Ella, unidos y solidarios unos con otros a
nuestro nivel y con Dios de donde todo procede y adonde todo va. La fase cultural
o Fase Corazón nos proporciona este alumbramiento, entendimiento y comunión intensa
que nos lleva a la Tierra de Gracia a sentarnos a la derecha del Gran
Creador-Creadora y abrazarnos fraternalmente. No es solo anecdótico o simbólico
cuanto describo sino que forma parte de una realidad trascendental,
polifacética, multidimensional. El gran Rafael encontró una imagen apropiada,
ideal, para describirla y detallarla. La Trinidad es un hermoso fractal que se
desdobla y deja ver su aspecto caleidoscópico. No la inventaron los cristianos,
hace parte de una ecuación, teoría, teorema, hallazgo ideocientífico y
artístico ancestral; por tanto es espiritual, ético, un ejemplo de vida
profunda a todos los niveles. Considerando que la maldad no es ni infinita ni
todopoderosa para combatirla, ponerla a raya, los Iluminados y las Iluminadas
al servicio del Bien y la Justicia Universal han ido proyectando la imagen
trinitaria durante eones. La manzana no se escogió al azar, por trivialidad o
bobería. Podría haber sido un higo, una piña, un dátil, otra fruta sagrada, phiana,
muy popular, amén de erótica. La fruta es el zinc-carbono de la pila eléctrica
que integramos.