ARBOLUX
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Arbolux de Venezuela
ARBOLUX
DE VENEZUELA
ARCOIRIS DE VENEZUELA
A cada momento la
Vida nos regala momentos y sensaciones de extensa, intensa y profunda eternidad
donde podemos desplazarnos y pasar a otras realidades que forman parte de la Realidad
donde estamos en este momento particular y privilegiado. Todas estas realidades
se miran, se interactivan e interpenetran y es por medio del Arte que se pueden
merger en una sola y alcanzar una gran felicidad y mucho juicio. Ese es tu
regalo que te dispensa la Providencia si le pones atención y no la descartas
por una vana cuestión de orgullo o soberbia y fatuidad o porque no crees en su
innata generosidad, cultura, amor y paciencia para contigo, a veces tan infiel
y prepotente. Dialoga porque si no te verás ensartado en un huego negro
supermasivo que construirás desde tu pequeñez, discordia, antipatía y falta de
objetivos, porque no te fijaste que Dios Padre y Dios Madre del Universo están
perennemente pendientes de ti y de tus movimientos oscilantes, a veces graciosos,
otras veces erráticos, discontinuos, equivocados e ilógicos. Fúndete pues con
la Energía de Dios, si logras dejar de lado tus incongruencias, tus dudas e
incredulidades.
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Mira aquello que
tienes por delante: el Árbol de Luz, Vida,
Conocimiento y Juicio. El Árbol de la sensatez, de la nuez o piñón y la
elevación que puede reunir todas tus facetas y subirlas al cielo, al Empíreo,
de donde procede nuestra eterna esencia. Es tu salvación. No lo rechaces y
burles. Basta que le eches un poco de agua a ese Árbol para que él germine,
crezca, se eleve, sostenga con su tronco, arrope con sus ramas verdes y perfume
con su olor profundo a monte y fuerza. Busca tu Árbol de la Vida, aprende de él.
¡Todo humano debe tener un Árbol de Luz en su interior que se comunique telepáticamente
con el Gran e Indivisible Árbol de Luz Viviente de donde procedemos todos,
justos y pecadores! ¡Si lo tuviera, sabría por experiencia que gracias a él
pisará fuerte e irá lejos!
Siembra
tu poder y recogerás tu valor. Usa tu inteligencia para fructificar. No para
secarte o dañarte. Dale a tu cuerpo un alma para que tu espíritu pueda cargarte
y resaltar tus dones y talentos que son tu fundamento y suelo. Nadie da nada
gratis porque lo que tenemos se lo debemos a Dios, nuestra Alma Grande. Ergo,
da lo mejor de ti para que puedas devolverle a Dios tu peso y valor que Él te
prestó en un acto de generosidad sin igual para que tuvieras un alma al nacer. Eres
una célula del vasto Cielo sobre ti. Por ende, si te cultivas, podrás asumir tu
luz refulgente y brillar en la oscuridad. Somos hijos e hijas del Gran Espíritu
que no desea sino cuidarte y abrazarte. Vales mucho si te cuidas y esfuerzas en
ser un buen ser justo y equilibrado porque no puede haber sino sincronía y
sintonía o conversación entre ambos mundos y/o dimensiones de la Vida. La Vida
es nuestra Madre y nuestro Padre. Si velamos por ella recibiremos cosas interesantes
y buenas y en algunos casos magníficas porque lo que se retribuye con amor y
sabiduría no se puede perder ni extraviar. Agradece y haz las paces con los distintos
mundos de Dios. Nada que hagamos pasa a olvido y la Vida lo atesora y juzga
pero sin pasarnos factura a menos que hayamos cometido una falta grave en contra
de la Vida, o sea, en contra de los demás. Entonces sí procede una reprimenda. Más
vale un arrepentimiento que una verdad vivida a medias. Anda, riega tu simiente,
donde caben las dimensiones de tu ser que son muchísimas y de muy variada
especie y tenor. No dudes. Tampoco te la eches. Busca el camino del medio. No
todas las simientes se parecen, todas son únicas y auténticas si proceden del
corazón y se dan con generosidad y equidad. Sé bueno o buena para que la Vida
te devuelva tu arrojo y si salvaste otras almas no regresarás a tu celda y
serás libre, podrás consolar y animar a quienes se cayeron e malograron. Y eso
te dará puntos. Colecciona puntos y meterás un gol. No creas que vivir no sea
un juego. Hasta respirar es un ejercicio. Practicar es esencial y respirar con
ciencia es un arte, una religión que muchos y muchas ridiculizan, no le dan
cabida y suficiente importancia. ¿Te acuerdas cuando viniste al mundo y te
pusiste a respirar? Fue tu primera bocanada de aire.
Aunque
reencarnamos y entendemos el proceso se puede, si se quiere y sabe cómo hacerlo,
comprimir o condensar en una sola existencia miles de vidas vividas. Pero para
dar ese paso hay que akseptar las vidas vividas y perdonarse si hubo fallas,
faltas, omisiones y transgresiones y pedir perdón a quienes castigamos. Cada
persona puede devenir un Christos, una Madonna, si quiere. La Santa Sede está
en nuestra alma inmortal que debe servir al prójimo y a Dios Padre y Madre de
Luz del Universo. Nada reemplaza la paz, la quietud el éstasis de la fuente, el
manantial, la quebrada o la cascada que chorrea y vivifica continuamente sin
esfuerzo. Debiéramos seguir esa corriente. Un día lo haré... Para concluir, he
rendido mayormente estos juicios en la Fuente Optima (quizá la fuente
tipográfica que se empleó cuando se creó Arbolux de Venezuela C.A. en 1984, apéndice
del Grupo de Diseños Aldebarán de Takra Inc., que creé en Boulder, Colorado, en
1981, para demostrar que se puede y debe optimizar el pensamiento y las
ocurrencias cuando ponemos la mente en reposo y nos dejamos llevar por el
Superconductor Espiritual que nos inspira y enciende. Optimizar la vida es muy
importante ya que a fin de cuentas lo que cuenta es la calidad de vida tanto a
nivel material como espiritual y astral. Si en el hogar, la escuela, la
universidad y la calle o el campo nos enseñaran a creer en la excelencia, el
mundo sería una maravilla. Si a cada quien se le pidiera superarse,
superesforzarse, ir más allá de lo trillado, concebido y realizado, tendríamos por
lo menos mil millones de genios, superdotados y excelencias en todos los campos
de la vida. Hay que mejorarse a cada instante, pulirse, lustrarse, dedicarse a
embellecer y santificar su existencia. Si lo hiciéramos y no fuéramos tan
inconscientes, malucos y desordenados con nosotros mismos y con los demás,
cesarían las guerras, los conflictos, las vanas desarmonías, viviríamos en
ciudades hermosas, agradables, florecientes. Nuestros campos producirían de
todo, en abundancia. No es pedir demasiado, ¿verdad que no? Más cariño y
cabeza. ¡Más dichosos y sabrosos Huevos de Pascua! ¡Más conejos de Pascua cual
cuadros de referencia astronómicos y alegóricos! ¡Más niños y niñas felices!
El
Arcángel Gabriel anunciando el solemne juramento al pie del Árbol de Luz
Viviente. Obra del
Autor. Collage hiperrealista. 2014.
Caracas,
19 de abril de 2014
CORPORACIÓN ARBOLUX
ARBOLUX INC.
GRUPO DE EMPRESAS ARBOLUX
HOLDING ARBOLUX
GRUPO DE DISEÑOS ALDEBARAN
BANCO MINERO VENEZOLANO
