viernes, 11 de abril de 2014

Reeducando a los megalómanos y dinosaurios de la política enloquecidos por el poder y los churupos malhabidos

















Pongamos los pies en la tierra para comenzar. ¿Cómo, carajo, vamos a pasar a la Edad de Oro que se nos promete, si desde la Prehistoria miles y miles de reyes y reinas, tiranos, déspotas, demagogos, autócratas y dictadores, mandones de una cábala ideológica u otra, amén de ser engreídos, oportunistas, inescrupulosos, embusteros, con serias deficiencias intelectuales y éticas, manipuladores de oficio, bastos, vulgares, traicioneros, poco letrados y estudiosos, con poca cultura general, falsos e hipócritas de paso, que en muchísimas ocasiones hemos llevado irresponsablemente al poder y los hemos mantenido allí a como dé lugar en las altas esferas de la delincuencia basta y común, si NO se curan de sus maneras de ser tan descabelladas como nocivas y nefastas, no sólo para los demás, sino hasta con ellos mismos, sus familias, su entorno íntimo y privado, su consciencia? Por ejemplo, ¿acaso Stalin, Hitler, Mussolini, Hirohito y cientos de militares norteamericanos, ingleses, nacionalsocialistas, chinos, japoneses, ad nauseam, no mataron, lisiaron, torturaron, violaron, saquearon y diezmaron los territorios de alrededor de 100 millones de personas en la Segunda Guerra Mundial? ¿Y hoy ese apóstata de Chávez Frías no quiso armar hasta los dientes a su falsa y hueca Revolución Bolivariana, nuestra FANB, no prefirió endeudar al país con Rusia antes que sacar de la pobreza y de una escasa y deficiente educación y cultura a miles de nuestros compatriotas que hoy a duras penas se alimentan y progresan, no hipnotizó este Anticristo a buena parte del país y lo desnaturalizó? La Historia no lo juzgará tan bien como se cree ya que él es el responsable mayor de que desde 1992 Venezuela perdió el rumbo más que nunca, más que sus predecesores en Miraflores. Los gobernantes que creen que el mundo se puede salvar por las armas de guerra y el pensamiento único, sectario, hostil, inmoral, insano, irracional, está requetequivocado. Ya es hora que las masas se rebelen, protesten, por las ideologías demenciales y trasnochadas porque unos cuantos pillos y ladrones de energías abusan y desguazan las mentes de los demás. 

¿Mas, ay, cómo hacer para que la Humanidad se limpie, purifique y exorcise a todos sus demonios que frenan su paz, evolución, ser y mente? ¿Necesitamos de una Auto-Escuela a nivel general, en todos los sentidos, que sanee nuestras ideas, espíritus, cuerpos y auras? Claro que sí. Jamás entraremos a una Nueva Era de Luz, Amor y Esplendor, de Conocimiento y Superación, si no sabemos ir directo, derechito, a la Tierra Prometida de un Mundo Mejor, donde nos podamos reunir y encontrar desnudos, como vinimos al mundo, sin histerias, locuras, antifaces, disfraces, caricaturas, paredes, muros, fronteras, una barbaridad heteróclita de fronteras, alcabalas, trampas, divisiones y chicles que hemos prefabricado, nos encarcelan y rebajan interna y externamente, quitándonos lo más precioso que hay: nuestra dignidad y honorabilidad. ¿O es que aún somos bestias de carroña, deprededadores, insaciables reptiles y marabuntas? No solamente habrá que reeducar y sanear a nuestros falsos líderes y profetas, hombres como mujeres, de todas las edades, denominaciones, religiones, razas y nacionalidades, sino que habrá que curar a la Humanidad entera y coja, tan desvalida, desubicada y desequilibrada, meterle una cura de sueño que la despierte, esclarezca, sanee y libere de pesadillas, desmanes, desvaríos y cacofonías morales, espirituales y psíquicas, le cambie el motor a sus cuerpos y le coloree de nuevo las auras y los çakrās. ¿Podremos? ¿O no será mejor despachar a estos enemigos públicos del género humano al servicio de las potencias del Mal en un cohete intercontinental hacia otro sistema solar muy distinto, en otro universo, un planeta acomodado para las locuras de enajenados mentales y monstruos de la psiquis y la carne donde se reeduquen? ¿Un astro de expiación?

¿Qué hará, cómo hará el nuevo Gobierno que se instaure en Venezuela, en nuestra región, en el continente americano, en la Tierra, etc, para curar a los miles y miles de delincuentes, malandros y malandras en los retenes o sueltos por las calles, en las sedes de los gobiernos, las industrias, los edificios, los hogares, los botiquines y supermercados? ¿Habrán suficientes sacerdotes y sacerdotisas, pastores evangélicos, curas católicos, psicólogos, psiquiatras y psicoanalistas para enderezar caminos torcidos, desviaciones, confusiones, dobleces, demencias, neurosis, psicosis, patologías y traumas de todo tipo? ¿O es ya muy tarde (de nuevo, como hace 12.000 años atrás cuando se hundió la Atlántida y antes Mu)? ¿Pueden los humanos eliminar o transmutar sus instintos criminales que heredaron a lo largo de la Historia, la Prehistoria y la Protohistoria? Esa es la pregunta de las 64.000 lochas. Me la hago a menudo. Cada quien debe revisarse pues nadie escapa a esta herencia. Y entonces me pongo a pensar en las diferentes creaciones humanas sobrevenidas en los Libros Sagrados, los Mitos, las Crónicas, las Leyendas, Fábulas y Alegorías, los Códices mesopotámicos, hindúes, egipcios, precolombinos, maoríes, escandinavos, celtas, et cétera. Y pareciera que de nuevo estamos ante una pregunta muy difícil de resolver porque es muy compleja. Después de más de 15 años de régimen dictatorial, mediocomunista, monosilábico, sectario y abusivo por parte de castrochavistas, marxistas-leninistas, maduristas, prácticamente ateos e incrédulos que de verdad no creen en nada sino en las palabras y las armas de guerra, pareciera que la Humanidad no tiene remedio, no aprende, es bruta, es incapaz de ser decente, pensar bien y recto, sin desviarse de una causa común buena y sensata para su población, que prefiere destruir en vez de construir y trabajar en equipo. Por eso, los profetas se hartan y cansan, prefieren cultivar jardines y huertas que meterse a magos, curanderos, redentores, amansadores y artistas del corazón. La Humanidad es dura de oído y de corazón. Y quizás lo que quiere en el fondo, porque está desesperada y siente pavor a menudo, es que venga otra Destrucción Masiva a ver si al fin los terrícolas aprenden a vivir en paz y armonía unos con otros y cuidan su hábitat cósmico y celestial tan hermoso y fértil que la Divinidad les cedió temporalmente para su beneficio y de las demás especies con tal que lo cuiden con amor y sabiduría. ¿Lo estamos haciendo, estamos respetando nuestra parte del Pacto? Creo que no, a  decir de muchos biólogos, botánicos, zoólogos, ecólogos, conservacionistas y amantes de los recursos naturales y biosféricos. Vamos en picada, por lo menos Noruega ya tomó medidas, de ir camino a catástrofes, calamidades y hecatombes planetarias. Desde 1962, a mis 18-19 años, ya estaba muy alarmado y  preocupado ante la indiferencia progresiva por los problemas en ciernes. Hoy, en 2014, la situación ha empeorado, habrá que seguir apostando por la recuperación global. Pero Venezuela no hace suficiente, malgasta su dinero y sus oportunidades de oro. Cane mondo.

¿Cuál es mi conclusión después de ver el debate anoche durante 6 horas en cadena por la tele y la radio desde el Palacio de Miraflores? Por un lado, esperanza y contundencia; por otro lado, la Realidad cruda y sin sentimentalismos.  Los enajenados no se pueden sanar así no más. Fue un evento extraordinario el de anoche, que por fin pudimos ver y oir sin cortes, aunque hubo demasiada propaganda rojo rojita como siempre ha ocurrido en estos 15 años y pico de régimen atrabiliario castrochavista, imperialista, y ahora madurista. ¿Cambiará el país? Puede que sí. Pero los reclamos son demasiados para el Gobierno, no creo que dé marcha atrás a su programa de gobierno y estrategias, es incapaz, simplemente no puede, no tiene las herramientas y menos aún la dedicación, la intención de cambiar el rumbo. No cree de veras lo que oye de terceros, es innacesible. Parece obtuso. Es un estilo anticrístico, de la cabeza a los pies, no cree en nada bueno y tiene un doble discurso aunque lo niegue una y otra vez. Es que no muestra sus verdaderas intenciones. Se hace la víctima, esconde la mano y la piedra, y desprecia a quienes no son y piensan como ellos. Son robots de rojo que sacan las garras una y otra vez.

Sólo hay una salvación, una solución, una opción o alternativa, práctica, real, que no es ilusa ni mentirosa, sino radical, quirúrgica: la verdad es que el cáncer ha ido demasiado lejos, hay metástasis. Venezuela está grave. ¡Me fijé bien en Nicolás Maduro, lo estudié a fondo, él debe renunciar, debería hacerlo, por su bien y por el bien del país! ¡No tiene la inteligencia ni la sabiduría, el savoir-faire o know-how para llevar a cabo los cambios, está comprometido hasta la coronilla, y depurar su falsa revolución que de bolivariana tiene muy poco. ¡Él es un esclavo, no es amo de su conciencia, ser y destino, es simplemente un muñeco de trapo! ¡Bolívar se lo hubiera exigido, a él y a todo su Gabinete, por innumerables motivos, de que cese en sus funciones! Entonces, ¿renunciará Maduro? Sólo si es obligado por las mayorías, a pesar del fanatismo, el dogmatismo, el lavado de cerebro, el abuso y atropello, la sinvergüenzura, el cinismo y la desfachatez labrada durante tantos años por las huestes reaccionarias y retrógradas que se creen amos y señores de la patria y por siempre, sin chistar, apegadas a su librito rojo. No veo otra salida que no sea la de obligarlo a dimitir. Si no, el país explotará y  desaparecerá del mapa geopolítico, eso es lo que vi hace años. Lamentablemente está demasiado enquistado el mal, el carcinoma, el virus, el odio a muerte de estos señores de la guerra a ultranza que crió el rencor, la envidia, la venganza y sus complejos ancestrales (blancos, amarillos, pardos, negros, de todos los matices) que no los deja quietos. Son soviéticos, bolcheviques del trópico, incapaces de ver más allá. Es mi punto de vista y no habrán cambios de mi parte. Ni que se pongan de rodillas podrán hacer que Maduro vire su posición. Será obligado por los venezolanos y/o por los cubanos pero de que lo van a obligar de un modo u otro y le pondrán una pistola en la sien pueden esperarlo: o renuncia por las buenas o por las malas, y, si renuncia, que se despida para siempre de cuanto lo apoyó y apoya. No las tiene fáciles. Maduro no es un Maestro de Sabiduría, un arquero zen, un iniciado. Por eso mismo sé que lo van a doblegar de un modo u otro, él no va saberse manejar, le ha llegado la hora y debe partir porque la cadena de anoche lo dejó desnudo a él y a sus conciliábulos que no tienen idea qué hacer en verdad para impedir la inundación o el terremoto que se les avecina. Ni siquiera van ceder sus puestos. Los venció el efecto sorpresa, el relámpago del catatumbo, cayeron en su propia trampa, pensando que iban a poder aguantar el chaparrón. Fue demasiado rápida la pitón, demasiado fulminante el cocodrilo del Orinoco. La MUDA los desvistió en un tris.

Sólo un milagro puede salvar a Venezuela de un derrumbe completo, ya se ve el abismo negro, el deslave que está a punto de tapiarla y del que no saldrá en mucho tiempo con vida. La salvación de Venezuela está en sus manos. Debe decidir muy pronto. No hay tiempo que perder. El pueblo enfermo pide a gritos que lo rediman y exorcisen. ¡Están sonando todas las alarmas, todas las sirenas! ¡La bolsa o la vida! Basta de pendejadas y de pañitos calientes.

Andrés J. Boulton Figueira de Mello

Caracas, 10/11 de abril de 2014