Pongamos los pies en la tierra
para comenzar. ¿Cómo, carajo, vamos a pasar a la Edad de Oro que se nos
promete, si desde la Prehistoria miles y miles de reyes y reinas, tiranos,
déspotas, demagogos, autócratas y dictadores, mandones de una cábala ideológica
u otra, amén de ser engreídos, oportunistas, inescrupulosos, embusteros, con
serias deficiencias intelectuales y éticas, manipuladores de oficio, bastos,
vulgares, traicioneros, poco letrados y estudiosos, con poca cultura general, falsos
e hipócritas de paso, que en muchísimas ocasiones hemos llevado irresponsablemente
al poder y los hemos mantenido allí a como dé lugar en las altas esferas de la
delincuencia basta y común, si NO se curan de sus maneras de ser tan descabelladas
como nocivas y nefastas, no sólo para los demás, sino hasta con ellos mismos,
sus familias, su entorno íntimo y privado, su consciencia? Por ejemplo, ¿acaso
Stalin, Hitler, Mussolini, Hirohito y cientos de militares norteamericanos,
ingleses, nacionalsocialistas, chinos, japoneses, ad nauseam, no mataron, lisiaron, torturaron, violaron, saquearon y
diezmaron los territorios de alrededor de 100 millones de personas en la
Segunda Guerra Mundial? ¿Y hoy ese apóstata de Chávez Frías no quiso armar
hasta los dientes a su falsa y hueca Revolución Bolivariana, nuestra FANB, no
prefirió endeudar al país con Rusia antes que sacar de la pobreza y de una
escasa y deficiente educación y cultura a miles de nuestros compatriotas que
hoy a duras penas se alimentan y progresan, no hipnotizó este Anticristo a buena
parte del país y lo desnaturalizó? La Historia no lo juzgará tan bien como se
cree ya que él es el responsable mayor de que desde 1992 Venezuela perdió el
rumbo más que nunca, más que sus predecesores en Miraflores. Los gobernantes
que creen que el mundo se puede salvar por las armas de guerra y el pensamiento
único, sectario, hostil, inmoral, insano, irracional, está requetequivocado. Ya
es hora que las masas se rebelen, protesten, por las ideologías demenciales y
trasnochadas porque unos cuantos pillos y ladrones de energías abusan y
desguazan las mentes de los demás.
¿Mas, ay, cómo hacer para que
la Humanidad se limpie, purifique y exorcise a todos sus demonios que frenan su
paz, evolución, ser y mente? ¿Necesitamos de una Auto-Escuela a nivel general,
en todos los sentidos, que sanee nuestras ideas, espíritus, cuerpos y auras? Claro
que sí. Jamás entraremos a una Nueva Era de Luz, Amor y Esplendor, de
Conocimiento y Superación, si no sabemos ir directo, derechito, a la Tierra
Prometida de un Mundo Mejor, donde nos podamos reunir y encontrar desnudos,
como vinimos al mundo, sin histerias, locuras, antifaces, disfraces, caricaturas,
paredes, muros, fronteras, una barbaridad heteróclita de fronteras, alcabalas,
trampas, divisiones y chicles que hemos prefabricado, nos encarcelan y rebajan
interna y externamente, quitándonos lo más precioso que hay: nuestra dignidad y
honorabilidad. ¿O es que aún somos bestias de carroña, deprededadores,
insaciables reptiles y marabuntas? No solamente habrá que reeducar y sanear a
nuestros falsos líderes y profetas, hombres como mujeres, de todas las edades,
denominaciones, religiones, razas y nacionalidades, sino que habrá que curar a
la Humanidad entera y coja, tan desvalida, desubicada y desequilibrada, meterle
una cura de sueño que la despierte, esclarezca, sanee y libere de pesadillas,
desmanes, desvaríos y cacofonías morales, espirituales y psíquicas, le cambie
el motor a sus cuerpos y le coloree de nuevo las auras y los çakrās.
¿Podremos? ¿O no será mejor despachar a estos enemigos públicos del género
humano al servicio de las potencias del Mal en un cohete intercontinental hacia
otro sistema solar muy distinto, en otro universo, un planeta acomodado para
las locuras de enajenados mentales y monstruos de la psiquis y la carne donde
se reeduquen? ¿Un astro de expiación?
¿Qué hará, cómo hará el nuevo
Gobierno que se instaure en Venezuela, en nuestra región, en el continente
americano, en la Tierra, etc, para curar a los miles y miles de delincuentes,
malandros y malandras en los retenes o sueltos por las calles, en las sedes de
los gobiernos, las industrias, los edificios, los hogares, los botiquines y
supermercados? ¿Habrán suficientes sacerdotes y sacerdotisas, pastores
evangélicos, curas católicos, psicólogos, psiquiatras y psicoanalistas para
enderezar caminos torcidos, desviaciones, confusiones, dobleces, demencias,
neurosis, psicosis, patologías y traumas de todo tipo? ¿O es ya muy tarde (de
nuevo, como hace 12.000 años atrás cuando se hundió la Atlántida y antes Mu)?
¿Pueden los humanos eliminar o transmutar sus instintos criminales que heredaron a lo largo de la Historia, la
Prehistoria y la Protohistoria? Esa es la pregunta de las 64.000 lochas. Me la
hago a menudo. Cada quien debe revisarse pues nadie escapa a esta herencia. Y
entonces me pongo a pensar en las diferentes creaciones humanas sobrevenidas en
los Libros Sagrados, los Mitos, las Crónicas, las Leyendas, Fábulas y Alegorías,
los Códices mesopotámicos, hindúes, egipcios, precolombinos, maoríes, escandinavos,
celtas, et cétera. Y pareciera que de nuevo estamos ante una pregunta muy
difícil de resolver porque es muy compleja. Después de más de 15 años de régimen
dictatorial, mediocomunista, monosilábico, sectario y abusivo por parte de
castrochavistas, marxistas-leninistas, maduristas, prácticamente ateos e
incrédulos que de verdad no creen en nada sino en las palabras y las armas de
guerra, pareciera que la Humanidad no tiene remedio, no aprende, es bruta, es
incapaz de ser decente, pensar bien y recto, sin desviarse de una causa común buena
y sensata para su población, que prefiere destruir en vez de construir y
trabajar en equipo. Por eso, los profetas se hartan y cansan, prefieren
cultivar jardines y huertas que meterse a magos, curanderos, redentores,
amansadores y artistas del corazón. La Humanidad es dura de oído y de corazón.
Y quizás lo que quiere en el fondo, porque está desesperada y siente pavor a
menudo, es que venga otra Destrucción Masiva a ver si al fin los terrícolas
aprenden a vivir en paz y armonía unos con otros y cuidan su hábitat cósmico y
celestial tan hermoso y fértil que la Divinidad les cedió temporalmente para su
beneficio y de las demás especies con tal que lo cuiden con amor y sabiduría.
¿Lo estamos haciendo, estamos respetando nuestra parte del Pacto? Creo que no,
a decir de muchos biólogos, botánicos,
zoólogos, ecólogos, conservacionistas y amantes de los recursos naturales y
biosféricos. Vamos en picada, por lo menos Noruega ya tomó medidas, de ir
camino a catástrofes, calamidades y hecatombes planetarias. Desde 1962, a mis 18-19
años, ya estaba muy alarmado y preocupado ante la indiferencia progresiva por
los problemas en ciernes. Hoy, en 2014, la situación ha empeorado, habrá que
seguir apostando por la recuperación global. Pero Venezuela no hace suficiente,
malgasta su dinero y sus oportunidades de oro. Cane mondo.
¿Cuál es mi conclusión después
de ver el debate anoche durante 6 horas en cadena por la tele y la radio desde el
Palacio de Miraflores? Por un lado, esperanza y contundencia; por otro lado, la
Realidad cruda y sin sentimentalismos.
Los enajenados no se pueden sanar así no más. Fue un evento
extraordinario el de anoche, que por fin pudimos ver y oir sin cortes, aunque
hubo demasiada propaganda rojo rojita como siempre ha ocurrido en estos 15 años
y pico de régimen atrabiliario castrochavista, imperialista, y ahora madurista.
¿Cambiará el país? Puede que sí. Pero los reclamos son demasiados para el
Gobierno, no creo que dé marcha atrás a su programa de gobierno y estrategias,
es incapaz, simplemente no puede, no tiene las herramientas y menos aún la
dedicación, la intención de cambiar el rumbo. No cree de veras lo que oye de
terceros, es innacesible. Parece obtuso. Es un estilo anticrístico, de la
cabeza a los pies, no cree en nada bueno y tiene un doble discurso aunque lo
niegue una y otra vez. Es que no muestra sus verdaderas intenciones. Se hace la
víctima, esconde la mano y la piedra, y desprecia a quienes no son y piensan
como ellos. Son robots de rojo que sacan las garras una y otra vez.
Sólo hay una salvación, una
solución, una opción o alternativa, práctica, real, que no es ilusa ni
mentirosa, sino radical, quirúrgica: la verdad es que el cáncer ha ido
demasiado lejos, hay metástasis. Venezuela está grave. ¡Me fijé bien en Nicolás
Maduro, lo estudié a fondo, él debe renunciar, debería hacerlo, por su bien y por
el bien del país! ¡No tiene la inteligencia ni la sabiduría, el savoir-faire o know-how para llevar a cabo los cambios, está comprometido hasta la
coronilla, y depurar su falsa revolución que de bolivariana tiene muy poco. ¡Él es
un esclavo, no es amo de su conciencia, ser y destino, es simplemente un muñeco
de trapo! ¡Bolívar se lo hubiera exigido, a él y a todo su Gabinete, por
innumerables motivos, de que cese en sus funciones! Entonces, ¿renunciará
Maduro? Sólo si es obligado por las
mayorías, a pesar del fanatismo, el dogmatismo, el lavado de cerebro, el
abuso y atropello, la sinvergüenzura, el cinismo y la desfachatez labrada
durante tantos años por las huestes reaccionarias y retrógradas que se creen
amos y señores de la patria y por siempre, sin chistar, apegadas a su librito
rojo. No veo otra salida que no sea la de obligarlo
a dimitir. Si no, el país explotará y
desaparecerá del mapa geopolítico, eso es lo que vi hace años. Lamentablemente
está demasiado enquistado el mal, el carcinoma, el virus, el odio a muerte de
estos señores de la guerra a ultranza que crió el rencor, la envidia, la
venganza y sus complejos ancestrales (blancos, amarillos, pardos, negros, de
todos los matices) que no los deja quietos. Son soviéticos, bolcheviques del
trópico, incapaces de ver más allá. Es mi punto de vista y no habrán cambios de
mi parte. Ni que se pongan de rodillas podrán hacer que Maduro vire su
posición. Será obligado por los
venezolanos y/o por los cubanos pero de que lo van a obligar de un modo u otro y le pondrán una pistola en la sien
pueden esperarlo: o renuncia por las buenas o por las malas, y, si renuncia, que
se despida para siempre de cuanto lo apoyó y apoya. No las tiene fáciles. Maduro
no es un Maestro de Sabiduría, un arquero zen, un iniciado. Por eso mismo sé
que lo van a doblegar de un modo u
otro, él no va saberse manejar, le ha llegado la hora y debe partir porque la
cadena de anoche lo dejó desnudo a él y a sus conciliábulos que no tienen idea qué
hacer en verdad para impedir la inundación o el terremoto que se les avecina. Ni
siquiera van ceder sus puestos. Los venció el efecto sorpresa, el relámpago del
catatumbo, cayeron en su propia trampa, pensando que iban a poder aguantar el
chaparrón. Fue demasiado rápida la pitón, demasiado fulminante el cocodrilo del
Orinoco. La MUDA los desvistió en un tris.
Sólo un milagro puede salvar a
Venezuela de un derrumbe completo, ya se ve el abismo negro, el deslave que está
a punto de tapiarla y del que no saldrá en mucho tiempo con vida. La salvación
de Venezuela está en sus manos. Debe decidir muy pronto. No hay tiempo que
perder. El pueblo enfermo pide a gritos que lo rediman y exorcisen. ¡Están
sonando todas las alarmas, todas las sirenas! ¡La bolsa o la vida! Basta de
pendejadas y de pañitos calientes.
Andrés J. Boulton Figueira de
Mello ∴
Caracas, 10/11 de abril de 2014