Búho o lechuza de Minerva sobre fondo
oro y blanco e iridiscente. Obra del Autor. Caracas. 2010.
OR::
el duende hace de las suyas de nuevo para crear terremotos en la diagramación
No sé con precisión matemática cuándo me llegó a la vista
de mis tres
ojos (el cuarto figura en la parte posterior de la
cabeza) y de mi pineal
los nombres científicos: "oro monoatómico" "elemento-m"
"MFKZT" "ORMUS" "pan blanco de oro"
y me
metí a documentarme científica y seriamente con mucho celo y alborozo
pero
ha debido ser en el primer semestre de 2013 aunque la Magna Obra la prefiguré
en parte en Prangins Suiza en otoño de 1962 y la completé en París alrededor de
1963-1965 (50 años).
Tal
descubrimiento sirvió para que explorara más el tema de la sacrosanta
transmutación
de
los metales a nivel químico y simbólico amén del espiritual intelectual y astral
y me
diera cuenta cuán atrás en el Tiempo y en el Espacio yacía mi interés ancestral
y la
percepción intuitiva del prodigio alquímico y fáustico que cambiará la faz de
la Tierra
como
sucederá sin duda alguna cuando la Humanidad llegue al estado monoatómico "KHM9"
y
cuán lejos había ido mi interés y atracción por los metales y elementos del
grupo del platino
(como de las tierras raras) tras descubrir en El Orgasmo de Dios al gadolinio y al platino
y
todo porque cuando era un jovencito imberbe las rubias platinadas de mi hermano
Roger
-a
la sazón muy mujeriego y muy bailaor en ese entonces-
me
impactaron y semejante impresión por las bellezas con sus cabellos pintados de
platino
dejaron
una profunda impresión en mi subconsciente en donde hallo ahora la razón esotérica
para
poder hilvanar lo metálico con lo mágico y lo fantástico y todo quede en
familia.
Como
he dicho un mar de veces la casualidad no existe. Sólo la causalidad y el
abrebocas.
Reposa
en cada quien extraer del baúl de sus recuerdos hechos esenciales que nos
sacudan
y nos
hagan vincular lo conceptual y onírico con lo material espiritual intelectual y
astral
como es el caso del prodigioso polvo blanco -igual a harina nieve
espuma helado leche de la Virgen-
calentado
y enfriado en reposo a la espera del instante justo regulado angelicalmente
para
que se procese el portento y se liberen los genios telúricos que yacen en las
profundidades entre el manto terrestre y el núcleo interior pasando por el
núcleo exterior que vi en Suiza.
Y
como he dicho hay oro y agua en el centro de nuestra masa planetaria cerca del Khristos-Âten.
Si reviso bien todos mis escritos que son muchos y
hondamente rosacruces y masónicos
seguramente
hallaré referencias y alusiones al shemanná
o maná porque hasta el nombre sumerio
anná me llamó la atención desde el
primer momento que lo colgué y por algo fue que la raíz an- y na- lucen en shemanná o manná junto con shem
(cohete). Mi conclusión es que la transmutación de los metales fue parte de la divina
enseñanza extraterrestre con el fin de ayudar
a
nuestros ancestros antediluvianos a mejorar su nivel de vida en todos los
aspectos. Cosa cierta.
Creo
que abrí una puerta al paraíso cuando nombré al gadolinio y al iridio en el marco
de mi estadía en Europa entre 1962-1965 y describí el fortísimo estado
telúrico-mágico del Dragón que irrumpe desde el fondo de la tierra y se dirige
al cielo porque era una descripción literaria de la Transmutación y Obtención
de la Piedra Filosofal que no es otra cosa que una feliz Herramienta
que
usa el Adepto para tallar su Árbol de la Vida o Árbol de Luz que debe adorar
toda su vida
y
liberarse de manera shivaíta de todas las amarras psicomentales e histórico-sociales.
Seguiré
revisando mi baúl de escritos y pinturas filosóficas. Ya me he llevado varias
gratas sorpresas. El artista es solamente un canal inspirado e hipersensible en
manos del Gran Radar del Kosmos. Demos las gracias porque contamos con un
Patrón Áureo que nos susurra en el oído y nos advierte de peligros. Soy de
aquellos que bendicen todo a su alrededor aunque no todo lo que brilla es oro y
no todos los polvos son milagrosos o sabrosos eróticamente hablando. Pero sí me
ha llamado la atención el blanco junto con el amarillo oro porque he sentido
que hay una verdad y un conocimiento cósmico en esa fuerte yuxtaposición de
tonos: son los colores del huevo de la gallina, la Iglesia de Cristo, el Papado, Ahura Mazdā,
Fra Angelico). No hay forma de separar los matices del cielo de los de la
tierra. Al sol y la luna del interior del ser. Los opuestos se atraen y
complementan y sólo falta que los contrastes hagan felices a las gentes de acá
y de allá para que sigan circulando y Dios mediante elevándose y refinándose
cuales metales brutos. Amén. Âtén.
Fuente: http://oromonoatomico.blogspot.com
El oro llegó a la Tierra en
una serie de asteroides que impactaron a nuestro planeta poco tiempo después de
su período de formación. Existe una cantidad misteriosa de metales siderófilos
(que gustan del hierro) en el manto terrestre dentro de los cuales está el oro.
El oro tiende a alearse con el hierro en su forma líquida.
Durante la formación de la Tierra, el hierro fundido se hundió hacia el
interior para formar el núcleo, arrastrando con él a la gran mayoría de metales
preciosos —como el oro y el platino—. Hay suficiente cantidad de estos metales
en el núcleo de la Tierra como para cubrir la superficie con una capa de cuatro
metros de espesor.
Simulaciones computacionales parecen probar que una serie
de gigantescos impactos aleatorios hace 4.5 mil millones de años trajo
inicialmente el oro que se encuentra dentro del núcleo de la Tierra. Marte y la
Luna también habrían sido golpeados por algunos de estos asteroides. Los
metales siderófilos que estaban en la Tierra al tiempo del impacto que formó la
Luna se fundieron con el hierro para formar gran parte del núcleo de nuestro
planeta.
Sin embargo, el oro que se encuentra en el manto de la
Tierra provino del espacio en épocas más recientes. Los modelos cumputacionales
muestran que un asteroide del tamaño de Plutón sería el responsable de la
existencia de los metales como el oro en el manto terrestre.
Investigaciones de la Universidad de Bristol concluyen que
las reservas accesibles de oro de la Tierra son debidas a un bombardeo de
meteoritos que ocurrió hace 200 millones de años tras la formación de la
Tierra.
Pero la cantidad de metales preciosos situada en el manto
de la Tierra es decenas de miles de veces superior a lo que se estimaba. Esta
sobreabundancia de material se debe a una intensa lluvia de meteoritos,
alojándose en el manto una vez que su núcleo se había formado. Para probar esta
teoría el Dr. Matthias Willbold y el Profesor Tim Elliott, del Bristol Isotope
Group, analizaron un conjunto de rocas de Groenlandia de casi cuatro mil
millones de años de antigüedad. Estas rocas proporcionan datos para entender la
composición de la Tierra poco después de la formación del núcleo y antes del
bombardeo de meteoritos.
Caracas 25 de diciembre de 2013