General Fritz Bayerlein, jefe de la Panzer
Lehr, durante la batalla de Normandía, 1944
Todo comenzó con Caín cuando éste mató a Abel
el
pecado original por antonomasia
porque
si somos hijos e hijas de Dios
todo
está mezclado y no hay cabos sueltos
entonces
este proceso tan engorroso y pútrido de gases malolientes y óxidos corrosivos
no ha
cesado y seguimos matándonos unos a otros
no
atinamos a ver que a menos que paremos este círculo vicioso por entrematarnos
o
jodernos como niños torcidos y encaprichados con juguetes diabólicos
jamás
veremos dos días seguidos sin hechos lamentables y sangrientos o sanguinarios
que enlutan
y chocan volviendo nuestros días tan esquizofrénicos
que
resulta imposible impedir que los humanos
se
sientan disminuidos y aturdidos por actos enormemente deleznables y culposos
que hace
tiempo dejaron de ser originales o geniales y se tornaron más bien horrorosos y
viciosos.
No
entiendo ni acepto este programa y orden de ideas de días tan oscuros como
nefastos
este
pecado original por antonomasia
que
vuelve a familiares y extraños tan enguerrillados unos con otros
no
comprendo porqué no se han hallado métodos generosos y bondadosos
como
conciertos rusos y norteamericanos para pianos no tan rudos
que le
pongan un parao' a emociones y sentimientos tan horrendos y oprobiosos
Caracas, 14 de septiembre de 2013
como eso
de tener que matar o destruir para vivir cómodos
y tener
que irnos por caminos tan poco solventados
por no
encontrar un aliciente o alucinante que nos vuelva más completos y menos
energúmenos
más
abiertos a vientos y tornados menos traicioneros
¿por qué
caray no piensan nuestros capitanes de industrias y jefes de mataderos
que por algo no podemos transformarnos
dejar atrás la pobreza y los atrasos
la desdicha y la desigualdad que nos quieren
encasquetar los malandros por turnos
que gobiernan y nos deshacen como galletas de
mal sabor y gustos no tan buenos
inclinándonos a vivir en ranchos y casas muy
mal acomodadas con patios sucios
que no se barren ni se desinfectan como debe
ser cuando llueve a cántaros?
y si es así habrá que apelar a Martha Argerich
para que nos desinfecte los pianos fallidos.
Mi corazón se acongoja y se achica como un
acordeón quebrado en pedacitos
no logro incluirme en esta sociedad tan mal
aventada e incierta hace milenios
por no poder encontrar las armas letales y
meterlas bajo tierra en basureros putrefactos
o volverlas añicos para que llegue el Gran Entendimiento
que librará del Hedor a los humanos
tornándolos más buenos y sabios como ramilletes
de narcisos
endulzando más sus mentes y oxigenando más sus
coyuntaras y músculos
para un nuevo aire con olor a francoincienso y
nardo por antonomasia
aclarándolos y haciéndolos más mansos y
visionarios.
Si esto sucediere no tendré
que desaparecer y tomar nuevos cuerpos deshilachados
o nuevos cursos que me saquen de estos pobres
pianos sin ríos caudalosos y majestuosos océanos
pues surgirán mejores y más deslumbrantes virtuosos
que mezclen e interpreten con fuerza y taquitac
lo que cayó en ellos
sin necesidad de llevarlos hasta la Cruz Roja
para inmunizarlos y desinfectarlos
porque al fin muchos humanos entendieron que
vale la pena vivir y no quedar vueltos añicos
por la mala voluntad de miles de millones de subhumanos
desesperados y destruidos
por no entender lo que significa salir del seno
de Dios y ser besado y bailao' por ese mismo Dios.
¡Qué mantequilla, a bordo
del Atlas 37-9 el Nefilim Cabezón de Barranquilla aterriza en Tasmania! Obra del Autor. Caracas. 2013.