El Creciente
Fértil. Fuente: www.mercaba.org/Cursos/Esser/Geografia/geografia.htm
El lenguaje, la voz, la escritura y los signos y movimientos
Soy Sem, hijo de Noé, y Andrés me conoce. De mi leche genital o esperma
di nacimiento a la palabra milagrosa, semen, de donde salistéis como saltamontes, diversos como los híbridos sumerios,
akkadios, amháricos, árabes, arameos, fenicios, ge'ezes, hebreos, malteses,
para combinaros con el heroico pueblo rescatado del Gran Océano. Gracias a mi
padre y a mí sentaréis las bases de la lengua más fértil y universal que ha
habido, la cual abrazará la creciente y vasta familia humana. Semitas sois,
criaturas perdonadas por el Gran Diluvio. Por tanto debéis hacer que resuene la
voz de la Unidad y se estire la generosa mano de la Inteligencia Mayor. Amad el
mundo, sed tolerantes, respetad la Voluntad de la Divinidad, cumplid por vuestro
bien con Sus propósitos, frecuentad Sus templos que habitan en Uds. y en todas
partes. ¡La Luz os oriente y salve!
Cuando comparo nuestra manera
de comunicarnos alfabéticamente, vía oral o por escrito, con la ayuda de
símbolos, signos, grafismos e imágenes, con excepción del chino (mandarín o no),
el japonés, el koreano y otros idiomas actuales cuyos nombres se me escapan ahora
le doy gracias a Dios que pudimos evolucionar tanto y dejar atrás incontables complicaciones
y confusiones. Se pierde de vista lo que se ha alcanzado en los últimos 4.000
años atrás, a partir de la interacción entre los semitas cananeos y los
fenicios, ambos descendientes de Sem, aquí en Occidente, al sentar las bases de
nuestra manera de conectarnos vía la palabra escrita y oral, aunque también sea
cierto que lo que se alcanzó en Fenicia y en todo el Creciente Fértil tuvo
raíces, nexos y prolegómenos más antiguos provenientes de otras partes y ayudas
de pueblos más al norte como Grecia y algunos pueblos indoeuropeos situados al
sur de la Cordillera o Nudo del Pamir y de los Himalayas (en todas las épocas
han habido viajeros y aventureros que han querido romper paradigmas y conocer
tierras lejanas y exóticas) cuando los hielos de la última Glaciación se
desbloquearon y aparecieron ríos y valles. En general, ayer como hoy y como lo
será mañana, una lengua surge y se establece como cualquier fenómeno natural
(panspermia eólica, acuática, meteórica, heterogénea) porque el idioma es la
consecuencia de una multiforme impronta de la Naturaleza sobre el ser humano.
Éste no sólo recoge y absorbe cual esponja marina cuanto siente a su derredor
sino que transforma mágicamente en su cerebro estas impresiones sensitivas y
sensibles y las organiza de tal manera que les da un cierto orden, colocación y
distribución, una regla y secuencia mental, inteligible, asequible, como cuando
se hace una obra de teatro, se programa un concierto, un ballet, un mito, un
libro, donde actúan distintos actores y actrices. Esta obra, también de
alquimia, no ha cambiado, sigue vigente, y da pie a una infinita variedad de
estilos, sentidos y sutilezas, que impiden que nuestra civilización muera o
desaparezca.
Por una razón u otra fue finalmente
en Fenicia y también en Hellas o Grecia donde cuajó el viejo invento de la
conección entre humanos, que apasiona a filólogos, linguistas y semánticos, y donde
se hizo la síntesis del idioma que hoy hablamos mayoritariamente en Occidente y
gran parte de Asia, África y Oceanía. El Mediterráneo ha unido al mundo, este
simbiótico recipiente de agua fecunda, dulce y salada a la vez, ha sido el árbol,
el crisol, la caldera, la cocina que ha logrado que por medio del Verbo y la
Palabra naciones de todos los confines puedan interactuar y darse la mano o
hermanarse contra viento y marea a pesar de sus diferencias y desigualdades
ideológicas y culturales. Este trabajo de amalgama y síntesis lo lideraron en
un sentido, Fenicia, Grecia, Etruria y Roma, y en otro sentido, Egipto, los
territorios más occidentales del Norte de África y ciertas islas del Océano
Atlántico que escaparon al hundimiento de la isla de Atlantis. Los fenicios lo
lograron porque fueron grandes, osados y curiosos navegantes y comerciantes y
se dieron cuenta que intercambiar productos por otros era un paso importante
para conocer otras tierras y pueblos y ampliar y mejorar su nivel de vida. Eran
visionarios. Es de esperar que esta guerra siria, tan absurda como irracional,
no eche al foso lo alcanzado por los barcos y las velas de sus barbudos y
cosmopolitas antepasados que hasta fueron a parar a los EE UU y las Américas.
¿Podrán los viejos tiempos volver razonables a los actores principales de hoy? ¿Podrán
las mujeres sensuales calmar, apaciguar y encantar a los machos que no saben
cómo emplear mejor su testosterona? Ojalá.
El invento de la letra y posteriormente
de la multiplicación mecánica, como la imprenta, la máquina de escribir y ahora
la mecanización digital, cibernética y electrónica que reproduce e imprime los
caracteres alfabéticos y las imágenes, son algunas de las hazañas más
importantes, cruciales y profundas realizadas por nuestra sociedad a lo largo
de los milenios. Haber llegado a inventar, basar y elaborar un cuerpo de letras
divididas en consonantes y vocales con y sin acentos de un tipo u otro, que
estén en capacidad de interpretar, traducir y materializar ideas, conceptos, pensamientos,
sensaciones, emociones, sentimientos y un supercúmulo de cosas, sucesos y
hechos es sencillamente fantástico, maravilloso, asombroso y yo diría que
mágico. Lo que parecía muy difícil o imposible de hacer como poner al alcance
de cualquiera que es alfabeta, pensante, sintiente o culto hace cientos, miles
o millones de años atrás, es una bendición, un bálsamo para nuestra Humanidad
tan sufrida, alocada, distorsionada y confundida a ratos.
Pienso que el hábito de la
lectura a través de cualquier medio y especialmente del audiovisual es muy
estimulante y regenerador. Pero siento que en el futuro el audiovisual será
sólo un medio más que se ampliará para estimular los demás sentidos y sensores y
motivar para que otras ayudas psíquicas nos trabajen más a fondo Esto es muy
importante y necesario porque de esta forma nos podremos conectar con seres de
Otros Mundos muy rápida y nítidamente. Hay que leer, hay que escribir, aunque
sean notas, apuntes, recordatorios o memorias, poemas, cuentos, novelas, ensayos,
artículos, etc. Cada persona debiera poner por escrito sus ideas o
pensamientos, vivencias y ocurrencias, no tienen que ser publicadas, basta con
que desnude o desvista su alma y corazón ante una hoja en blanco para que esto
le sirva de terapia y catarsis. Hay que sacar afuera, revelar las fotografías
internas y espirituales, Si lo hiciere, eso le ayudará y lo preservará de
muchas cosas que lo podrían perjudicar negativamente porque comunicarse con uno
mismo es fundamental. Si las personas más agobiadas por problemas en el mundo
(no hay nadie que no tenga problemas, es más, éstos son necesarios por un
sinfin de razones) se comunicaran más con su Yo Superior verían la luz más a
menudo, agudizarían más su percepción de las cosas. Nuestro aliado más grande o
enemigo mayor está bajo las costillas, arriba del occipital, en la madeja del
sistema nervioso, en la circulación sanguínea y actuación del sistema
neuroendocrino, et cétera.
Si el alfabeto ha resultado
ser una bendición, un gran y potente invento humano y divino, cualquier aspecto
de la comunicación de masas y de la información es crucial para la mente, el
alma, el corazón, el cuerpo. Si una invención tiene la capacidad de comprimir
en un circuito integrado o cerrado, un microchip,
muchísima información, y eso es lo que es una palabra, una frase, una letra,
porque eso es lo que es una consonante o una vocal, una gramática, una regla
ortográfica, etc, hay que aplaudirlo y sacarle provecho ya que mientras más
simple y rápida es una idea y un pensamiento más excelente y penetrante será su
recepción y su entendimiento. Es necesario que las mentes se puedan comunicar
entre sí a la velocidad de la luz y hasta más allá. Mas no todo es cosa de
tecnología e infrastructura, no es suficiente hablar y hablar, escribir y
escribir, si aún guardamos en la cabeza un clóset, una bóveda, un almacén de
confusiones, una montaña de basuras, un desorden de ideas, nociones, palabras y
frases. Es lo que Platón catalogaba como los sólidos. Son cinco los sólidos
platónicos, poliedros convexos cuyas caras son polígonos regulares iguales y en
cuyos vérices se unen el mismo número de caras: el tetraedro, el cubo o
hexaedro regular, el octaedro, el dodecaedro y el icosaedro. Convexidad y
regularidad.
El estudio de la geometría
indudablemente ayudó a que se consiguieran formas o figuras específicas y
cónsonas entre sí que pudieran describir y dar a entender las complejidades de
la mente y del espíritu y de ahí a que se pensara que era necesario diferenciar
las mayúsculas de las minúsculas y crear reglas de ortografía, puntuación y
redacción, para que la respiración y los ejercicios que debía realizar el
cerebro se pudieran armonizar y combinar y facilitaran lo más posible la
sincronía y la simultaneidad entre procesos biológicos, químicos y físicos o
fisiológicos diferentes. Y aunque todavía no nos hemos puesto de acuerdo en el
número de letras que un idioma debe tener para ser coherente y servicial, por
cuanto eso es imposible dictaminarlo, en vista de nuestras diferencias
raciales, étnicas, genéticas, históricas, geográficas y culturales, por lo
menos nos hemos dado cuenta de que debe existir a la vez una lengua universal,
cosmopolita, culta, que una y unifique más las personas y las ideas más allá de
sus diferencias y distinciones innatas o locales y complemente la lengua local
o regional que heredamos de nuestros ancestros. En este sentido ahora que la
ciencia y la religión se acercan cada vez más y que la tecnología se vuelve más
rica, variopinta, ágil y maravillosa, es más fácil que antes llegar a un
entendimiento sinérgico basado en la unión y la síntesis que será cada vez más
mística y mirífica. Pero como lo indiqué: también es importante y vital que
crezcamos interna y espiritualmente para que cada una de nuestras palabras y
frases sean excelentes y apropiadas.
Conectarse intelectual,
mental, real y realísticamente es esencial. Habría que educar e ilustrar a las
personas desde el preescolar para que puedan y sepan cómo y porqué deben saber informarse
y comunicarse y de paso saber escuchar, ser receptivos y permeables. No es
suficiente hablar y escribirle a los demás, es igualmente muy importante poder
escuchar a los demás y ser humildes e interesados o interesadas en lo que se
recibe de los demás. Por ello pienso que la pintura, la escultura, cualquier
acción creativa e inventiva que requiera el uso de nuestras manos y pies es
fundamental y útil porque esta modalidad, variada en sí misma, sirve para
balancear, emparejar el trabajo intelectual o mental que tanto esfuerzo
requiere. Trabajar con colores o con materias de distintos tipos, como es el
caso de los metales, la cerámica, el barro, la madera, la plastilina, etc, incluso
barrer el piso y atender nuestros objetos más queridos, ayuda a que se
ejerciten áreas del cerebro que el habla, la escritura, no tocan y emplean a
fondo porque nuestro cerebro es masculino y femenino a la vez debemos
armonizarlos lo más posible. Cada vez que pienso cuán importantes son las Tres Is, educación, instrucción e iluminación -bien hizo el filósofo
Pitágoras en ir hasta la India para continuar su aprendizaje formal- éstas
deben ir siempre codo a codo. Cada vez me doy más cuenta que los problemas del
mundo podrían resolverse y desaparecer (al menos los más graves y complicados)
si fueramos educados y educadas de un modo diferente. La base nuestra se comienza
a pautra y medir entre los 3-7 años o, si se quiere ir más a fondo, desde la etapa
fetal hasta los 12 años o antes de llegar la pubertad. Si antes de nacer
nuestros padres nos prepararan bien para cuando naciéramos y creciéramos, y no
tuviéramos taras mentales o físicas terribles, seríamos más felices, creativos
e inteligentes, en paz con el mundo y el cosmos. La Nueva Era tendrá que poner
a la educación, la instrucción y la iluminación en el sitial más alto, en la meta por alcanzar por
excelencia, para que así la Humanidad pueda hacer de este planeta un sitio
celestial, paradisíaco. Menos ni hablar.
Ahora bien, ¿cómo se
comunicaban nuestros lejanos ancestros prehistóricos? Pues cuán difícil y
entrecortada ha debido ser la comunicación en ese entonces. Si no existía un
sistema oral y escrito probado que conocieran las tribus, los clanes, los
pueblos, ¿cómo era posible que se entendieran en la Edad de Piedra e inclusive
hasta no hace tanto en el Neolítico? Pienso que debió haber un lenguaje sonoro
y gráfico, aunque muy simple y primitivo, rápido, que ligara a nuestros
antepasados y los estimulara sexual, emocional, sentimental, psicológicamente,
para hacer tareas y relacionarse grupalmente, para cazar, pescar y cultivar la
tierra. La Naturaleza ha debido enseñarles los medios de hacerlo como le
sucedió a los animales, las plantas y las piedras, los vientos y los ríos.
Siempre he pensado que nuestra Gran Madre Universal debió hacerle ver y sentir
a los distintos seres de nuestro mundo que se podían interrelacionar y
estimular de una manera u otra porque cuando se creó el planeta y se instalaron
los primeros humanoides, híbridos y homínidos debió haber una corriente
energética que los electrizara y magnetizara a la vez y los ligara a los mundos
visibles e invisibles o fenoménicos y cósmicos. Es indudable que para entender
mejor lo que pasó hace varios miles de años atrás cuando emergieron los pueblos
mediterráneos del Creciente Fértil hay que suponer que los primeros linguistas
y calígrafos aplicaron su inteligencia para que el sonido de la voz, las
exclamaciones, las expresiones faciales, los gestos, los movimientos del cuerpo
y lo que mostraba la Naturaleza en toda su extensión se pudieran caracterizar,
definir, comprender y aplicar, si se reproducían las formas y las figuras que
los impresionaban tanto y los ponía a pensar. Si lo que les impresionaba tanto
ellos podían impresionarlo y presionarlo a la vez en sus cuevas,
grutas, guaridas, refugios, o sobre los objetos que ellos utilizaban entonces
podían comunicarse mágica e instantáneamente con el mundo a su alrededor y
entenderlo mejor sin tanto misterio y/o aprehensión, terror o desconocimiento. Estarían
a la par con la Naturaleza y participarían en su hechura.
Pintar, reproducir lo que
veían y escuchaban fue para estos lejanos humanos una manera de interactuar, absorber
o asimilar por medio de la representación la fuerza de un bovino o felino, la
soltura de un ave, la belleza de una fémina, la fortaleza de un hombre, la
energía del sol o de la luna, etc. Creo que así fue cómo poco a poco el humano
más inteligente, perspicaz y observador se dio cuenta que podía entrar en
contacto con el mundo natural y con sus semejantes si copiaba o reproducía lo
que veía, escuchaba, gustaba, palpaba y olía a su alrededor. Cuando fue
logrando entender gradualmente con su mente lo que había o tenía a su alrededor,
arriba como abajo, y comprendía mejor el arreglo cósmico general supo que podía
ser copartícipe de su mundo y supo de paso que podía dirigirlo hasta cierto
punto si conocía sus normas, sus reglas y leyes, sus mecanismos, variaciones y
misterios. Hasta que codificó y anotó con trazos y señales lo que notaba por
medio de los sentidos y la mente que debía tener muy aguda si quería sobrevivir.
Este proceso duró millones de años. Y así fue cómo nació la ciencia
experimental que no termina nunca.
Estoy seguro que en tiempos de
la Lemuria y la Atlántida se pudo codificar un lenguaje, una escritura, que unió
a estos pueblos pero con el hundimiento de sus territorios la esencia de este
saber desapareció casi por completo aunque no del todo porque algunas
comunidades lo pudieron preservar a medias aquí y allá (todo está en el éter si
logramos canalizarlo). Lo que hizo más dificil su conservación fue que tras
cada gran catástrofe los grupos humanos que quedaban debían primero salvarse y
curarse mental y físicamente y prácticamente recomenzar de cero su ascenso
evolutivo. Estos períodos de lucha y dura supervivencia duraron demasiado
tiempo hasta que los dioses y las diosas decidieron que podían llegar a la
Tierra de nuevo y transmitir los conocimientos que se habían perdido en medio
de los desastres naturales. Este vaivén genético y social lo ha conocido el
planeta demasiadas veces y sus consecuencias no las hemos podido remediar aún
de un todo. Organizarse, ordenarse, sacarle provecho al caos, armonizar diferencias
y desigualdades sigue siendo una acción cotidiana en todas partes del mundo y
si no se hace la selva y el desconcierto penetran todos los rincones de la familia,
la ciudad y la mente, tan vulnerables y permeables como siempre. Por eso, hago
hincapié en la trilogía de las Tres Is
principales: educar, instruir e iluminar que deben ser nuestras primeras necesidades, equivalentes
a civilizar al salvaje dentro de nosotros y nosotras para divinizarlo y hacerlo
un ciudadano cósmico. A las Tres Is
se le pueden anexar Diez Is que cual
acólitos soportan las Tres Is principales: inteligencia, idealismo, inmanencia, imaginación, intuición, inspiración, introversión, instinto, inocencia e impecabilidad. En total tenemos pues Trece Is, una por cada mes del año, etc, que varían su
comportamiento frente al Astro Rey, como doce son los apóstoles más un Cristo Sol
o Trece en el centro.
La primera vez que hallé cuán
importante y trascendental es la letra "I" fue en Madrid, en enero
del año 1992, al componer el poema "Or Adonai" en casa de mi mamá. Allí
me di cuenta que esta letra (iota, en
griego) describe muy bien la elevación, la dignidad que representa una
autoridad religiosa (también civil si viene al caso). Con este ejemplo doy a
entender cuán ágiles, flexibles y concretas son las letras del alfabeto que
usamos mayormente en Occidente gracias al aporte de los cananeos semitas,
fenicios y helenos que juntos heredaron y lograron mezclar con sabiduría y
acierto lo mejor del patrimonio de sus antepasados mesopotámicos y mediterráneos
que a la larga, gracias a las lúcidas meditaciones de los filósofos helenos e
implementaciones e ingenierías latinas o itálicas se ideó un conjunto, una
combinación de consonantes y vocales simplemente dibujadas que pudieran orquestar
y regularizar todos los pensamientos, emociones, sensaciones y sentimientos que
anidan en nuestro ser interior, cuerpo mental abstracto o metafísico. Y, sin
embargo, hubo que esperar varios cientos años más para que en el Bajo Medioevo,
en los albores del Renacimiento, el alemán Johannes Gutenberg (1398-1468),
seguramente sumerio o akkadio o asirio o babilonio milenios atrás, pues éstos
habían inventado con sus cilindros de metal una manera inteligente de
reproducir textos e imágenes, inventó la imprenta de tipos móviles moderna o
tipografía (que conocí muy de cerca) la cual en un dos por tres puso al alcance
de la población lo escrito sobre papel. El bien que este hombre ilustre trajo a
la Humanidad es incalculable. Considero el invento de la imprenta tipográfica y
móvil de Gutenberg como uno de los 100 inventos cruciales de nuestra sociedad
desde la Noche de los Tiempos. Cuando se inventó la computadora u ordenador en
el siglo XX y especialmente la computadora de mesa el brinco que dimos fue para
coger palco; pero para perfeccionar el arduo trabajo de los antiguos egipcios,
mesopotámicos, levantinos y monjes cristianos ¡cuánto sacrificio y dedicación,
cuántas horas interminables para reseñar lo que se quería y había que hacer!
Por eso, el trabajo del escritor debería ser más compensado y retribuido, más
honrado y respetado, sobre todo el del creativo como también del no tan
imaginativo y poético, porque a fin de cuentas tan importante como el alimento
espiritual es el alimento material o básico y utilitario. En cada palabra leída
o escrita, de ser limpia, sin haber sido profanada, va un mensaje de Dios, es
sacrosanta. No hay pele.
Cuando veo lo malas que son
las escuelas en los países subdesarrollados donde hay mucha pobreza, miseria y
atraso me pongo muy triste y deprimido. ¡Cuántos genios desperdiciados!
¡Cuántas maravillas sin explorarse y explotarse! ¡Cuánta hambre y sed de
conocimiento asoladas, inutilizadas y frustradas, porque el gobierno de turno
está en manos de ignorantes o de aprovechadores y ladrones de energía
empecinados en armarse hasta los dientes, matar gente y oprimir a como dé lugar
a quienes disienten o no están conformes! No obstante, todavía hay tiempo para
mejorar el mapamundi, no hemos
dinamitado y atomizado cuanta tierra buena queda, todavía hay árboles, bosques,
selvas, lagos, ríos, playas, islas, golfos, penínsulas, montañas, praderas,
altiplanicies, vestigios monumentales del pasado, animales, rocas, casas,
museos y bípedos que quieren proteger los ecosistemas, los subsuelos, los corales,
las nubes, las abejas, las capas atmosféricas cerca y más allá de la Tierra y del
sistema solar.
Por eso no pierdo las
esperanzas de un todo. Aunque se ataque Siria unilateralmente hubiera sido
preferible que todas las naciones entraran a Siria, le quitaran a sus gobernantes
todas sus armas, millones de personas del mundo entero entraran a Damasco en
son de paz y se obligara a EE UU, Rusia, China, Francias, Turquía, Irán,
Líbano, Israel, etc, etc, a pulverizar sus armamentos bélicos y tan profanos,
llámense como se llamen y sean del tipo que sean, con tal de que reine en la
Tierra la lucidez y la armonía y no el horror y la locura total. Ya basta de
políticos, militares, líderes religiosos y sociales, mercaderes de la muerte y
de órganos que quieren obligarnos a creer que una guerra santa traerá la paz
sobre la Tierra. Imposible. Suponerlo o esperarlo es sencillamente una
estupidez más.
Así como el spray de un arma biológica no hace que
una mata retoñe, no es posible que una cabeza piense mejor si se le hace tragar
un gas venenoso como el sarín, una nube radioactiva, un tonel de cianuro de
potasio o barriles de curare. Creo que hay que comenzar por el principio: NO
MATARÁS. AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO. NO ADULTERARÁS Y CORROMPERÁS TU
FAMILIA Y TU PUEBLO. HONRARÁS PADRE Y MADRE. AMARÁS A DIOS POR ENCIMA DE TODAS
LAS COSAS. GUARDARÁS TU MUNDO ASÍ COMO EL GRAN ESPÍRITU TE HA GUARDADO POR LOS
SIGLOS Y LOS SIGLOS. AMÉN.
Antes de hablar, escribir o
comunicarse, incluso por signos, piense bien lo que pondrá a circular. Que su círculo
cause una buena onda. Todos y todas necesitamos buenas notas. Hay demasiados
males en este mundo y Ud. debe ayudar a que se alivie y sanee lo más pronto
posible. Y, si ofende, pues pida perdón de todo corazón. Ame y apacigue. Es un
buen signo. Somos Familia.
Caracas, 8-10 de septiembre de
2013