martes, 18 de diciembre de 2012

Mi percepción del país


       Todo es yin-yang: luz, energía, cambio, amor, unión, hasta el infinito.

La ignorancia es lo que más perjudica a un país, un pueblo, porque conlleva a la ceguera, el fanatismo, la intolerancia, la agresividad, la pelea, el error, el desbarajuste, el desorden, el caos, la anarquía más idiota, salvaje y criminal. Las locuras, delirios, odios, pasiones, intransigencias y razzias se pagan. El pueblo alemán vio su país hecho ruinas, el pueblo italiano sufrió horrores y sembró una inestabilidad que no acaba, el pueblo español se atrasó (fusilaron a Federico García Lorca en Granada), el pueblo ruso siguió más que nunca brutalmente encarcelado y oprimido, y la guerra, el arma de los débiles e intolerantes, desequilibró nuestro mundo atomizado como nunca antes por la ambición desmedida y voraz de unos cuantos locos de poder, armados de codicia y avaricia. Los pueblos pierden lo mejor de sí cuando la mano que insulta la inteligencia, la cordura y la cultura prefiere el garrote y el fusil antes que las clases de filosofía, ciencias políticas, manualidades, teología, arquitectura, ciencia y tecnología o las prácticas mafiosas y componendas corruptas antes que la humildad, la honestidad, el sentido de la belleza. Nietzsche lo explicó muy bien. Nos urge una genealogía de alta moralidad que dore a nobles, gallardos e ilustres hombres y mujeres, ajustados al Gran Porvenir, cruzando el Rubicón “apocalíptico”, “revelador”, según constan observatorios, oráculos, calendarios, códices, visionarios, hadas y profetas.

La ignorancia, el analfabetismo, el oscurantismo, la barbarie, las tinieblas, el atraso, la inopia, la rudeza y la rusticidad, la vulgaridad, la ordinariez, la ineptitud, la incapacidad, la impericia, la ineficacia, la ineficiencia, la incultura, el encierro, la rigidez, la neurosis, la depresión o la degradación genética son algunos de los obstáculos para que un pueblo, una comunidad, una sociedad, un grupo no avance, no crea y no produzca, no pueda ser feliz y alegre y no pueda resolver no sólo sus necesidades básicas sino colmar y poner a valer sus aspiraciones espirituales, intelectuales, físicas y materiales. Son justamente los pueblos con hambre y sed de verdad por ser libres, fuertes, independientes, soberanos, radiantes y pujantes que terminan siendo dignos, destacándose, dejando escuela y cátedra tarde o temprano porque tienen buena salud y resisten los embates causados por los ladrones de energías: los virus, las larvas, las bacterias y los microorganismos asesinos y caníbales. La herencia es importante, los cruces de razas necesarios La herencia es importante, los cruces de razas necesarios si se positivizan los genes. Estos pueblos se preparan, se esfuerzan y esmeran, persiguen con ahínco, tenaz, constante y denodadamente, contra viento, borrasca y marea, la excelencia, elijen bien y obedecen los mandatos inspirados y balanceados de sus líderes y, si éstos no llenan las expectativas y no cumplen lo prometido, los quitan y destierran por un tiempo prudencial. Los pueblos que no se superan y no llevan a cabo sistemática y ordenadamente una labor pura, noble y profiláctica, que promueva el bienestar y el bien común se quedan atrás, se desbaratan, se degradan y perecen en medio de grandes sufrimientos, pérdidas y sacrificios. El idioma, la lengua, la expresión, la comunicación, la cultura, son excelentes termómetros, impresoras, radiogramas y radares para una evaluación pertinente pues un pueblo inteligente, erguido, vertical, vertebral, saludable y dichoso no se dobla tan fácilmente, resiste tiempos de vacas flacas, tempestades eléctricas, llamaradas solares, erupciones volcánicas y diluvios. Una comunidad fuerte, potente, sólida, deja su rastro y se acerca al mundo divino con el que interactúa estrechamente. Sabe que lo superior domina lo inferior y por ello busca la protección y el consejo de los mayores y más lúcidos en su esfera. Así son las cosas en el Universo, el modelo a seguir con certeza. Las personas no nacen sabelotodas y, aunque hayan reencarnado un centenar de ocasiones y fueron elevadas en su perímetro de acción, deben buscar guías y enseñanzas para que sus memorias se refresquen, reciclen, perfeccionen, salgan adelante. Todo indicio se transforma y es relevante.

Lo malo de Venezuela me lastima y duele enormemente, me pega en el estómago, me deprime y acongoja. Quisiera verla muy bien, rozagante, próspera, alerta, adelantada, picar adelante, bastante independiente y autónoma, organizada, resuelta y decidida, sin tantas fracturas y divisiones internas, estimulada, pujante, productiva, formal, madura, hasta ejemplar, abierta al Espíritu Santo y la Epifanía. Esto no lo hallo a mi alrededor. Cada vez más las masas retroceden, se malhumoran y dejan abatir, se desalientan, desencantan y enojan, no toman nada en serio sino la juerga y el despelote, y pareciera que sus líderes no infunden verdadero respeto y admiración, salvo los populistas, demagogos y déspotas, que como se ve una y otra vez saben engañar, manipular, obstruir y correr la arruga hasta que hayan estallidos, explosiones, revueltas y el territorio se vuelva ñoña y perdición, porque la Energía oscila por ley, es movimiento perpetuo. Hasta cierto punto los maniqueos, bogomilos y cátaros tenían razón: nuestro mundo lo ocupó el Malvado millones de años atrás y hasta que no se le neutralice y liquide las masas se dejarán consumir y extinguirán su ser. Ningún país sobrevive a menos que sus habitantes luchen y, si dejan de luchar persistentemente entonces desaparece, pues son los ideales, las buenas ideas, las metas trazadas y cumplidas, la unión, la ética y el esclarecimiento integral y coherente los móviles que nos permiten progresar, evolucionar, florecer, cruzar las barreras que nos separan del atraso, la oscuridad, el aniquilamiento, la esterilidad, las enfermedades del espíritu, el alma y el cuerpo, pues el pensamiento patógeno, necrofílico, nigromante, nos acecha y trata de silenciar y opacar bajo diferentes formas, sirviéndose de plagas, pestes y horrores superpuestos o en oleadas. Pero como dije en El Cáncer de Venezuela es curable, un libro que elaboré 30 años atrás, hay una cura también para el cáncer de la Tierra. Serán necesarias varias cirugías de marca mayor y Dios sabe cómo y cuándo cortar.

Venezuela está en una encrucijada. Tenemos que salir de Chávez Frías y buena parte de su combo más íntimo. Ninguna de esa gente se ha untado y alistado para el Efecto 2012 y los Nuevos Tiempos en ciernes que ciertamente reducirán buena parte de nuestra Humanidad incapaz de amoldarse a las nuevas situaciones y prospectos, algunas muy radicales, que se nos van a presentar y para las cuales la gran mayoría no está ni preparada ni querrá adaptarse pues le disgusta mucho salir de su indiferencia, apatía, pereza, desamor y materialismo. Es difícil hacerle entender a las personas que pronto no podrán seguir siendo o actuando como lo han hecho e hicieron sus padres, abuelos, tatarabuelos y antepasados. Si no saben o no pueden desmarcarse de los desfasados y estériles patrones de conducta, moldes y arquetipos mentales e ideológicos que caracterizaron a la Humanidad durante milenios y milenios -para mí no hay muchas diferencias entre absolutismo, feudalismo, comunismo, capitalismo, totalitarismo o ateísmo- dificilmente podrá saltar el Río de la Muerte de la 3D y enrumbarse hacia la 5D y la 6D de las cuales no tienen idea o no les interesa. La época nefasta de falsos iniciados, dictadores, déspotas, demagogos y energúmenos debe cesar. Basta de imponerse por medio de la violencia y el crimen y manejar a los demás utilizando medios mezquinos, ruines, inicuos. Cada quien es un pedacito del Ser Supremo de las Galaxias, cada alma es sagrada, cada quien es en esencia una potencia del Corazón de Dios. Esto sigue siendo desconocido, repudiado y despreciado por la mayoría de nuestros líderes y jefes. Con arte, amor y creatividad podremos sortear azares, desaciertos, malentendidos, trastornos y corazones rotos.

Si a finales del siglo XX, terminando El Manual de Kadonai, que me tomó varios años de ardua meditación, concentración e iluminada preparación, pensaba que dos generaciones bastarían para que mi país se afianzara, saliera de una atroz pobreza y atraso general que la carcome y se asegurara un puesto en el nuevo, civilizado y colectivo o comunitario concierto de naciones y regiones que emergerá del Apocalipsis, hoy no estoy tan seguro que lo podrá llevar a cabo: en el fondo no se ha hecho gran cosa por erradicar las fallas y miasmas estructurales de la patria. Es imposible que las masas accedan a un tipo superior de sociedad si siguen impermeables a lo amoroso, místico y altruista a nivel diario. El Gobierno no es ejemplar. En 2012-2013 estamos lejos de marchar en la buena dirección. Carecemos de suficientes semáforos que nos pongan a circular sin tropiezos y molestias, sana y agradablemente, rápida y seguramente. No sabemos adónde, porqué o para qué ir, nos contradecimos a cada momento y dejamos de creer en las potencias superiores, no curamos la raíz del cáncer en nosotros y nosotras, ni le deseamos suficientemente el bien a cada partícula y subpartícula en nosotros y nosotras y por ende no le deseamos sinceramente el bien a los demás y menos todavía al cosmos. En estas condiciones no se puede pedir peras al olmo. Quizás cuando ocurran grandes mutaciones naturales, hayan signos en el Firmamento, esta sección del planeta se vea obligada por las circunstancias a cambiar de rumbo y se enfile hacia la Luz, lo Sublime, lo Extraordinario y lo Raro. Sin una toma de conciencia no sabremos diferenciar lo bueno de lo malo y nos tocará vivir en la mediocridad y el adormecimiento. Ojalá no sea absolutamente indispensable que Venezuela pierda buena parte de su geografía, sobre todo en el norte, centro, llanos y cordillera, para que sus moradores despierten y vean el fulgor del Nuevo Amanecer Dorado, que como he repetido vendrá de los lados del Sur, por el Macizo de Guayana. Hace años que vivo con este tormento pero habrá que despegarse sin ser indiferente a las sacudidas. Dios sabe lo que hace y, si una nación, país o región se obstina y debe atravesar penurias y pruebas, será por el bien de su ser-naturaleza triuna y variadas potencias, sujetas a las variaciones astrales y los anhelos y deseos humanos. Lo microscópico es uno con lo telescópico, lo microcósmico con lo universal. Yin-Yang.

A partir del 25 de septiembre de 2008 he escrito reiteradamente en este blog (que ya va por su entrada número 247), que no sólo mi país debe adecuarse a los nuevos signos y llamados en curso sino que todas las naciones y regiones del planeta deben captar las nuevas corrientes y frecuencias rodeando y atravesando al planeta. Iremos a una fase revolucionaria, esencial y global: los países se confederarán entre sí, se volverán anaxagóricos, platónicos y aristotélicos o ramakríshnicos, formarán una alianza con mundos planetarios y estelares avanzados y luminosos que a estas alturas, por la densidad reinante acá, no lo puede imaginar o concebir el grueso de nuestra Humanidad. Para comprender su significado es necesario que las masas terrícolas estén al día en todos los sentidos y por lógica nuestra sociedad no podrá ser gobernada por individuos corruptos, torcidos, enfermos, maleducados, egoístas, psicópatas, ajenos a los fuertes vientos solares del Nuevo Amanecer Dorado. Hasta que la sociedad terrícola no sea dirigida por sabios y supersensibles, o sea, por Maestros y Maestras en el sentido más profundo y objetivo su palabra u onda pasará de largo, se irá llenando de tinieblas y los mejores prospectos a nivel terrícola se irán del planeta y mudarán a organismos celestes más agradables y potencialmente ricos, positivos y estimulantes. Así como hay migraciones humanas de un país a otro hay migraciones de un planeta a otro o de un sistema solar a otro, si la pureza de alma no se anhela con todas las fuerzas a nivel local. Eso puede ocurrir perfectamente bien en la Tierra, si sus pueblos no quieren entender lo que ya vibra, está en marcha; y no quiere progresar, abrirse camino, dejar atrás sus carcachas, cascarones y entropías descarriladas, la inestabilidad de su caos interior. Habrá que escoger bien. Mantener el paso, empeñarse, creer, tener fe en uno mismo, en una misma, afirmar y saber que no hay mal que por bien no venga, que cada persona en este mundo y en los otros vibra con Dios aunque no lo vea o ignore y lo niegue estúpida y tontamente. Hay un orden divino, elástico, inconmensurable, fabuloso, fantástico, luminoso, portentoso. Mismo si el humano no cree en Dios y pifia por ignorancia, soberbia o demencia, el Cielo brilla, no se nubla, ofusca o desaparece. Es mirífico. La estupidez desvaría, se atraganta y se confunde, no da en el blanco por más que lo intente y le haga creer a los demás que se las sabe todas. Es hora que mi país Venezuela, mina de oro y bosque de araguaneys, salga de esta pesadilla que lleva 14 años y se prepare con gusto para recibir a la Nueva Era de Aquarius-Leo. Also sprach Zarathustra

En 2011, predije en este mismo blog que Henrique Capriles Radonski será el próximo Presidente de la República legítimamente electo. Reemplazará a Chávez Frías, aquejado de cáncer y pronto fuera de combate por una causa u otra. Henrique es un joven predestinado, angelical, puro. Viene a cumplir una faena difícil, una misión de luz, rescate, sanación y progreso. Está escrito. Él derrotará al candidato del oficialismo, un ser gris sin carisma. Una vasta multitud de jóvenes, mujeres, intelectuales, académicos, científicos, obreros y gente sencilla de buena voluntad lo llevarán a la Primera Magistratura. Venezuela comenzará un nuevo periplo y ciclo. De lo contrario, no abordará el Autobús de la Nueva Era. AUM.

Caracas, 16 de diciembre de 2012. El 96% de este artículo se escribió antes de conocerse los resultados Electorales Regionales amañados otra vez. La alta abstención opositara fue suicida y malévola la marea roja rojita. ¿Despertaremos a tiempo? ¿Será imprescindible un volteo planetario? ¿Mostraremos la Vía?

Serenidad. Meditación. Paisaje idílico para nuevas generaciones de buenos hombres y buenas hembras que aman y cuidan su lar.