domingo, 1 de julio de 2012

Ayer 69

Cubo mágiko de Giza en la Tierra de Gracia 22 A8. Composición del Autor. Caracas. 2012.

Como si entrara por un ojo y saliera por el otro. 


¿Cuántos miles de milenios debió esperar nuestro indefenso y medio hábil cavernícola para convertirse en el Faraón Orestes Lucio Neptalí y Abracadabra? ¿Cuándo pudo comunicarse con los Maestros del Réquiem en Lyra y las Pléyades? ¿Cuándo pudo dejar de sufrir y llorar tanto? ¿Cuándo pudo comenzar a oir música en su iPod y bailar una samba? ¿Encontró la felicidad y el jolgorio?

Lo que escriba ahora en este papel 
será en honor del Faraón Neptalí Ruiz Nevado del Tamarindo heraldo de la Nueva Venezuela que saldrá del Efecto 2012. 
Él sabe que lo que pronostica o presagia 
está en su imaginación ya que su Venezuela ni existe en lo material ni está todavía en el Divino Plan Interestelar:
faltan los detalles más conspicuos que son sus seres pensantes y sintientes tan desunidos como chiripas alocadas
que parecen darle la espalda a la evolución de las especies y la selección natural
que nuestro querido Charles Darwin descubrió con sus brillantes introspecciones en sus periplos e investigaciones caseras.

Cumplo 69 años. Me hallo muy cansado y abatido. He ido dejando de lado las consultas, los horóscopos, las charlas, los foros, las tenidas. ¿Para qué seguir? Desde que nací sufro de un mal incurable que con el tiempo se ha agravado y ya no lo soporto más: me adelanté demasiados milenios al resto y no soy feliz acá donde nací. Mi país me está matando por asfixia. Haré esto hasta que pueda: meditaré, me concentraré, escribiré, dibujaré para Dios y Ella e iniciaré al que lo quiera de verdad al Quinto Camino y la Fuerza K. Hablaré con los Elementos y los Invisibles, con los niños, los perritos, los pajaritos, que me entusiasman más que los adultos contemporáneos. Este régimen me bastará mientras sobreviva. Y después que pase la carretilla y me entierren en las alturas como todo un artista o filósofo que deseó el bien sin fronteras pero que jodieron y arrinconaron demasiado. No publicaré a menos que me lo pidan y sufraguen. ¿Para qué? Si no entienden ni papa y no les importa un bledo. Me estoy muriendo gradualmente y Shivá me espera. Soy el hombre de los finales. Del Final de los Tiempos. Sin exagerar, de 10 veces son 7 las veces que al sintonizar un canal de televisión apenas lo veo pues pocos segundos después termina el programa. ¡Increíble! Es una fija. Esto me ha puesto a reflexionar. Por eso, digo lo que digo y me asombro de que presienta tan bien la descomposición a mi derredor y constate cuán poco se puede hacer a estas alturas de la vida de nuestra sociedad que pareciera ir derecho a su fin -y sin lanzar muchos salvavidas. Esto no es la India de Yogananda.

Vivo en una sociedad transfuga e inconsciente
que piensa más que todo en pequeñeces, nimiedades, sandeces e idioteces y no tanto en la marcha precipitada
de ciertos eventos celestes y aerodinámicos que nos atañen globalmente. Así será hasta que el homo sapiens sapiens despierte de su torpor archimilenario y pueda descifrar y entender a cabalidad los sagrados agrogramas británicos que nos zumban a cada momento y de paso negreamos con crasa indiferencia y arrogancia.

Vivo en esta Venezuela que se precia de gorilas y humanoides que no se hartan de fomentar la guerra, llamar la atención sin escrúpulos ni pudor
y hacer crecer sus fortunas de la peor manera: matando a adictos e incautos o enfermos de la sangre.
A menudo me pregunto qué faltará para que los humanos contacten a su estación espacial
que brilla por su ausencia y no les manda suficiente oxígeno neón y helio o hidrógeno. Así será
hasta que salgan de sus modorras y se descubran a sí mismos escondidos en sus trampas egoicas muy lamentables que hasta grotescas y viles son. Qué más vale, un régimen corrupto rojo rojito, cuya implosión predije varios años atrás en Boulder, Colorado, o uno azul y multicolor como el que seguirá, si para estar adentro hay que ser parte de una mafia o clique, un grupúsculo, una secta. Prefiero el aire libre, oler el monte y el agua de la lluvia, tocar las piedras y el Firmamento. Yo jamás he militado en partido alguno aunque sí fui tentado una vez muchos años atrás a lanzarme a la Presidencia. Puedo decir sin mentir que los mismos lemas o slogans que pregona Henrique Capriles Radonski o HCR (quien comenzará un nuevo ciclo prometedor en 2013) los pensé o inventé mucho tiempo antes, amén de los que faltan, como el de abandonar la capital y sustituirla por otra al sur que no sea barrida pronto. Parte de nuestro prâna particular. Nada especial.  Los visionarios, profetas e hipersensibles se adelantan siempre al curso de los Tiempos y ven mucho más allá que el resto. Y así he sido siempre en muchas de mis encarnaciones previas, como Dumuzi, Sen-en-Mut, Akhenâten-Moisés, Pericles, Alejando de Macedonia, Juan el Evangelista, Agustín de Hipona, Padmasambhava, Chinggis Khan, Francisco de Asís, Leonardo da Vinci, Nikola Tesla, Bo Yin Ra, etc, etc. ¡Pero hoy qué pito tocan los futuristas! ¡Hasta son mal vistos, desdeñados, ridiculizados, auyentados o silenciados!

Cumplo 69 años y sigo creyendo en mis visiones y sueños de niño cuando notaba la electricidad
en el aire y las acciones de los elementos agitando la atmósfera y hasta la exosfera que presentía e intuía.
Escribiré y pintaré hasta que pueda y no pierda el horizonte de Horus que piso y observo a cada rato.
Sigo sin poder darme a entender ni en español ni en guajiro ni en swahili. Me pondré a pelar papas.
No importa con tal que el Hacedor Supremo se siga comunicando conmigo y me susurre en el oído.
Mi estación espacial pasa por encima de todos los continentes y todas las islas y atraviesa las nubes
dejando caer su maná cada vez que sea necesario y oportuno. No importa si nos leen muy poco ahora
y nos ignoran por ignorancia o miopía y vista cansada. La presunción debemos dejarla fuera. No es esencial. Basta darle a la Luz la respuesta que espera de cada uno y una desde su nivel espiritual y relacionarse con Ella.

¡TOQUEN LAS FIBRAS DEL UNIVERSO! ¡SALGAN DE SUS CLOSETS Y BAÑOS! No será muy largo este poema. El juego de fútbol de España con Italia va a comenzar. Otra muestra y ciclo más de ganancia y pérdida que se amplifica a todos los órdenes de la vida. ¿Podrá la Tierra pasar a un nuevo estado sin tanto desbarajuste y descontrol? ¿Qué hará con las manchas solares y los dos ciclos, uno micro, de 11 años y pico, y, otro macro, de 11 mil años y pico, que terminan más o menos fiel y violentamente, los cuales presentí en Violeta Siete, a los 20 años, mientras recorría París en autobús, en metro o a pie? ¿Verá concurrencias y correspondencias o simples juegos de números deshilvanados y sin son ni ton? ¿Hasta cuándo serán tan incrédulos y soberbios algunos científicos, políticos, militares y periodistas? Lo sabremos muy pronto. Lo cierto es que la Humanidad sigue atada a costumbres obsoletas, desfasadas y anacrónicas y no se ha dado cuenta todavía que debe transferirse a una nueva órbita, rotación, traslación, nutación y plano existencial y que su grandilocuente estación espacial debe actualizarse y modernizarse a como dé lugar so pena de regresar a la Edad de Piedra. Sino el tren bala pasará por delante de nuestras narices y no sabremos ver los parajes bucólicos e idílicos que nos quisieron enseñar los Christos celestiales que nos miden y sopesan y miran con lupa.

Basta de sermones y manos a la obra: la Real Alquimia que Isaac Newton respetó tanto pero que hoy tampoco entienden cabalmente los académicos de la Historia y de la Ciencia Experimental y Especulativa. Por eso hacen tanta falta líderes y jefes visionarios e iniciados hasta la médula de los huesos que sepan separar el grano de la paja y comprendan el sentido de las señales en el cielo. Mientras tanto estamos desamparados en medio de tanto caos e incertidumbre. Menos mal que aún me quedan algunos amigos y amigas de verdad. La Fraternidad es el Sol del Alma. Y que tengo una buena esposa, reina e imperatriz una pila de veces y hasta luchadora corajuda en Inglaterra contra los romanos y antes los egipcios, que me ha acompañado varios millones de años y sigo unido a ella. Y unos hijos y nietos que amo mucho y me hacen reir. Y unos padres que quise mucho aunque a veces teníamos nuestras diferencias. En fin, cuando me vaya de este plano, y sólo un MILAGRO, un PRODIGIO, me salvará en los próximos 9 meses aproximadamente, espero dejar atrás mucho sufrimiento, desgaste, indigencia, desolación y frustración. Quedará mi obra escrita y pictórica y cuando fui hippie y fuimos revolucionarios y rebeldes. Nací en 1943 en un país que sigue siendo muy salvaje y primitivo. Me cuesta vivir en una tierra donde sus habitantes son tan insolentes, desordenados, desorganizados, informales, peleones y destructivos o sadomasoquistas. No lo entiendo. En eso soy muy suizo, alemán, inglés, gringo, hindú, heleno y maya. No entiendo porqué hay que vivir al revés, tolerar la falta de respeto, admirar la neurosis y el cólera, la mala educación y tocar corneta a cada momento. Los venezolanos y las venezolanas han perdido las buenas costumbres que los verdaderos masones veneran en sus círculos. En eso estoy con Alberto one hundred times. Terminaré con una buena nota pues me desahogué. ¡Zape y mosca! Id en paz lo más posible. Amaos los unos a los otros porque en verdad sois una familia. Así os creó el Cielo.

Escucha entonces. Eres lo que apunta tu flecha. El blanco. La diana. El reflejo que el Sol te marca porque te quiere. Y esto otro. Después del bosón de Higgs descubrirán el psión atoniano de Boulton. Pero éste es inasible y ditirámbico como es la Magnificencia del Gran Espíritu -Wakan Tanka para los sioux de las Grandes Planicies- que lo mueve todo y resulta que es humilde, no cuesta nada, no necesita un CERN en Ginebra para que lo detecten y atrapen. Su "forma" es geométrica, como la Flor de la Vida, que fue precisamente el símbolo de la Revista Haoma y las Ediciones Haoma que promoví entre 1967-1971 y saqué de un viejo manuscrito alquimista sobre talismanes, amuletos, grimorios y grabados (mostrados en esta entrada aquí abajo). Así son las cosas, según Óscar Yanes. Hari Om Tat Sat. Gurū Gurū Wāhe Gurū.