Ramsés Majestic 9751 transportado a Longmont, Colorado, antes de la Gran Catástrofe. Composición del Autor. Caracas. 2010.
Ningún valor es eterno, único, radiante y potente constantemente excepto aquel que pertenece al mundo divino mientras que los valores mortales son, como lo dice su nombre, deleznables, variables, y al final putrefactos, perecederos, corruptos y renovables. Pero hasta que los humanos en la Tierra no lo vean así habrá carestía, inestabilidad, dolor, sufrimiento y guerra, una multiplicación de peleas, conflictos, discusiones, odios, confusiones, enfermedades y agonías incontrolables e interminables que no llevan a ninguna parte. ¿Por qué? Porque los humanos no se fían unos de otros, no establecen alianzas, pactos y sociedades justas e íntimas, éstas son más que nada hipócritas, retorcidas, infieles o egoístas, se respetan y toleran muy poco entre sí, se aman muy poco unos a otros, tampoco se conocen bien entre ellos, no se comunican con los demás reinos de la Naturaleza salvo en casos excepcionales y desesperados y les dan buenos ejemplos de sabiduría y convivencia y finalmente tienen una serie de ideas erróneas sobre la jerarquía y el nivel de conocimientos y responsabilidades. La magia negra a todos los niveles los termina siquitrillándolos. Por eso la crisis económica y financiera, comercial e industrial, es en esencia una crisis mayúscula de valores y actitudes. Su fundamento se halla en el mal manejo del corazón y de la mente de los hombres y de las mujeres de este planeta, en su pésima visión de las cosas, en su filosofía de todos los días y todas las noches que no les permite ver y constatar que el Dios, que está presente en todo cuanto está a su alrededor y en su propio interior, no es una simple conjetura o un ícono pintado en la pared al que le oran cuando están sollozando y sufriendo. Hasta que no interactúen con Dios de un modo más sincero y consciente no van a poder resolver sus problemas, graves de por sí, por ser tan duros de corazón y no cultivar sus inteligencias innatas y espíritus que Dios les prodigó y endilgó en un momento dado en sus manifestaciones de existencia y ciclos de destino. Es muy lamentable ver, por ejemplo, que la Organización de Naciones Unidas es incapaz de que prevalezca la paz en Medio Oriente y Asia Menor y que la pobreza desaparezca en África y en el resto del mundo subdesarrollado en el planeta. En consecuencia, no veo cómo podríamos evitar o salir de los atolladeros sociales, astrofísicos y geofísicos que se nos están presentando si no somos capaces de unirnos y de ser solidarios unos con otros. El Sermón de la Montaña sigue tan vigente hoy como hace dos mil años al igual que los proverbios, dichos y refranes populares originados en meditaciones e iluminaciones salidas de las tradiciones orales y escritas de muchísimos pueblos.
Los valores materiales no se pueden separar de los valores espirituales. La corriente alterna que recorre a ambas especies y categorías así nos lo indica. Hay que balancear el yin y el yang constantemente para que el flujo de electricidad y el poder biomagnético y geomagnético no se caigan y puedan seguir dándole vida a nuestros intereses y productos porque, a fin de cuentas, no se puede separar lo que Dios unió cuando creó el Kosmos y nos dio Su corriente y la existencia. Tanto la economía como la estética, la ética como la biología, la arquitectura como las bellas artes y la minería, por nombrar unas cuantas ramas del saber, son hermanas y descienden de un mismo caudal, un mismo origen, un mismo ser. Yo la llamo Fuente o Manantial. Lo he visto tal cual desde que comencé en mi adolescencia a buscar respuestas. No entiendo porqué los humanos acá no se dan cuenta de que todas las ramas del saber y del ser son hermanas, que además se deben unas a otras, se necesitan unas a otras, con el justo fin de que la Vida continúe y mejore sin fin, perpetuamente, siguiendo un orden, una armonía y una secuencia genial y admirable matemáticamente probada trillones de veces al día. En verdad que sigo sin entender a los terrícolas. No entiendo sus odios fratricidas, su crueldad, su desinterés, sus miedos infundados e irracionales, su imaginación descarriada, sus insanas luchas de poder, su avaricia y codicia, sus celos enfermizos, su ira salvaje, sus traiciones. Parece que tienen una cabeza volteada. Se les dio un planeta hermoso, fértil, pródigo, inusual, y sin embargo no son felices, no saben cómo serlo tampoco, y no se dan cuenta que para serlo deben vivir de acuerdo con unas normas simples y llanas, transparentes, traslúcidas y cristalinas en esencia, como cristalina es el agua pura, dulce y potable. ¿Por qué no despiertan? ¿Tan penetrante es la magia negra que los robotiza, esclaviza, anubla sus sentidos, engalleta su intuición y voluntad? ¿Que los contraría y antagoniza sin tregua? ¿Será otro experimento de vida que deberá ser anulado y borrado de los mapas celestes? Las mitologías de todos los pueblos lo han considerado en sus crónicas y anales. Los dioses y las diosas han llorado mucho.
Mientras Europa, EE UU, China, el Primer Mundo y los demás Sectores de la Tierra no se fijen en la sabiduría del Conocimiento Cósmico, presente en todas partes de nuestro mundo de cuantiosas maneras y en innumerables ocasiones, que los naturalistas podrían señalar, la Buena Educación y la Cultura Universal no prevalecerán y los pueblos y las naciones seguirán oscilando de la paz a la guerra y de la guerra a la paz, de la prosperidad a la miseria, del avance al retroceso, del esclarecimiento a la oscuridad, ad infinitum. ¡Qué péndulo más loco! ¡Qué incertidumbre y desequilibrio! El Efecto 2012 está sobre nuestras cabezas. ¡Quien no se sacuda por dentro no verá las señales en el cielo y en la tierra y los agrogramas que nos pintan los Maestros y las Maestras Interestelares nos parecerán muy poco comprensibles, hasta les prenderemos candela por ignorancia, nihilismo, soberbia y estupidez!
No entiendo a los terrícolas y sus costumbres tan bárbaras e insensatas y a ratos tan criminales. Sólo una minoría selectiva, sabia, disciplinada, organizada, solidaria e inspirada, ajena a las vulgaridades, frivolidades, mezquindades e inconsciencias tan populares de nuestros tiempos que, ya debería saberse muy bien, hipnotizan y ponen a dormir de día y de noche y hacen que el aura se oscurezca y le salga humo cambiará su nivel de vida, entenderá el valor real y sagrado de las cosas y será un valor agregado para la Creación del Ser Supremo de las Galaxias Interconectadas, Sinérgicas e Interdimensionales.
Ramsés 333 a solas con escafandro y aureola. Composición del Autor. Caracas. 2010.
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