Detalle de Faraón y Faraona de la moldavita al pie de la nubira preludio una lluvia. Composición del Autor. Caracas. 2011.
Sal a volar que verás las semillas de Dios
repartirse por el mundo que las desea saborear e incorporar a su patrimonio de todos los tiempos como lo hizo Ludwig van Beethoven en su Sinfonía "Pastoral".
Yo no sé con exactitud cristalina
cuándo fue que me enamoré del trigo y los demás cereales de la buena Ceres del Adriático y el Egeo
si fue en Egipto o en Alemania
3.000 5.000 7.000 9.000 11.000 ó 13.000 años atrás
cuando estaban por cambiar violenta y precipitadamente las corrientes eólicas y náuticas
después que terminó la última Era Glacial
y los glaciares dieron paso a verdes pastos y colinas fecundas
si fue cuando quisimos orientalizar a Occidente
o cuando decidimos occidentalizar al norte escandinavo
con nuestras especias y sedas ultrafinas
pero el pan ha debido impactarme y sobrecogerme a tal punto que jamás sacaré del alma
el piano del trigo y el violín de la cebada
o el arpa eólica del arroz que chupa y sopla sin parar su trombón
y menos aún el xilófono del maíz amarillo o azul
que tanto nos gustaba cuando lo mezclábamos con chocolate y nos extasiábamos de noche
viendo las bellezas del real arco real del cielo que seguimos honrando y apreciando
aunque no vivamos más en Mesa Verde o al borde del Guadalquivir.
Yo no sé con exactitud cristalina
cuando fue que vi cuán civilizada era la harina del pan que amasábamos con sumo respeto
porque la planta nos cambiaba el espíritu animal que queríamos descartar
pues ya no podíamos comer carne molida y tragar sangre de cervatillo
y si eso puede que revuelva el estómago
millones hoy continúan comiendo como panteras y ocelotes
descuidando su salud que les vino de los microbios y las bacterias a bordo de meteoritos y meteoros
que los Amados Maestros y las Amadas Maestras de la Aurora nos hicieron ver y examinar
para que jamás olvidáramos que somos en parte de la tierra de Isis y del aire de Chac.
Quiero pues atestiguar de nuevo mi respeto por el trigo de Baldr y Osiris
por el agua de Ishtar con que los sacristanes preparan el sagrado pan de la comunión de Jesús
que siguen sin entender los terrícolas que se dejan enredar por los déspotas y tiranos de turno
como los que tenemos hoy por delante y por detrás a diestra como a siniestra
de la Cruz Cósmica de junio y julio de este año.
Valga pues mi canto al cereal que tanto hizo avanzar a los pueblos semidesnudos de ayer
para que dejaran atrás su animalidad tan atosigante y limitada frente a los Elementos
que Paracelso y Agrippa estudiaban y observaban con concentración en sus talleres iniciáticos.
Me despido pues a la luz de Cybertribe y su Immortality que me eriza los pelos y los polos.
Ya saben Arriba que al futuro hombre habrá que mezclarlo con nuevas neuronas y poderes
con nueva sangre del Levítico
para que se creen nuevas capas celulares y puedan nuevas semillas germinar y dar buenos frutos
y distribuirle a la futura hembra nuevas resinas que no se echen a perder ni sean disueltas por el Olvido.
Que la Memoria Atómika nos libere y nos deje el campo libre
para que como bisontes y mustangos podamos correr a nuestras anchas
entre campos cultivados y decorados con sacra geometría celta
que las personas del futuro sabrán reconocer y agradecer
pues ellas conocen cuán telépata es el pan que levita y se une a la Creación más allá del Mal
que pus y vómito producen en las mentes constipadas y diarreicas o ajenas al Bien
que hornea su pan y muele su cardamomo y sésamo al pie de las colinas y tepuis
que nos van a salvar de un Desastre próximo que no se pudo evitar.
Escribo esto en el día del Bicentenario de la Firma del Acta de Independencia en 1811
bajo un parque de araguaneys jacarandás bucares apamates palmas jabillos y ceibas
porque pienso que no estamos aquí pintados en la pared
y porque el pan de la convivencia debe ser compartido y asimilado sin divisiones tontas
y así como del éter y el plasma proviene todo lo que consumimos
del gas y el polvo se origina la vida
de las estrellas sale el ansia de vivir
de las novas la obligación de reencarnar
de la Mano de Dios el gol que rompe paradigmas
y de la lengua de la Diosa que nos mama y nos masturba a la cubana
también de la masa de la tierra emerge el gluten que nutre nuestro cerebro cardiovascular.
Sé. Invierte. Produce. Crea. Construye. Emprende. Innova. Industrializa. Fabrica. Manufactura. Insemina. Disemínate. Irrádiate. Sal afuera. Lánzate. Reluce. Multiplícate. Da. Regala. Comparte. Perdona. Ama. Humaniza. Son 24 Mandamientos para conseguir una buena armonía realización y convivencia general.
La Divinidad en ti te lo pide y exige para que te alimentes del pan celeste
que debes dárselo también a los demás si te lo piden y exigen.
Quien observe todos los ingredientes de esta vieja ley védica cumplirá y obtendrá clarividencia
dejando que otros y otras trabajen en consonancia para el Bien Común
con tal que limpien su ojo y sean la sal de la tierra
que se le echará a la masa con mucha sabiduría
para que pueda acabar en nuestra boca
y nos acerque a los demás sin agendas fascistas e ideologías fanáticas
porque la clarividencia del pan da calor y limpia la retina y la pupila de cualquier mal Ka.
Que canarios y españoles sean nuestros huéspedes en nuestras casas de adobe pisos de ladrillo tejas
e infinitos materiales de construcción y paisajismo.
¡Y bien, ¿adónde fueron a parar Boves, Hitler, Gilles de Rais y Mesalina?
¡Búsquenlos en Xibalbá!
¡Sabrá Alá y la Santísima Trinidad de Antonio Estévez que hoy escuché de nuevo!
OM.
El Señor de Sirius se apiade de esta Venezuela tan confundida como vulnerable
para que salga pronto del Kraken que quiere engullirla.
¡Sabrá Dios!
Por cada Anticristo hay 9.000.000.000 de Cristos
con admirables Bas y Akhs
que saben hornear el pan de cada día
y bajarlo con vino de Altagracia.
Para terminar insistiré en lo siguiente:
de no honrar y comunicarnos
con nuestros Tatarabuelos Sidéreos y Telúricos
cometemos un error gravísimo.
El pasado y sobre todo el muy lejano pasado conectado con Otros Mundos
nos sirve para preparar un pan mejor y más nutritivo
más suculento y más valioso
sin el cual ni entenderemos nuestro presente
ni nuestro porvenir en el Universo.
Somos hijos e hijas de nuestros huesos huellas fósiles y soles inmemoriales
y si los despreciamos porque de ignorancia se trata
no hay nada peor que creer que somos la última Coca-Cola del desierto.
La Independencia tiene sentido si nos vemos como eslabones de un Progreso Multidimensional.
Caracas, 5 de julio de 2011