¿Porqué hablar de faraones, faraonas, reyes, monarcas, realezas e imperatrices? Porque creo en el principio divino, en la tradición estelar, instituida por los Buenos de la partida que vinieron de las estrelllas en sus ‘carros de fuego’a civilizar los aborígenes terrícolas. Lamentablemente con el tiempo el principio real se perdió, se corrompió y degeneró. Pero el modelo sigue vigente pues es un procedimiento cósmico originado en las Alturas de las Cumbres. Nobleza obliga.
Djêd Fulgurante y en su espalda de colores el divino ADN-ARN cosmogenético con fondo musical de Bedrich Smetana y Anton Dvorak. Obra del Autor. Caracas. 2006.
Las 337 ilustraciones que reuní hace poco para conformar la “Serie Egipcia” cubren casi dos decenios de mi vida.* Sólo incluí en la lista las hechas después de abril de 1995, a mi regreso de Alcobendas, cerca de Madrid, donde estuve menos de 2 años, cuando comenzaron a hacerse las primeras imágenes para ilustrar el texto del cuento espacial, Kadonai: El Niño de Arriba, que tiene mucho de egipcio y oriental, comenzado en un piso 13 en Los Palos Grandes, en septiembre de 1986. También incluyo en esta lista aquellas otras que han tenido como tema principal lo nilótico y lo religioso, esotérico, sacramental, ceremonial, parapsicológico, monumental e impactante influenciado de un modo u otro por esa cultura tan extraordinaria como erudita que emergió del Antiguo Egipto y dejó su huella en buena parte de la civilización occidental, mediterránea, islámica, asiática y oceánica. Esto se debe a que por los meridianos o líneas de longitud reales de la esfera terrestre, las coordenadas ecuatoriales y un determinismo geodésico cosmológico, real, verdadero, el Meridiano Principal de la Tierra (0º) atraviesa o cubre el Delta del Nilo y a la vez este Meridiano Principal está en sintonía, resonancia, sincronía, con el meridiano Cinturón de Orión, en especial con Al Nitak o Zeta Orionis. Hace tiempo que por intuición sé esto y no porque lo he leído en alguna parte en particular. Es lógico que esta constelación ejerza tanta importancia e influencia en nuestro planeta, sistema solar y galaxia, nuestra parte del orden celestial, porque el modelo interestelar de Orión ha servido de matriz para nuestro desarrollo como especie inteligente y espiritual. Basta ver la importancia cardinal de Orión en nuestra Historia a tal punto que el alma de Osiris se consideraba estaba conectada con Orión. Este ancestral pedazo de sabiduría lo conocían y respetaban los sacerdotes nilóticos. Ya que Egipto fue inseminada, incubada, colonizada y civilizada por la gran isla de la Atlántida o Aztlán, en náhuatl, así como por civilizaciones extraterráqueas (al igual que las grandes culturas en el pasado), resulta lógico que nuestro saber provenga en gran parte de lo que emergió a lo largo del río Nilo y sus cataratas y se guardó durante mucho tiempo en templos, bibliotecas y obeliscos. La razón es sencilla: es geográfica. Considero que la estratégica península ibérica, que hoy conforma a Portugal y España, muy próxima a Francia, Marruecos y Egipto, ha servido de puente y crisol a muchos pueblos, razas y tradiciones durante innumerables milenios. El sueño del erudito rosacruz y maestro shakesperiano Francis Bacon de hacer de América una Nueva Atlantis era puro atisbo profético, una precoz visión iniciática. Por ejemplo, lo que han conseguido en muy pocas centurias los hombres y las mujeres de todas partes del mundo que llegaron a construir y coexistir en los Estados Unidos de Norteamérica me parece realmente asombroso y espectacular. En poco tiempo este país ha creado un concepto de la velocidad y del ingenio humano y sobrenatural que llega a niveles insospechados. Así es cómo opera la fuerza de Urano: a toda velocidad, de un modo insólito, inaudito, diferente, sorpresivo, intempestivo, novedoso y fantástico. La grandeza de este país, que vio una sinergia entre iroqueses, francmasones y cuáqueros, y luego afroamericanos, radica en que le abrió las puertas a todo el mundo aunque ha tenido que aprender que sólo con amor, amplitud, paz y amistad se forjan nuevos y buenos horizontes que beneficien al colectivo. América toda debe aprender que lo mejor del pasado es la piedra fundamental para levantar nuevas y buenas cosas útiles a todos y todas. Lo que hay de mejor en el continente americano se lo debemos en parte al Antiguo Egipto que lo traspasó a Francia, a través de la flor de lis, y de acá pasó a América o la Amerrique. Asimismo, no es por casualidad que latinos y chicanos se estén convirtiendo en la minoría más numerosa en los EE UU. Mucha información se sabrá mejor dentro de muy poco cuando la Esfinge lo ventile.
En mi lista no he incluido ilustraciones hechas con creyón, marcador, bolígrafo, acuarela, gouache, tinta, pastel, carboncillo, a excepción de un cuadrito de París, de 1964, como las que acompañaron mis primeras obras literarias (1962-1969). También fue en París y México D.F., durante la época épica y heroica de lo ‘60, que arrancó mi gran interés por el Antiguo Egipto –a la vez que por la India, Nepal, Tíbet, Mesopotamia, Mongolia, China, Japón, México, Guatemala, Perú, Bolivia, Polinesia, etc- ya que se me ocurrió introducir en la sección profética llamada “Afrika”, al inicio de “La Vía Sagrada”, en El Orgasmo de Dios, el famoso himno a Âtén (Atón) del rebelde hereje faraón Akhenâten.
Pero hay algo que debo y quiero añadir por justicia respecto a nuestras vidas anteriores: hay que puntualizar que el racismo, el culto a la sangre pura, la voluntad de dominio y la devoción al espíritu solar no los inventaron Hitler et alia. Ellos forman parte de creencias, doctrinas o mitos trascendentales muy antiguos, ciertamente heredados de seres extraterrestres del bajo astral que corrompieron a más de uno y una. Toda la Tierra está impregnada de estos credos y de sus abusos, excesos y mentiras, sobre todo sus religiones, sectas y sociedades filosóficas ocultas, que se han enemistado, guerreado y destruido una y otra vez entre sí. Tanto nazis alemanes y austríacos como judíos, hindúes, ingleses, españoles, aztecas, quechuas, polinesios, chinos, mongoles, indonesios, árabes, ad infinitum, creían en una raza superior (¡la suya!) y si esto parece exagerado basta leer a helenos y mesopotámicos para darse cuenta de que la lucha entre titanes, dioses y mortales, o entre clanes, tribus, castas y familias ha sido algo que ha estremecido los cielos y nuestro mundo tan convulsionado e inestable aunque brillante y milagroso cuando le ha sido posible dominar y controlar al Mal.
No sé si el problema es a nivel del sistema nervioso central, de los neurotransmisores, sensores y activadores, de los archivos e impresiones recibidas y copiadas, de que los centros de poder o çakrãs están dañados o rezagados y no trabajan a su capacidad completa, de que hayan tantas neuronas sin usarse o subutilizadas, en estado de conmoción, parálisis, suspenso, o definitivamente quemadas, o de la sangre mala y pobre por falta de suficiente oxigenación y de respiración inadecuada y dirigida que administre pulmones, bronquios y corazón, de rollos en la columna vertebral y mal uso de las glándulas sexuales y reproductoras. Pero de que el nudo gordiano está en la cabeza y se propaga al bulbo raquideo y la médula espinal está muy claro y esto a mi juicio es gravísimo. Entonces puede ser, como señalo en la última pintura de esta “Serie Egipcia”: Faraón Vortex in Extremis del Triángulo de las Bermudas y del Triángulo del Dragón y Mar del Diablo junto con el Khristos del Ecuador Celeste trabajando con delfines para la Osa Mayor, la Osa Menor, Aquarius y Leo, que hará falta no sólo una limpieza y purificación a nivel geofísico, geológico, natural, sino asimismo a nivel humano y elemental o bioquímico, porque la Historia nos prueba que el ser humano ha estado y está seriamente enfermo. Pienso que en parte la enfermedad, el mal, se debe a una secuela de interrupciones y desórdenes psicofísicos causados por la vida que el género humano ha debido llevar y sobrellevar a lo largo de varios millones de años. Los desórdenes, los ires y venires, vaivenes y subibajas, las vibraciones y oscilaciones dramáticas y extremas a nivel de su medio ambiente que le han imposibilitado llevar una vida plácida y progresiva lo han enloquecido y traumatizado a unos más y a otros menos y este cuadro patético y doloroso aparece en su historia médica, en el genoma humano. Los resultados están a la vista. Incluso hoy los terrícolas humanos siguen tratando de liquidarse unos a otros por pendejadas e ilusiones. Eso significa que no se dan cuenta que Dios los puso en un paraíso en potencia que se niegan a reconocer, admitir y santificar. Este mundo parece un manicomio, un asilo para idiotas e imbéciles, un centro de reclusión, un penal para homicidas y violadores reincidentes y maniáticos incapacitados para vivir en paz y sana compañía porque parece que de poco les valió que se inventara la democracia y se publicaran los Diez Mandamientos, el Sermón en la Montaña y los Derechos Humanos. Salir a la calle aquí en la ciudad de Caracas es como ingresar a la arena romana, al ruedo taurino, o al Chicago de Al Capone. En verdad que no entiendo bien esto que llaman revolución chavista o bolivariana que más bien parece un estropajo de verdades y virtudes.
En conclusión, parece inevitable que un nuevo colágeno o ADN, una nueva raza humana se propague por el planeta y sustituya a la actual en vista del pobre resultado tras millones de intentos y pruebas fallidas por alcanzar la felicidad, la cordura, la genialidad, el progreso, lejos de la violencia, el odio, las bajas pasiones. A nivel local o regional (Venezuela, América Latina) y a nivel global, salvo poquísimas excepciones, vemos tantos casos lamentables y hasta increíbles y sin razón. Tenemos gobernantes, líderes, jefes, maestros, etc, que más que nada quieren embrutecer y atropellar a quienes gobiernan así como a quienes entran en su contacto. El problema es médico, es de salud e higiene psicomental, que pareciera estar fuera de control porque existe una “infección”, “desviación” u “obstrucción” neural, cerebral, psíquica -psiconeuroinmunobiológica-, a nivel planetario, que hace que en vez de construir y embellecer los humanos se empecinan en destruirse entre sí progresivamente con argumentos y armas cada vez más letales. Es una pandemia hereditaria tenaz que ha atacado a todos los grupos humanos y no ha sido posible erradicarla a pesar de los sacrificios e inmolaciones de innumerables devotos, santos, Avatãras y Bodhisãttvas. Termino estas acotaciones manifestando que a pesar de haber sido a menudo ungido socialmente no puedo sino lamentar no haber podido impedir que esta pavorosa demencia contagiosa acabara. Creo que la sucesión de catástrofes, calamidades, hecatombes, alteraciones e involuciones magnéticas y geográficas y hechos desafortunados que han sacudido a nuestra Tierra periódicamente por causas naturales o humanas pudieron crear y esparcir por el cerebro humano y su córtex una especie de neblina viral y tumoración caníbal que devora células vivas sin que pueda pararse causando traumas y bloqueos psicológicos, fisiológicos y espirituales que parecieran no tener remedio seguro. Si lo hay, reside en el campo de la medicina, el psicoanálisis, la psicología, la psiquiatría, la mística, la nueva ciencia integral, humanística-holística, el arte religioso, la nueva arquitectura alimenticia y yerbatera, la yoga; pero no es prudente sentirse muy optimista porque los desafíos son inmensos y los resultados no son necesariamente previsibles e indudables. Dependerá del proceso ya en marcha que no tiene su origen en el planeta o el sistema solar sino en los confines de la Vía Láctea de los Cromosomas Intergalácticos cuyo número es infinito. Sólo diré que el género humano ya está viviendo grandísimas pruebas. Será cuestión de alinearse con el Santo de los Santos que por dicha y conmiseración hacia nosotros y nosotras resuena en nuestro corazón cada vez que latimos o ponemos nuestra cabeza en Su seno. Con la Fuerza K del Santo Kadosch, que se ilumina en forma de flor radiante, llegarán la paz y la seguridad. Quienes sobrevivan a los Grandes Cambios anunciados por todas partes deben saber que éstos serán otra prueba más que deberán sortear y superar pero de no recibir ayuda externa por parte de los paramhãnsas del Cielo les será sumamente difícil y comprometedor tener éxito. Lo anhelo con amor, fé y esperanza. Dios no desampara.
En suma, gracias a mi primer maestro en esta vida, el genial psicoanalista vienés, Sigmund Freud, a quien le debo tanto, aprendí que esa porción de nuestro mundo interior, órfico, hermético, simbólico, onírico, revelador, metafísico, gobernado por el hemisferio o cerebro derecho, que nuestra civilización aún no toma demasiado en serio o pone en duda y negrea injustamente, debe analizarse, examinarse, evaluarse, reconocerse, apreciarse y amarse objetivamente, hasta volverla una herramienta de avance, mejora, desarrollo y constante uso. Él pertenece a la esfera del Eterno Femenino que mi otro maestro, Friedrich Nietzsche, quiso sacudirnos y desglosarnos en sus admirables escritos. Resumiendo, el legado egipcio ha sido fundamental en mi obra y hoy más que nunca entiendo que sin el aporte de Oriente jamás Occidente encontrará sus 2 Columnas y Ara porque a fin de cuentas somos depositarios de una grandiosa cultura cosmopolita, integral, global, unitaria y estelar que debe ser bien entendida y practicada. Mi obra, desde el inicio, gira en derredor de un sol hermafrodita o bipolar constituido por una radiante pareja divina, llámese Osiris-Isis, Shiva-Parvati, etc. Será por el minidwadashãmsa en Sagitario y el mini-dwadashãmsa en Akuario en mi ASC del León, por el Sol en Géminis y la cuadruple conjunción Urano-Luna-Saturno-Mercurio en Tauro, en la Casa X, que hace que vea la vida cual poeta-filósofo-artista-sabio-científico-yogui a menudo contra la pared: una unión entre opuestos, una vía sagrada para realizar un objetivo místico trascendental, sin límites, libre, búdico. No obstante, en nuestro tiempo el Dhammapada no es para todo el mundo. Como bien señalaba Gurdjieff, es aún una minoría a la que realmente le interesa la Iluminación.
Post Scriptum. Habiendo terminado de requetecorregir este texto es cuando vengo a saber de la existencia del término astrofísico y astronómico “tsunami solar” y de su efecto sobre el geomagnetismo de nuestro planeta (igual debe pasar con los demás planetas del sistema solar aunque a escalas diferentes). Ahora bien, pienso yo: si existen los tsunamis solares, deben existir los tsunamis interestelares, los tsunamis intergalácticos, etc, porque de hecho todo es vibración, onda, repercusión, eco, resonancia, bumerán. Quizás el término “tsunami solar” sea un descubrimiento reciente (¿1990-2000?) pero este tipo de colosal efecto magnetohidrodinámico que involucra una violenta eyección de masa coronal ha estado sucediendo a escalas local y cósmica desde la Noche de los Tiempos. No se creó de la noche a la mañana porque alguien lo avistó de repente. Sólo que ahora lo descubrieron los científicos modernos y me imagino que han habido otros astrónomos antes que también lo observaron pero lo distinguieron con otros nombres y de modos distintos. Creo que el tope o máximo del Ciclo Solar 24, entre 2012-2013, producirá en la Tierra efectos muy importantes con fortísimos tsunamis solares que desencadenarán tormentas solares y sobrecargas explosivas que podrían alterar nuestra infraestructura y la biosfera y producir graves daños que no se van a poder arreglar inmediatamente. Si sucediera lo que Patrick Geryl y otros pensamos, pudiera ocurrir una verdadera catástrofe a nivel mundial pues hoy día la Internet y los celulares, por ejemplo, nos unen en un santiamén. Mucho dependerá de nuestros escudos magnéticos que actuarían como antivirus o pararrayos astrales aunque esto no se ha podido experimentar a gran escala todavía. Ignoro a estas alturas qué medidas tomarán los países muy al norte y muy al sur de las latitudes geomagnéticas del planeta. Tampoco sé hasta qué punto aguantarán las personas un cambio geomagnético o geográfico grave. Como dije párrafos atrás pongo en duda cuán centradas y equilibradas están las gentes hoy día y cuán fortalecidas están físicamente. Por otra parte, no vamos a estar solos y solas en armar este escudo protector terrestre. Sé que vamos a contar con ingenieros interespaciales que nos quieren. La Fuerza K con su orgón tan particular y supervalioso nos servirá de apoyo. Lo sé de corazón. ¡Que Edvard Grieg, el gran compositor noruego, nos oiga, insufle y acelere a velocidad taquiónica!
Faraón Vortex In Extremis del Triángulo de las Bermudas y del Triángulo del Dragón y Mar del Diablo junto con el Khristos del Ecuador Celeste trabajando con delfines para la Osa Mayor, la Osa Menor, Aquarius y Leo. Obra del Autor. Caracas. 2010.
* ¡Ojo! Si está interesado o interesada en adquirir el CD de los Faraones y Faraonas de la "Serie Egipcia" y lo que vino de Atlantis, Lemuria, la Hiperbórea y los Cielos, favor escribirme a mi dirección electrónica y poner todos sus datos. El precio en bolívares fuertes es de 337,oo., a razón de un (1) bolívar fuerte por cada ilustración. En dólares o euros el precio está por convenirse. Todas las ilustraciones vienen en formato PDF. También están a la venta varios CDS y DVDS donde aparece digitalizada gran parte de mi obra literaria y pictórica excepto algunas de las obras publicadas formalmente. Muchas gracias en caso de interesarse. Hari Om Tat Sat.