El Anuncio de la Profecía. Suite Santa Fe. Obra del Autor. Caracas. 1989.
Preámbulo. Aún no puedo explicarlo perfecta o claramente. Sólo sé que algo, puede ser una voz, mi iónico daimon de plasma, me susurra, de un modo súbito, nebuloso, brumoso, críptico, persuasivo, manifestándose entre truenos, destellos, fogonazos y meteoros, desde bastante tiempo para acá, que dentro de poco nuestro mundo se consumirá, que el eje «kundalíneo» de la Tierra será tan sobre- excitado que variará y se enderezará drástica y considerablemente pero de un modo gradual, gestándose un cambio de masas, polos y estaciones. Aún no sé con exactitud o infalibilidad astronómica, matemática y geofísica cuándo todo esto será; sólo sé que sucederá y punto. Por eso, como a los 19 años, muy inquieto e insatisfecho con el mundo que veía a mi derredor, me propuse anotar y recabar información veraz, profética, hermética y científica al respecto y demás asuntos colaterales y desde Roma (1961) lo que escribía era ciertamente de corte apocalíptico, muy sombrío y tortuoso, pues andaba afligido y muy preocupado. Creo que nací bajo una estrella que me ha hecho tener un pie en el presente y otro a la vez en un pasado remoto y un futuro próximo. En vista de lo cual puedo presentir en el aire lo que va a ocurrir o lo que tuvo lugar miles o millones de años atrás. Me es fácil recorrer eones. Siento pasión y mucho respeto por las sociedades primitivas y arcaicas, como la roja, polinesia, dravidia y khmer, por nombrar cuatro, y por las personas que conservan y mantienen sus instintos, cultivan sus intuiciones, liberan su imaginación y sentido de lo abstracto, fenoménico y mítico, y están a gusto con los colores, aromas y formas de la Naturaleza, porque además así serán muchas de las gentes que sobrevivirán los próximos acontecimientos gigantes. Nunca es demasiado tarde para aprender y ser más eficiente y efectivo, listo como una pantera y resistente como un dromedario. Una de las grandes diferencias entre la gente de solamente hoy y la gente del eterno presente es que ésta última no se ha divorciado del entorno natural que la acompaña, distingue señales en todas partes y por ende se vuelve más perceptiva, atenta, alerta y acuciosa, abierta a la aventura, lo ignoto y mistérico, la simultaneidad, lo prodigioso, lo fantástico y maravilloso. Hay que darle importancia a todo, desde una constelación hasta una flor, porque todo está interconectado en el Universo y lo que vale es la actitud hacia todo este show creativo de cosas, situaciones y efectos. En vista de lo cual pienso, a la inversa de tantos periodistas, escritores, científicos, políticos, sociólogos, comerciantes, ejecutivos, que nuestro mundo en transición es cada vez más mental, fluido, interactivo, veloz, sincrónico, sorprendente, por razones valederas que debieran apuntarse y tenerse muy en cuenta. Para esta gente tan superficial y convencional lo que nos está pasando es normal, no hay alteraciones ni novedades, todo sigue igual. ¡Están archiequivocados! Como son nihilistas o no creen en nada y menos en Dios, son escépticos por naturaleza, afición y rutina o conveniencia, nada los conmueve y pone a meditar. Pocas cosas los tronan. Vibran a una frecuencia tan baja que sus antenas parabólicas apenas captan la frivolidad, lo rancio y estúpido o pasajero y trivial.
Nutación, rotación, precesión, traslación, bamboleo, oblicuidad y climatización. La nutación y rotación de la Tierra será alterada y el año solar ya no será de un poquitico más de 365 días sino que podría quedar en 364 días y nuestro calendario sería de 28 días al mes y 13 lunaciones. El Sol, nuestra estrella, por ser el centro de nuestro sistema solar, será nuestra guía principal. Como radiotransmisor de radiofrecuencias cósmicas él nos enlaza con el Centro de la Vía Láctea y otros Centros Cósmicos en Línea. El Sol nos indicará con sus jalones hacia dónde nos vamos a redireccionar, cómo debemos alistarnos y adaptarnos, ya que es inevitable y además lógico pues es el resultado de una lógica cosmológica actualmente en proceso que venga un nuevo estado del cielo, surja una nueva estrella polar, haya una nueva geografía, que lo que antes era trópico aquí abajo sea templado y viceversa, haya una nueva Tierra que se bambolea con distintos campos y polaridades electromagnéticas. El Sol, más la constelación de Orión, y en primer término su Complejo de Nubes Moleculares, Nebulosa y Cinturón, con especial énfasis en la estrella Al Nitak o Zeta Ori, nos abrirán los caminos del Reino de los Cielos.
Una primicia: por primera vez desde que la Tierra, nuestra casa espacial y tacita de café o té, fue pensada, ubicada, diseñada, materializada y organizada varios miles de millones de años atrás por arquitectos ingenieros e inventores shamánicos interespaciales su aire será climatizado y acondicionado íntegramente porque llegó la hora de que el planeta sea total y finamente civilizado y enriquecido culturalmente. Para ello la Tierra, a partir de una cierta altura, será recubierta entera y magnamente por un domo o una cúpula etérea de plasma, fotones, iones y diodos (del italiano, duomo, y éste, del latín, domus, o «casa», «habitación», y del italiano, cupola y cupella, y éste del griego, kupellon, o «pequeña taza») con arcos de perfil semicircular, semiesférico, hemisférico, parabólico, ovoidal, cónico o mampuestos (tras concluir el Apocalipsis de San Juan Evangelista se decidirá cuál medio es el más adecuado). Los increíbles colores y resplandores del domo o la cúpula, parecidos a los de las auroras boreales y australes, serán azul turquesa, blanco algodón, verde pistacho, amarillo oro y mostaza y lila ligeramente bronceados y cobrizos en ciertos puntos. El fin del control climático será aumentar el coeficiente de inteligencia o cociente intelectual, la intuición y la sensibilidad, elevar los sentimientos y acelerar la evolución y producción a nivel general. Si se considera al cosmos como un colosal ente viviente que respira, se estira y encoje, abre y cierra periódica, rítmica y cíclicamente, palpita, siente, piensa, reacciona y se mueve, concluiremos que igual debe pasar con cada cuerpo o masa celeste, astro, planeta, luna, etc. La Tierra no es una excepción. Luz, oxígeno y agua, o vapor, gas, combustible, pila, viento, sedimentos y granos participan de una misma fuente de alimentación. Por medio de prismas, pirámides, arcos, grapas, discos, espejos y torres de transmisión, recepción, transmutación y perfección el clima será ecológicamente manejado y teledirigido por las nuevas autoridades científicas planetarias desde afuera y desde adentro para que sea más limpio, puro y oxigenado, uniforme, balanceado, benigno, inofensivo, estimulante, vivificante, inspirador, primaveral o templado y temperado, sin los extremos actuales que distorsionan la producción y favorecen las crisis. Un rombo o papagayo curvo y energético cual rejilla ionizada de arcos y picos interactuará e interconectará permanentemente a la Tierra que se volverá Kalapurusha. Con 8 centros energéticos equidistantes, de los cuales el boreal será el jefe, más uno central en el ecuador, habrá suficiente reciprocidad quedando nuestro orbe maximizado, integrado y enchufado a una red cósmica a nivel intersideral e intergaláctico. La climatización cupular, con ingeniería cósmica, genética y erótica, optimizará nuestra salud y bienestar, aumentando la inmunidad a los virus y microbios, alargando la vida y resistencia de todas las especies, en especial la humana. Sobre este genial y sutil reacomodo climático, exosférico, atmosférico, estratosférico, mesosférico, termosférico, ionosférico, biosférico, troposférico, he escrito en distintas oportunidades (ver La Vinotinto de Rea, la colorá’, mayo/junio 2008). Con la nueva Era del Aguador Violeta y el León Amarillo Oro -el Sexto Sol-Ahau de Phi-, nuestro orbe avanzará muchísimo gracias a la espectroscopia astronómica y no será más un planeta de exilio, expiación, necromancia, guerras estúpidas, altibajos, ruinas, calamidades recurrentes, cíclicas y ciclotímicas. Se regulará la menstruación. La mujer será una criatura en espiral, como el hombre, su par. Lo que ya está sucediendo en nuestro orbe es parte de un monumental organigrama diseñado por mentes infinitamente más lúcidas, preparadas y poderosas que nuestros profanos líderes de masas, economistas, científicos, universitarios y catedráticos. Esto se sabrá a medida que el nivel de conciencia del inconsciente colectivo aumente, mejore. La intuición e inspiración serán nuestros consejeros.
Capas atmosféricas.
Crédito: es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Atmosphere_layers-es.svg
Habrá un reacomodo general en el interno de nuestro orbe así como un reacomodo externo fuera del planeta que hará que la Luna se mueva más cerca de la Tierra. Nuestro planeta va a ser movido a su vez y por lo tanto tendrá una nueva órbita y girará más rápidamente sobre su eje y su bamboleo se vuelva más perceptible en los momentos de mayor gestación. Respecto a la inclinación del eje, que es el aspecto más delicado de todos, porque se trata nada menos que de nuestro número primo y áureo o proporción dorada particular e íntima o espina dorsal planetaria, será alterada y bruscamente pero de un modo escalonado porque los engranajes y arreglos de nuestro reloj cronográfico sólo pueden hacerse mediante movimientos y sacudidas fuertes y prontas, con algunos preavisos, como el anillo rojo intenso que se vio sobre Chile unas horas antes del pasado sismo de 8.8º en la escala de Richter. Siempre he previsto que la inclinación y angularidad, necesariamente oscilante y nunca fija o inalterable en miles de millones de años de existencia geofísica y neural terrestres del eje de la Tierra es un tema clave y capital a todos los niveles, desde el punto de vista geomagnético, astrofísico, cosmológico, astronómico y calendárico al espiritual, biológico, bioquímico, político, sociocultural y económico. Ya que lo que está en juego en este momento es un reacomodo integral de la Tierra y sus alrededores (¡ojo!) resulta que la inclinación del eje y su relación multidimensional se modificará sustancialmente y pueda que la inclinación acabe siendo de 21º y pico o menos de 21º. [Antes de escribir esto, ignoraba por completo las investigaciones y deducciones del astrónomo yugoslavo Milutin Milankovitch, quien en la primera mitad del siglo XX afirmó que la desviación del eje fluctúa entre 21,5 y 24,5 grados a lo largo de un período de 41.000 años. ¡Caracoles, su fluctuación mínima se aproxima a la baja estipulada por mí mientras que su cifra para el período largo se acerca a la del ciclo ortocuántico del planeta que calculé en 41.000 y pico de años en correspondencia y proporcionalidad con el ciclo ortocuántico del humano que consta de 41 años y pico, equivalente a medio ciclo de Urano y un poco más de dos ciclos Saturno-Júpiter! El ciclo ortocuántico es un “ciclo religioso de vida astral completa”. Lo basé en la pareja Osiris-Isis, en el famoso mito y lección de sabiduría cósmica que narra la vida, muerte y resurrección-reconexión de Osiris mediante la magia teúrgica, erótica y prânika de Isis que produjo el niño dios Horus. La clave yace en la raíz 41 (41x1.000): cable enchufado al toma corriente. En ambos cálculos se incorpora y energiza la energía termonuclear de la Kundalinî para que perdure más allá de la muerte y el mundo profano y vaya en contra de los designios del Mal que aboga por la esterilidad, la sequía y el atraso. El miembro viril de Osiris no es otro que el eje norte-sur del planeta, torcido, caído, no disparando como debería estarlo. En vista de lo cual hay que llamar a Isis-María. Eso mismo le debe suceder al inclinado y “anciano” eje. Hasta que esa verga no se eche unos cuantos polvos el planeta será una entidad mediocre y fláccida.]
Pero eso dependerá de varios factores. Ahora no es posible precisar al pelo esta variación aleatoria por etapas, no necesariamente en forma lógica y secuencial sino algo errática e imprevista, como si el cuerpo de la Tierra estuviera en fiebre y con calambres, agitada por grandes sacudidas geofísicas y geológicas. Así como el mundo no va a terminar al final del 2012 y en el transcurso de las semanas después y el 99% de la Humanidad no morirá irremediablemente (algunos lo piensan así) sí estimo que la nueva alineación de los polos traerá un desajuste inmenso para todas las especies vivas en el planeta y no solamente para el humano. Porque aunque hayan misiones de rescate y evacuación por parte de nuestros hermanos y hermanas del espacio exterior como del espacio interior la Tierra estará on hold, en suspenso, por un tiempo, hasta que las aguas se calmen, las tierras se estabilicen, el aire se haya purificado, la gente regrese del terror a la calma y cordura, los incendios se apaguen, el campo magnético se cuadre, el tiempo prosiga, el Sol brille, etc. Sin embargo, a pesar de los destrozos y del frío, los Remanentes sabrán resistir, adaptarse y progresar. Indudablemente todas las costas deberían ser evacuadas y respecto a Sur América, Centro América, Norte América, Europa, Sureste de Asia, China y Oceanía mi alerta roja sigue en pie: las altas montañas nos van a proteger, Denver será un baluarte, el Macizo o Escudo de Guayana permanecerá aunque por el delta del Orinoco y el delta del Amazonas entrará muchísima agua, arreciarán las trombas marinas y los vientos huracanados y desaparecerán ciudades, pueblos, la represa del Guri, la selva. La Madre Naturaleza trazará de nuevo un canal de agua que, como antaño, en tiempos de la Lemuria, conectaba los dos océanos. Colombia, Venezuela, Brasil, Ecuador, Perú y Bolivia serán una sola, política, social, mental, cultural, económica y espiritualmente; pero claro, en el futuro estas naciones tendrán un solo nombre que las distinguirá y un solo gobierno mundial, vinculado a la Federación Intersideral, regirá las regiones y confederaciones. Habrán nuevas gentes y mutaciones, el budismo llegará a la Gran Sabana. Aurora será. Punto y aparte.
Rotación terrestre. Créditos:
http://ovnisultimahora.blogspot.com/2010/03/el-terremoto-de-chile-cambio-el-eje-de.html
(continúa en la siguiente entrada)
No hay comentarios:
Publicar un comentario