domingo, 14 de febrero de 2010

¿Quién no mantiene a quién? ¿Acaso es una regla universal?



EL AÑO NUEVO CHINO DEL TIGRE DE METAL


Tigre de Bengala. Imagen para un poema de Pablo Neruda en honor al gran felino real. Crédito: e-nimals.com/.../05/ el-tigre-de-pablo-neruda.jpg

Dedico este ensayo a Nelson Mandela, quien durante 27 años fue mantenido, recluido, nutrido y obligado a sufrir toda suerte de humillaciones, penas y privaciones, y quien tras ser liberado se convirtió en la máxima autoridad de su país, África del Sur, y en consecuencia mantuvo a millones de sus compatriotas en un marco de paz, reconciliación, cooperación y gradual armonía y progreso general. Asi que, ¿tarde o temprano, quién no mantiene a quién? También dedico esto a los estrategas y sabios, a los santos, almas grandes, inventores, héroes y benefactores de nuestro planeta, estén donde estén, que ayudan a mantener y sostener el mejor ambiente de paz posible, aunque a menudo no se conozcan sus nombres y apellidos, se les desprecie e ignore su acción, amor y generosidad sin fronteras ni épocas. Estos hombres y mujeres de excelente y admirable voluntad son siempre necesarios y útiles y son la levadura, la sal, la cúrcuma, el azafrán, el curry de la civilización.

Lo sabio, sencillo, bonito y práctico prima siempre. Mantened en vuestros pensamientos este cuarteto y muchas complicaciones, fallas y errores serán resueltos, evitados, y ampliamente superados. El camino directo, del medio, conectado con el centro y con el fuego, es el mejor, es idóneo. Es el de la estrella, y da en el blanco, si se tensa bien la cuerda. Concéntrate y persevera, porque tarde o temprano tu estudio, trabajo y pericia serán colmados. Perfecciónate. Pule tu piedra bruta y sácale su genio y lumbre. La Divina Providencia ultimadamente compensa el esfuerzo serio y la repetición, la humildad y la fijeza en el objetivo previsto y sostenido, el genuino interés y hasta el ingenio y la inventiva que liberan. No descuides tus tareas y tus libros de cabecera. Así será.

Lo que más debiera importarle a las personas es cómo mantener un alto nivel de conciencia que les permita, en primera instancia, ser felices y estar contentos consigo mismos, ser creativos y productivos, estar satisfechos con su trabajo, casa, vecindario, lugar y entorno, situación, provecho, Dios y la Naturaleza. Sólo mediante el trabajo espiritual, cultivado infatigable y gustosamente, aunado al trabajo material enriquecedor y sostenedor, podrán las gentes equilibrarse, ajustarse y realizarse, ser justos, responsables y consecuentes, aportar su granito de arena y de oro al colectivo todo y devolverle a la Divinidad un ápice de lo que recibió en esta vida y en las anteriores, porque dar las gracias al Ser Supremo es de caballeros y damas. Mantenerse conscientes e intensamente vivos e inventivos es lo real, lo justo y primordial. Lo demás viene por añadidura y se añade a la potencia y la velocidad de nuestra marca amorosamente inscrita en los Registos Akáshicos de la Eternidad que los Ángeles custodian. Si los humanos en la Tierra pudieran llevar a feliz término en los próximos Tiempos lo que se expone acá habrá paz, avance, prosperidad, salud y concordia. Un gran ideal debe marcar a toda hora nuestras vidas y trayectorias si queremos trascender y brillar. Idea, Idealismo, Elevación, Nobleza, Altruismo, Magnanimidad y Generosidad son algunos de los modelos éticos y filosóficos a seguir. Los dignos principios clásicos nunca pasarán de moda y ellos nos sacarán las patas del barro de la ignorancia, la confusión y la negrura. Confía en tu estrella y lucha para conservarla. Finalmente, sé indulgente con quienes no te captan o entienden. Perdónalos. También tus Padres en el Cielo te perdonan y consienten. Hari Om Tat Sat.

Cuida y protege a tu prójimo. El Ser Supremo no te hizo solo o sola. Ningún átomo o partícula lo es. Ayuda y estimula para que la Unidad Indivisible te lleve en su regazo y, si ayudas a mantener el Mundo, Él a la vez te impulsará y de un modo que te maravillará y sorprenderá, porque la regla universal es la cohesión, confluencia, convergencia, compactación, fusión y fundición de todas las energías, fluidos, elementos y unidades de vida. No lo dudes un instante. Cree en la Unión y en la Multiplicación por encima de todas las cosas. Da y recibirás más de la cuenta cuando lo quiera y disponga la matemática y geometría de la Ley. No sólo Dios no juega a los dados: no hace las cosas a medias, mezquinamente. Afirma y afírmate para que seas un pilar, una columna, un corazón que no se parte, o una hoja de palmera, una con la brisa del mar, que se dobla y cae sin remordimientos. Sé duro y elástico a la vez. Uno y una con el Fluido Universal. Di sí a la vida, sí al orgasmo del universo, sí al Yin-Yang, sí a las poderosas y multisapientes fuerzas-energías que nos engendran, fabrican en serie, animan, conmueven, apasionándonos y alborotándonos o entonces arrullándonos como ositos y conejitos.


Introducción. Nada es nuestro, todo es de Dios. A Dios le debemos todo, nuestro ser o alma, o sea, que para comenzar, nuestra vida, nuestra inteligencia (o falta de ella), nuestros atributos, dones y capacidades, nuestras comodidades y usufructos, nuestra estadía en la Tierra y en cualquier parte del Kosmos, se la debemos a Dios que nos sostiene en Sus brazos. Si no estamos en capacidad de reconocerlo, con humildad y realismo, de un modo sano, inteligente y honesto, estamos pifiando. Eso mismo se lo dije una vez en Los Guayabitos, en la década de los ‘70, a mi papá -mi querido y exasperado papá, después que me quiso impactar y humillar, regañándome con desenfado y descontento, porque no entendía porqué, carajo, su hijo filósofo, escritor, artista y místico no podía hacer dinero- que todo lo que él tenía (en materia de dinero, capital, bienes de fortuna, status, etc) era de Dios, provenía de Dios, le pertenecía a Dios. Siempre he pensado así y por eso he sido tan incomprendido, atacado y ridiculizado en mi propio país por terceros y por personas que ni me conocen. Los ricos se olvidan de Dios y los pobres los emulan porque quieren parecerse a ellos. Pero en nuestro mundo mientras más rica es una gente más mantenida es, aunque Ud. no lo crea, porque el dinero pasa por muchas manos y cada mano deja su huella, su parte de deseo y egoísmo, su lengua de envidia y codicia, su mal de ojo, su sed de venganza y de retaliación. Por eso el billete huele a mierda después de un rato. Y mientras más rico es un Gobierno más pobres y excluidos son sus habitantes a menos que su sociedad evolucione parejo, cosa muy rara en nuestro orbe tan desinformado. Basta ver, por ejemplo, cuán ricos, dilapidadores y sectarios han sido en regla general los gobiernos en Venezuela para comprender porqué somos un país más subdesarrollado que hace 11 años cuando aún no habían llegado al poder los chavistas y su obsesión roja y comunistoide tan malvada como enfermiza. ¡Venezuela es hoy un pobre país gracias a estos falsos y arácnidos funcionarios públicos! Nuestra sociedad está enferma del espíritu y del alma. Qué pena, qué lastima. Por eso, la Gran Purga global que viene ya y cuyos preámbulos estamos viendo.

Por otra parte, la primera vez que me tildaron de vago, irresponsable, vainoso, etc, y fui execrado ha debido ser cuando era muy joven, al final de mi adolescencia, y ya no caía bien porque no encajaba en el estereotipo familiar y social y despertaba rabia y repudio. Lo de “vago” me lo lanzó antes de mis 20 años un familiar que ya no está entre nosotros los vivos. No le contesté porque ¿para qué? Pronto me acostumbré a oir semejantes o peores improperios de conocidos y extraños. A menudo los que menos nos conocen proceden de nuestra propia familia o son los falsos y los hipócritas que se hacen pasar por nuestros amigos y allegados o protectores y guías. Son una plaga que tira la piedra y esconde la mano y si te pudieran vender lo harían en un dos por tres. Luego están los pseudomoralistas y las alimañas retorcidas y miméticas que dirigen nuestra sociedad sin aportar nada realmente y se la pasan persiguiendo a los rebeldes e insurrectos o heréticos según su peculiar modo de ver la vida. Nada nuevo bajo el sol.

Por último, para cerrar esta introducción a mi exposición, originada poco tiempo atrás por un comentario infeliz antes del solsticio de invierno boreal y la milagrosa Navidad cristiana que le sigue, la idea, el concepto, la noción de «mantenimiento» es una concepción atávica, netamente femenina o propia del mundo femenino y del Eterno Femenino, extraña al estéril mundo patriarcal y machista, enemigo acérrimo o adversario de lo femenino, que ha embargado a nuestra patuleca civilización o cultura demasiado desequilibrada y desajustada durante demasiados milenios. Mi percepción es que este desigual estado de cosas surgió a raíz de una u otra gran catástrofe planetaria que obligó a los seres humanos a retroceder y animalizarse más de la cuenta, perdiendo luces, virtudes y valores, y forzó a los hombres a convertirse en guerreros despiadados y a las mujeres en recolectoras sometidas de granos y frutas haciendo de su cohabitación y vida en común un asunto poco romántico, negativo, poco saludable y emotivo. Fue mediante la religión, la magia o psiquismo y el arte que los humanos pudieron tender puentes, abrazarse, comprenderse y compenetrarse, pero el recuerdo de cataclismos sufridos nunca dejó de atormentarlos periódicamente y eso produjo todo tipo de prejuicios, dogmas, tabúes, supersticiones y falsedades. Aún hoy, a pesar de nuestro desarrollo externo, artificial y mecánico, seguimos cometiendo los mismos errores que nuestros antepasados prehistóricos y agoreros, adormecidos por dentro y alejados de lo superior, sublime y puro. ¿Y esto por qué? Son muchas las razones. Una de ellas es que nuestras ciudades se han ido volviendo cada vez más y más inhumanas, peligrosas, neuróticas y caóticas. Matan el ángel, el niño, el hacedor de milagros en nosotros. Deben desaparecer. Ya lo dijeron los amados pieles rojas en el pasado cuando llegaron los caras pálidas con sus ideas tan iconoclastas, materialistas, irrespetuosas, poco dignas y dignificantes. Return To Innocence by Enigma.

En fin, «mantenimiento» significa: «sustento, manutención, sostenimiento, subsistencia, sostén, entretenimiento, víveres, sustentación» y, en última instancia, «defensa, protección, muralla, justificación, abrigo, amparo, resguardo, salvaguardia, tutela, conservación, custodia, atención, guardia, adopción, guarnición, auxilio, ayuda, socorro, favor, apoyo, fundamento» (sinónimos encontrados en el diccionario). Nuestra cultura excesivamente masculina y fálica está mal de la cabeza y por eso lo que oí hace poco, en esta pasada Navidad, es absurdo, falso de toda falsedad, y además una estupidez, inculcada a juro en nuestra sociedad por muy malos consejeros que no son nada filósofos ni sabios por supuesto. Porque, como verán más adelante, con todos los ejemplos de los cuales me sirvo, ¿quién no mantiene a quién y a la vez quién no es mantenido por alguien más e inclusive a miles y miles de kilómetros de distancia, como bien prueba el Efecto Mariposa o el Súper Efecto Verdegay, al que me he referido en distintos escritos? Todo es yoga, nexo, unión, estímulo, eco, reverberación, fusión, sincronismo y unisonancia. Pero eso lo entenderán mejor quienes pasen a la Nueva Era y los penetre Dios y su combo genial.

Entrando en materia. Si te tildan de mantenido y con eso quieren ofenderte, herirte y denigrar de ti, mostrarte su desdén y desaprobación, no lo tomes a mal porque sencillamente no saben lo que dicen y además el reproche es una cretinada. Una cretinada que ha ido de boca en boca desde que insurgiste en contra del Sistema y te sublevaste con valentía y osadía aunque te menospreciaran públicamente. Y, si te tildan de pendejo, gafo, idiota, porque perdiste una o varias batallas en el trayecto, aprovechándose malvada y soterradamente de tu valor y pureza quienes te sacan la lengua y te traicionan por la espalda, no lo tomes a mal, son unos pobres diablos que tarde o temprano terminarán bastante mal quién sabe en qué agujero negro porque nada pasa desapercibido para el Gran Ojo-Radar de Dios que pasa la cuchilla cuando menos la esperan quienes se pasan de maraca. Es una soberana mentira lo que te están echando en cara pues tú sabes que no es verdad. No por perder una batalla o dos un hombre es menos que los demás, más tonto que los otros, más necio y tozudo, porque a veces perdiendo se gana pero eso no lo ve el soberbio y poco listo que cree que se las sabe todas y se cree que se llevará un palacio, un imperio, tan lleno de ínfulas de grandeza que está, a la tumba o a la pira que lo cremará como todo un sancocho de pescado frito. Además, tú ya debes estar acostumbrado a que te tomen por pendejo porque no le caíste a hachazos o trompadas al vecino o al familiar tuyo que se pasó de listo y te dio una zancadilla sin que sintiera una pizca de remordimiento. Allá él o ella. Cada loco con su tema y kharma. A tomar aire.

Lo que le debes contestar a esa persona o personas que te echan en cara que eres un mantenido es lo siguiente: ¿quién en verdad no es un mantenido o una mantenida en este mundo? ¡Búsquenlo con una lupa, a ver si dan con un espécimen, los reto de frente! ¿Quién no mantiene a otro u otra? ¿quién no es mantenido por el Sistema que parece cada día y noche más inhumano, deshumanizado, y de paso atrofiado y desfasado? ¿quién no mantiene a quién? A los comerciantes e industriales los mantienen sus proveedores y clientes. A los clientes los mantiene el banco que ellos ayudan a mantener más o menos seguro, siempre y cuando la economía se mantenga lejos de las crisis que son periódicas o cíclicas. A los proveedores y hacedores de oficios los mantienen los telecajeros y a éstos los mantienen los técnicos en electrónica y en mecánica que se mantienen despiertos hasta por la noche cuando hacen sus turnos. A los banqueros, financistas y economistas los mantienen los que pagan impuestos y quienes leen sus reportes diarios no siempre confiables. A los corredores de bolsa y de seguros los mantienen los miedosos, paranoicos, neuróticos y oportunistas que no dan un paso sin mantenerlos al tanto de sus temores, angustias, ansiedades y alarmantes pesadillas porque si no estarían en la calle pidiendo cacao. A los dentistas los mantienen quienes sufren de encías inflamadas, dientes partidos y cariados y quienes tuvieron la mala suerte (como Berlusconi) de perder un diente en una trifulca. A los contribuyentes los mantienen los agricultores y manufactureros, amén de los que preparan sus comidas y entre ellos se cuentan sus madres y esposas o hijas que las mantienen quienes atienden las tiendas de comida y las peluquerías. A los artistas y escritores los mantienen los que aman y gastan en arte y decoración. A los decoradores los mantienen quienes se acuestan con ellos y les pagan en efectivo. A los monederos, es decir, a quienes fabrican papel moneda y los hacen circular los mantienen quienes no pueden estar sin dinero y vanidades. A los prestamistas los mantienen los incautos y los ladrones de todas las especies. A los inventores los mantienen los interesados en sus inventos y quienes quieren ganar mucho dinero e invertir en nuevos proyectos con tal que éstos se mantengan fresquecitos y los inventores se mantengan quietecitos. A los de dos dedos de frente los mantiene la farmacia de la esquina. A los farmaceutas los mantiene quien les da la patente. A los que manejan y firman las patentes los mantiene quienes fueron a la escuela y los motorizados que distribuyen las encomiendas de notaría en notaría, de juzgado en juzgado y de abogado en abogado con tal que éstos se mantengan abusando sin pudor de sus víctimas con papeles, papeles y más papeles. A los jueces los mantienen los reos y a los reos los mantienen los ministerios de justicia y los policías que les venden marihuana y perico. A los tribunales los mantienen los locos, los abusadores, los corruptos y los sinvergüenzas, los dictadores, mafiosos y drogadictos que no tienen remedio. A quien pone letreros los mantiene quien lee sus letreros y paga por ellos cuando les pagan después que sus carros los mantuvieron en buen estado los que mantienen los talleres mecánicos que se mantienen porque se pudieron mantener prendidas sus áreas de trabajo gracias al mantenimiento de los electricistas y plomeros que se mantienen si les pagan y si no les pagan oportunamente dejan de mantener sus hogares y de mantener encendidos sus televisores y neveras siempre y cuando no hayan cortes de luz y las termoeléctricas se mantengan operativas o bien mantenidas las 24 horas seguidas. A los generales y coroneles los mantiene el erario y la cosa pública y ésta la mantiene un gobernante que pueda robar mucho a su pueblo porque si no no habrá con qué comprar el armamento cada vez más costoso y los uniformes que se deben mantener en muy buen estado y ser de muy buena calidad. A los nacionales los mantienen los políticos. A los políticos los mantiene todo el mundo y el comercio globalizado con tal que sean populares y ricos. A los internacionalistas los mantienen quienes les dan trabajo en las cancillerías y las cancillerías se mantienen gracias al sudor invertido en sus labores quienes limpian y asean sus oficinas y despachos mientras los autobuses y las busetas se mantengan operativas y los zagaletones se mantengan dormiditos o bien sedados con marihuana y mucho sexo del barato. A los que trabajan en las haciendas los mantienen los que trabajan en la Hacienda Pública. A los que trabajan en los restaurantes y las bodegas los mantienen los que trabajan la tierra y le dan vueltas a sus comercios más o menos mantenidos bajo llave y candado. A los pilotos de aviones los mantienen los que manejan los automóviles y las camionetas lujosas que los transportan a sus hangares mientras se mantengan los horarios y éstos no choquen con desajustes climáticos que no pudieron mantenerse bajo estricto control. A los que roban los mantienen los que tienen dinero encima o los que roban más pero a escondidas y entretelones. A los deshonestos los mantiene quien es probo y recto y permite que el Estado se mantenga de pie a pesar de que los corruptos se las ingenian para mantener un estado de zozobra y desconcierto que mantienen con mentiras y farsas. A los santos los mantienen los desalmados y a los malvados los mantiene en su sitio quien los pilla y, si es necesario y urgente, los mandan donde los psiquiatras y psicoanalistas pueden ayudarlos a pasarle el suiche a sus neuronas desajustadas y vueltas trizas por falta de mantenimiento y sostén social. A los que van a los conciertos los mantienen seguros quienes cuidan sus limusinas y no las desvalijan en un abrir y cerrar de ojos. A los déspotas los mantienen los tontos que los llevaron al poder (hay de todo en este mundo).

A los ricos los mantienen los más pobres. A los pobres los mantienen los más ricos. A los ricos los mantienen los dictadores que los necesitan para cometer sus fechorías. A los dictadores los mantienen los recursos del Estado que se los roban cada cierto tiempo y a hurtadillas los ladrones de bancos y centros comerciales que se mantienen agazapados y terminan acribillados a tiros que los periódicos ansían reproducir en sus páginas amarillas y rojas para que las ventas se mantengan y su modo de vida no sufra. A los que no hacen nada los mantienen los que hacen mucho y lo hacen bien de día y de noche mientras las calles se mantengan limpias de basura y les paguen a los del aseo urbano que harán su trabajo mientras los choferes mantengan sus unidades en buen estado y con tal que los que fabrican y surten de aceite las gasolineras se mantengan bien surtidas y a plomo, como en la logia, que también se mantiene si los hermanos se mantienen a plomo para que los jerarcas sigan. A los internautas los mantiene quien inventó la computadora y a éste lo mantiene la Muerte en una fosa húmeda quién sabe dónde y cómo porque debió pasar trabajo. A los automovilistas los mantienen quienes ponen el asfalto. El asfalto no escapa: lo mantiene el obrero o peón que lo armó y compactó siempre y cuando el tiempo se mantenga y no llueva demasiado o haga demasiado sol. A los habitantes de un país los mantiene la tierra y sus recursos renovables y no renovables, también hay que esperar que las aguas se mantengan en los embalses y los embalses se mantengan bien acondicionados y el mantenimiento sea efectivo y sostenido y el personal se mantenga en alerta con Niño o Niña en el horizonte. A la tierra la mantienen los que aran la tierra y la fumigan de vez en cuando si hay con qué pagar y buscar el agua almacenada en los pozos que se mantuvieron estables. Luego, si no hay mucha variación, la cosecha se mantendrá según lo previsto con tal que los insectos se mantengan bajo cuidado constante y la salud de los obreros se mantenga sin que haya un brote viral o infeccioso. La salud como la economía requieren cuido y mantenimiento contante y sonante porque si no todo se viene abajo y entonces el Gobierno no se mantendrá a menos que sigan diciendo mentiras o hablando sandeces los ministros de la economía y de tierras. El aire se mantiene más o menos limpio con tal que los vientos no se vuelvan huracanes y los huracanes y los mares se mantengan bajo control y los meteórologos se mantengan en sus puestos de trabajo y la Tierra se mantenga en equilibrio ecológico y ¿quién pondrá el último brochazo a esta pared que se mantiene más o menos limpia y sin rayones? A los volcanes los mantiene el magma y la fricción entre las placas tectónicas. Las naciones brillan con tal que guarden, atesoren y promuevan las notas, los esquemas y los pensamientos que mantuvieron sus hombres y mujeres notables mientras pudieron mantenerse y resistir las presiones que seguramente debieron enfrentar porque la celebridad no es buena paga siempre. Los pintores se mantienen vivos si la gente les da limosnas y el circulante se mueve y retuerce espasmódicamente dependiendo de los vaivenes y cambios de humor de quienes mantienen las cosas en su lugar allá en Miraflores, la Casa Blanca o la Rosada, donde guindan algunos cuadros con tal de llenar las paredes y con tal que las encuestas se mantengan en una curva ascendente y sostenida y haya papel moneda y gratificaciones que dar ostentosamente y sin pensarlo mucho. A los que contaminan los mantienen las industrias del petróleo y del carbón con tal que se siga ensuciando la atmósfera y la biósfera y se mantenga el despilfarro y el egoísmo humano que parece no tener freno mientras los gobiernos mantienen sus proyectos asesinos y siguen perjudicando a los pobres habitantes de este planeta tan mal mantenido últimamente gracias a algunas trasnacionales sólo interesadas en mantener el consumo desorbitado y mantenerse bien lejos del mundanal ruido que ellos detestan en el fondo de sus bien mantenidas barrigas con todo tipo de exquisiteces y fiambres que ellos conservan en sus neveras atestadas de bienes perecederos.

Al intelectual como al virtuoso los mantiene la receptividad, la consideración y la estima por sus ideas y valores que no siempre se mantienen y se ponen en su sitio. Al escritor y a la escritora los mantienen quienes no son analfabetas y groseros y se toman la molestia de leer y apreciar la palabra escrita porque de lo contrario les pasará lo que le espetó la esposa del gran Sócrates a su marido: “¡por qué no te callas y te pones más bien a vender patatas en el mercado libre!” Pero eso no bastó para que no obligaran al gran Sócrates a suicidarse bebiendo cicuta y a Giordano Bruno lo quemaran en la hoguera tras clavarle un clavo en la lengua para que callara su jeta en el Año de Nuestro Señor 1600 por orden de la Muy Santa Inquisición que no aguantaba más sus reproches, críticas y nociones cósmicas. Al maestro lo mantiene el discípulo que lo mantiene vivo, contento, alegre, generoso, porque no sólo del pan santo y místico de los ángeles vive el que orienta sino también de cariño, interés genuino, apoyo, calor humano y continuidad, si logra mentener un cierto aire de buena impresión y solvencia en lo que tanto le costó conseguir porque nada es gratis en este mundo y hasta el sabio necesita ser oído con respeto y comer mangos como hacía Paramhânsa Yoganânda. Al discípulo lo mantiene a su vez el maestro, quien sólo se alejará cuando el discípulo levante vuelo y pueda seguir su camino con tal que mantenga viva la dirección que le dio quien lo guió mientras se mantuvo viva la Enseñanza que a su vez recibió de otros y otras. Al astrólogo, palmista, vidente, tarotista, lectora de la borra de café y charlatanes los mantienen los ignorantes, incrédulos, famosos, los ricos que tienen el cerebro tapado y tapiado, los tontos y gafos, quienes con tantos problemas encima no saben cómo resolverlos y necesitan que alguien más intuitivo y aclarado se los aclare (o perturbe). A fin de cuentas, quienes consultan una bola de cristal no siempre saben lo dificilísimo que es hacer una lectura correcta y minuciosa de algo tan cambiante, sensible y variable como lo es el Continuo Factor Tiempo-Espacio. En fin, al egoísta y malintencionado lo mantiene su Soledad y Absurdo aunque no lo admita. A los terrícolas los mantiene la Madre Tierra. Y al planeta Tierra ¿quién lo mantiene si no es la Madre de todas las madres, el Padre de todos los padres?: es decir, Dios en persona e invisible en esencia. A la Madre Tierra la mantiene el Sol y el sistema solar. Al Sol lo mantiene otro sistema solar, ad infinitum et ad eternam, del mismo modo que un strategos, alto magistrado, líder, jefe de un pueblo, está en el deber de mantener en la más estricta armonía posible las «piezas, cosas inanimadas y cuerpos vivos, movidos, inteligentes» sobre los cuales gobierna por mandato divino o humano y ante los cuales es responsable y garante. Así que, para parafrasear a Pericles de Atenas, ¿quién, carajo, no mantiene a zutano y mengano? ¿qué demócrata no está obligado por vía del kharma y del dharma a mantenerse, conservarse, sostenerse, para que su Estado lo pueda mantener, apoyar y motivar, y a su vez cada quien pueda mantener, defender y retroalimentar a su Estado, como corolario de la Ley Universal de Compensación y Ayuda Mutua, con tal que el Estado lo merezca y valga la pena? ¿quién no es mantenido por otro mantenido a su vez y éste a su vez por otro mantenido a su vez que ni siquiera conoce a su vez? ¿quién por más extraordinario o extraordinaria que haya sido en vidas pasadas no erra, sufre, pasa trabajo y debe bajar la cabeza en un momento dado? ¿No está llena la Historia de ejemplos en donde el héroe y la heroína conocen el fracaso y la derrota antes de ver realizados sus sueños y visiones que tantos esfuerzos y sinsabores les costaron? ¿Acaso no es una soberana y soberbia ridiculez y estupidez pensar que somos totalmente independientes y autónomos sino más bien un colectivo inducido de almas anhelantes y temblorosas, un conglomerado de seres interdependientes e interactivos, unos más necios e ilusos que otros, una sociedad de pobres animales humanos o de humanoides más perdidos que el hijo de Lindbergh, que porque en algún momento tenemos plata o billetes en el bolsillo y nos podemos dar un gusto creemos que tenemos a Dios agarrado por la chiva (si es que tiene pelero que mantener en el mentón) o a la Diosa Fortuna cogida con un lazo? ¡Qué ilusión la de estos mamíferos que parecen monos y se mantienen erectos porque sus vértebras pudieron mantenerse alineadas y soportar buena parte de su anatomía y constitución atravesada por células, nervios, músculos, tejidos, sangre, agua, órganos y huesos! Por último, esto que pondré ahora sorprenderá a algunos y algunas. Después que el Ser Supremo nos hizo y diseminó en cuantas dimensiones quiso Él se sigue manteniendo omnipresente y omniabarcante gracias al amor y la veneración de muchos de Sus hijos y muchas de Sus hijas. Si no fuera así, si no se mantuvieran encendidas las velitas mientras hayan mechas, ya Dios habría cesado de existir: somos Su reflejo y Su eco a la potencia infinita. El primer y último en mantenerse (Dios es hermafrodita), desde el Primer Estruendo y Estallido Cósmico, que tampoco se puede calcular e imaginar, es nuestro Divino Creador y nuestra Divina Creadora quien los mantiene y conserva quien ama Sus Divinas y Augustas Presencias con toda la fuerza de nuestro particular vida-rayo irradiante y resplandeciente. Ya lo enseñó el amado faraón Akhenâten: nuestro sol o estrella, su luz, calor y energía descomunales son una fracción fractal del corazón de Sol-Dios y eso debemos reconocerlo, venerarlo, respetarlo y cantarle aleluyas, porque si lo hacemos podremos conocer al pelo cuán brillantes podemos ser, cuán magnánimos podemos ser, cuán gloriosos podemos ser, cuán ardientes y poderosos podemos ser, cuán vivos y vivas somos en verdad. Así son las cosas en este mundo y en muchos más con tal que no seamos ateos ni ateas y recordemos que las frases más importantes en una lengua son: «por favor», «gracias», «muchas gracias», «Dios te bendiga», «OM», y así por el estilo.

Para terminar, a fin de cuentas, haré como el tigre, un gran animal solar que señorea y establece altas prioridades: esto del «mantenimiento» y del «sostenimiento» en común, tanto a nivel humano, natural, biodiverso, como a nivel cósmico (que incluye la relación, vínculo, nexo, entre las predominantes energía y materia oscuras y la más puntual y concentrada energía y materia claras) no es más que un ejercicio de piedad, lucidez, amor, gracia y cohesión por parte de todos los involucrados, sean humanos, objetos, cosas o fuerzas elementales de la omnipresente y omniabarcante Madre Naturaleza. Si los mortales funcionaran como los inmortales y como Dios, una misericordia infinita, creadora y majestuosa invadiría las almas a todo lo largo y ancho de nuestro Universo y los otros Universos. Pero como ese no es el caso es por ello que surgen tantas arbitrariedades, abusos, ofuscaciones, confusiones, enemistades y conflictos tanto a nivel microcósmico como macrocósmico. En dos platos, espero haber contribuido en algo a poner en su justo y válido sitio un asunto clave que a menudo se ha prestado a incontables decepciones, desilusiones, malas caras, repudios, injusticias y descargas. Si los humanos crecieran más internamente y pudieran retrotraerse a épocas y situaciones del pasado y fueran más objetivos, francos y decentes, se enrojecerían y sentirían pena ajena, vergüenza y remordimientos. Y quizás entonces serían perdonados por los Custodios de la Llama Violeta del Altar Mayor que de vengativos no tiene nada. Ojalá cada espíritu o ser pudiera arrepentirse de sus desmanes y exabruptos, liviandades y superficialidades, y con verdadero amor y poco temor se acercara más a los demás y los quisiera. Habrían menos represalias. Nos necesitamos todos, los muy inteligentes, muy idiotas y muy necios, quienes tienen poder o carecen de él, quienes se lucen y quienes marchan a la sombra, porque al fin y al cabo cada uno y una de nosotros y nosotras, al igual que el Kosmos, tiene una pizca de energía y materia oscura o deslumbrante, de brillante y de carbón, algo de ganancia y algo de pérdida, siendo el fin de la existencia unir las dos polaridades y partes y sus infinitos derivados y presentarlo como regalo al Ser Supremo que lo corona absolutamente todo santiguándolo en su morada privada. Amén, pues. Queden a sus anchas y con sus brújulas y destinos en sus manos fuertes y adiestradas. ¡Arza!

Rosa Cruz Gamada Alada 4 KA2. Obra del Autor. Caracas. 2004.

Caracas, manteniendo este blog contra viento y marea mientras me sea posible, Google se mantenga en el aire y cotizándose y se mantengan las comunicaciones inalámbricas a pesar de lo caótico que ha sido este desfase y desajuste político en nuestra Venezuela tan mal mantenida, desguarnecida, abusada, desalmada y malquerida. Escrito entre diciembre del 2009 y enero y febrero del 2010.

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