Tenía tiempo que no veía una alcachofa y más tiempo todavía que no saboreaba una y cuando esta mañana repentinamente vi una sobre la mesa de la cocina me entró una gran nostalgia mas también mucha alegría porque había vuelto a verte, oh alcachofa. Inmediatamente me acordé cuando compraba en las afueras de Lausanne en esas primeras y heroicas tiendas naturistas de los años 60’ y 70’, que perseguía con pasión y entusiasmo, un delicioso elixir medicinal de alcachofas y reconstituyente del hígado que yo mezclaba con una hierbita mágica llamada diente de león (a la que hoy añadiría hinojo y sirope de savia de arce). Volver a ver a mi legendaria alcachofa, tan humilde, tan modesta, tan sencilla y cándida, que no levanta aspavientos y no se da postín como tantos humanos gritones, insuficientes y maleducados, me puso a pensar. Tengo ya muchos años que no consumo carnes rojas y blancas y he sido un naturista disciplinado y consecuente desde los 22 años (1965-1966), cuando en México D.F., gracias a la Gran Fraternidad Universal, al querido doctor naturista J. A de Bidaurrázaga y un documental sobre un matadero de reses que narraba friamente el porqué del famoso tenderloin steak servido en los restaurantes de carnes y parrillas y cuyo documental cinematográfico me dio el empujón final para que dejara la carne forever and forever, y, continúa mi interés en mis queridas plantas y no dejo de maravillarme con ellas. ¡Cómo quisiera yo que la Humanidad dejara de ser carnívora y sólo aprovechara los aceites de los animales marinos, las partes externas (conchas, cáscaras, caparazones) y no carninas y viscerales de los crustáceos, moluscos y mariscos, el esqueleto de los peces (con lo cual se hace la harina de pescado), amén de las algas y cualquier otra planta marina, sin tener que matar animales de ninguna especie y sangrarlos sin piedad hasta perecer. Hasta los insectos son fuentes de proteínas y antioxidantes.
Cuando medito en la Nueva Era de Akuario-Leo por llegar pronto me viene a la mente que llegará la hora cuando al fin la Humanidad entenderá que debe alimentarse más científicamente, saber cómo extraer de la Madre Naturaleza sus secretos, récipes y tesoros mejor guardados, con miras a aumentar su frecuencia y nivel vibratorio tanto en calidad como en cantidad, además de aumentar su volumen de sensación, irradiación y biomagnetismo. Aprovecho el día de hoy, cuando personas en todo el mundo se unen en meditación, concentración y acción, para manifestar lo siguiente: todos los días son buenos para que nos unamos y amemos más, todos los días son santos y sagrados, unos no son más divinos y preciosos que otros, pues Dios no tiene favoritos ni predilectos. Dios es un Año Sagrado Perpetuo. Para Kronos quien creó todos los calendarios, los solares, los lunares y los híbridos, todos los días y todas las noches nuestro mundo inclinado humildemente gira sobre sí mismo y orbita rápidamente alrededor del Gran Fuego Central que de un modo u otro alumbra nuestras 24 horas y hace que no debamos pensar que estamos lejos de lo divino aunque nuestros astigmáticas y miopes creencias nos hagan pensar lo contrario. Vamos a tener siempre a Dios a nuestro lado, en las buenas y en las malas. Y esto me trae de nuevo a la alcachofa. Veo sus hojas que siguen un patrón circular y espiraloide perfecto, phiano, si se estudia bien, igual que el brócoli (chino y no chino), el repollo, el coliflor, la col de Bruselas, etc. Cada planta comestible es una lección más de botánica natural y de botánica hermética y desde el maternal y la primaria debieran enseñarle a los niños y a las niñas a encariñarse, hacer amistad y estudiar a las plantas en general, a los animalitos que se nutren de ellas (abejas, pajaritos, gallinas, etc) y comparten con ellas la lluvia, el sol, las estrellas, el calor, el frío, el proceso estacional.
Cuando veo, oigo o leo sobre hechos de violencia sin razón ni escrúpulos y remordimientos, de puro salvajismo, no pasa mucho sin que descubra que quien actúa cual desquiciado mental, igual a un energúmeno y desgraciado, tratando a las patadas a los demás, es porque no fue bien instruido o en su niñez y adolescencia le jugaron una mala partida (lo dejaron tirado o tirada). El fondo del problema es invariable: falta de amor, cariño, atención, respeto, consideración, o descompensación en dos platos. Y, por otra parte, el niño o joven no se esforzó suficientemente, no puso más de su parte, no se auto-controló, no habló más con Dios y la Virgen y los buenos y honestos guías brillaron por su ausencia. ¿Qué ejemplos recibe un malandro, una aprovechadora o drogadicta viciosa, un indigente, un político, un pícaro que sólo piensa en hacer negocios por debajo de cuerda y miente descaradamente? ¿Cuántas alcachofas comió? ¿Cuántos corazones de alcachofa fueron adobados con aceite de oliva extra virgen? ¿Cuántos vasos de agua tomaba en promedio todos los días? ¿Cuántas veces le dio gracias al Altísimo por tener dos ojos, dos oídos, una boca, diez dedos, un esófago, un estómago, un recto, un clítoris o semen en las bolas? ¡Carajo, si las palabras más importantes y civilizadas son estas: "gracias" y "por favor"!
Esta entrada de hoy será corta. Pienso en mi país, tan rico por un lado y tan miserable por otro lado, tan desordenado y desorganizado, tan patas arriba. ¿Cómo unir estos extremos tan contradictorios, cómo salir del atraso cultural (visto en Miraflores y en los barrios más desalmados)? ¿Cómo mejorar y sanar tantas mentes y corazones tristes, olvidados y desamparados? ¿Alguna vez dejará Venezuela de ser parte del Tercer Mundo? De seguir así es casi, casi imposible, que pueda. Deberíamos aprender de las hormigas y las abejas para mejorar nuestra sociedad, habría que fijarse en los burros, los patos, las ballenas, los delfines, los tucusitos y los cristofués, habría que ir más al campo, caminar más, subir más montañas, habría que regresar a la tierra, lo he dicho ya más de un millón de veces. Si queremos tener un futuro, convertirnos en buenos y útiles hombres y mujeres, habrá que dejar de lado todo lo que nos divide, separa, divorcia, oscurece, anatemiza, y volver los ojos hacia el Alcaucil o la Alcachofa de la Unión en el Corazón y su Bella Flor, con el Cardo -Cynara cardunculus y Cynara scolymus.
Flor de la alcachofa (Fleur d’artichaut). Cynara scolymus. Parque botánico de Meise, Francia. 2004. Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Artichautfleur.jpg
Miércoles, 9 de septiembre del 2009, con Mercurio retrógrado, sin que eso signifique que no podamos llamarnos por teléfono y escribir unas cuantas líneas.