Que tu saliva sea el nuevo Río de la Nueva Jerusalén que regará el Nuevo Árbol de la Vida de la nueva y pura Luz.
Apocalipsis 37: 22-26.
Fuerzas para quedar de pie
Dios de Mi Vida, dame fuerzas.
Donde haya desintegración, integrar.
Donde haya desesperanza, esperanzar.
Donde haya desconsuelo, consolar.
Donde haya miseria, enriquecer.
Donde haya muerte, vigorizar.
Donde haya rabia, pacificar.
Donde haya enojo, alegrar.
Donde haya demasiado odio, mezclar infinito cariño.
Donde se quiera matar, renovar.
¿por qué cuesta tan poco destruir y tanto construir?
¿qué mueve a los hombres y a las mujeres a tener siempre la razón, ganar siempre, atropellar siempre,
para adelantar unos pocos metros, guardar unos cuantos meses más de vida mal llevada?
¿ganar a como dé lugar unas cuantas monedas y billetes?
¿acaso perdieron el tren que llega cada segundo? ¿será que no los dejan en paz?
¿por qué desvarían tanto? ¿será que los martirizan y no los dejan quietos?
Dame fuerzas para mantenerme en pie mientras tanto se cae a mis pies.
Dame certeza verticalidad rectitud. Expansión.
La gracia del tucuso.
La rapidez del venado.
La electricidad del rayo.
El parpadeo del relámpago.
La frescura de la brisa.
El regocijo del niño.
La sonrisa del payaso.
La inocencia del pasto que resurge cada primavera.
Fuerzas para seguir y seguir pase lo que pase.
Fuerzas para no desesperar y desaparecer.
¡Un mil millones de fuerzas y centellas!
Dios de Mi Vida, dame fuerzas.
Donde haya envidia, admirar.
Donde hayan celos, compartir.
Donde se escupa, tragar saliva.
Celebrar. Festejar. Bailar alrededor de la higuera y la hoguera.
Dame fuerzas para no olvidar a los antepasados.
Para dar gracias. Dar amor. Pasar la corriente eléctrica.
Dame fuerzas para no caer de bruces y rodar hasta el precipicio.
Subir a quienes quieren hundirse.
Bajar a quienes se les subieron los humos a la cabeza.
Fuerzas para levantarme un mil millón de veces por lo menos.
Fuerzas para seguir empeñando mi palabra y corazón.
Para seguir creyendo en el ser humano que tanto pierde la razón.
Fuerzas para continuar recogiendo piedras para el futuro túmulo.
La Aurora de mis sueños que tuve en Suiza al pie de los Alpes.
El Mediodía de Nietzsche. La Puesta de Sol en la Mesa de Esnujaque y en la Mesa Alta.
La Medianoche en el Ganges de mis bellos recuerdos místicos.
La Reunión de los compadres y las comadres alrededor del Fuego Nuevo de Tlalocan.
Fuerzas para oir cada vez mejor el prístino canto de los guerreros de la luz.
Fuerzas para forzar la barra de los mentecatos y débiles mentales.
Dame fuerzas para ver a Cibola.
Atravesar los espejismos.
Certificar los ecos.
Tocar las estrellas.
Fuerzas para fundirme con los truenos y relámpagos de las Nuevas Tempestades
que barrerán la faz de la Tierra
a la que bajará la Nueva Revelación
al abrirse los sepulcros y salir danzando los muertos.
Yeha-Noha hasta la saciedad.
Fuerzas muchas fuerzas Dios de la Vida de todos los humanos y no-humanos
para anaranjar los corazones y chocolatear las mentes.
Fuerzas para seguir endulzando la sal de la tierra.
Fuerzas para bailar ante la Trinidad y derretirme en Ella.
Ong Namo, Guru Dev Namo. Namaskar.
Hasta un próximo Mahãkalpa.
Caracas, 14/16-8-2009