Espectacular estatua del Buddha Maitreya. Ladakh. India.
Fuente: http://en.wikipedia.org/wiki/File:Maitreya_India.jpg
Dedicado al grupo futurista de música ambient electronic chillout SYNAESTHESIA y al inmortal Pyotr Ilyich TCHAIKOVSKY
¿Quieres pastel de Maitreya? Debe ser muy sabroso, muy rico, una oblea, una delicia, para empalagarse y chuparse los dedos, pasar un buen momento, sólo se consigue en una Delicatessen o en un Starbucks, mientras oyes el Ave Maria de State of Grace de Paul Schwartz, pensando en algo bueno, como los besos que te diste con tu novia o en aquel atardecer cuando junto al mar diste con ese buen proyecto que vas a materializar, etc. ¿Cuándo se conseguirá este pastel divino, endulzado con sirop de arce y miel de caña cubana, cargado con ron y tequila, sobre una base de hojaldre, clara de huevo y moka, con almendras y avellanas crudas y peladas, pistachos, piñones, nueces de macadamia, trozos de plátano y albaricoque, orejones de durazno, mermelada de naranjas ágrias andaluzas, cacao venezolano con un toque suizo y belga, vainilla, canela, coco, cambur, mango, parchita, y una variedad de divinidades onomatopéyicas? ¿Cuál será su presentación? ¿Cuánto valdrá? ¿Habrá suficiente abasto para satisfacer millones y millones de estómagos de almas famélicas de gourmets y gourmands? ¿Podrá convertirse en un nuevo elixir, una panacea para la Nueva Era? ¿Habrá que hablar con todos los gobiernos en el mundo para engullirlo en paz y tranquilidad, a ver si se ponen de acuerdo, si dejan de lado sus trabas y prácticas cretinas, su afán por controlarlo todo de pe a pa y abusar de la inocencia de los muchachos y las muchachas que sólo piensan en divertirse, bromear y hacer de las suyas, no dejar que la gente siga evolucionando a su ritmo y medida sin tantos decretos, leyes y reglas turbias, engañosas y dudosas, que francamente parecen cantinfladas y marxesadas de muy mal gusto? ¿Habrá que regalar el pastel zen de Maitreya para que lleguemos directa y velozmente al Paraíso de las Tres Gunas? ¿O bastará que desde un círculo de menhires bretones y megalitos oceanianos levitemos y nos volvamos invisibles a los ojos de mil millones de orcos, ogros, licántropos, nazis, fascistas y endemoniados que sólo joden el parque? You must Return to Innocence and discover your own Enigma and then you’ll understand Will Blake.
La razón por la que en un planeta como la Tierra, tan hermoso, polifacético, sorprendente y magnífico, como violento, impetuoso, brioso y excitante hacen tanta falta mesías, avatares, encarnaciones divinas, mensajeros celestes, héroes redoblados, todo tipo de mahâtmas o almas grandes, espíritus avanzados, ricos y brillantes, es debido a las condiciones tan adversas, densas, pesadas, turbulentas, confusas, perjudiciales y peligrosas que Seres del Averno comenzaron a propiciar y gestar millones de años atrás cuando nuestro mundo era muchísimo más primitivo, despoblado y desconocido. Pienso que aunque anómalos y paradójicos los espíritus mesiánicos son absolutamente necesarios e indispensables; ¡pero, ay, de los falsos mesías y profetas, los ultracontroladores del oprobioso Sistema, los charlatanes y mentirosos que nada tienen del verdadero y noble espíritu mesiánico porque para comenzar ni ellos ni sus compinches y aduladores saben lo que en verdad significa la palabra «Mesías»! Ésta proviene del hebreo «Mashíaj» o «Ungido», hombre lleno del espíritu de Dios, al servicio de una causa divina, sobrenatural, por encima de él. Pero para ser un «Mesías» o «Líder» un hombre tiene que ser humilde, modesto, sencilo, hipersensible, dedicado a las causas comunes, a socorrer y proteger a los demás, sean ricos o pobres, diestros o zurdos, buenos o malos, rubios o pardos, gentiles o judíos, etc, sin distinción de clase, sexo, creencia, nacionalidad y origen. A su vez la palabra hebrea dio lugar a la latina «Cristo», que a su vez sale de la griega «Christos» o «Khristos». Tanto «Mesías» como «Khristos» significan «Exaltado» y «Ungido». Ya, desde la más remota Antigüedad, los líderes, gobernantes, reyes o jefes de una tribu, clan, pueblo, nación o comunidad eran untados y coronados con la grasa de un animal, el aroma de un animal o una flor, el aceite de una planta, el polvo de una gema o piedra preciosa, la resina de un árbol, la miel de una colmena, etc. El propósito era el mismo y era inequívoco: si el líder desea y debe mandar y ejercer la autoridad porque su pueblo lo quiere y anhela él se debe no sólo a la comunidad de hombres y mujeres sino a la tierra, a los Elementales, a la Madre Naturaleza, de quien es hijo y servidor, a los que debe respetar, guardar, cuidar y corresponderles, más allá de cualquier egoísmo y consideración sectaria, tonta, injusta. Yo estoy en total desacuerdo con aquellos regímenes y formas de gobernar poco religiosos, ecológicos y frívolos, como los que han abundado en los últimos milenios. Por eso desde chiquito me consideraba más un piel roja que un vaquero. ¡Por Wakan-Tanka!
En suma, no sólo vinieron bichos y bichas de otros planetas, sistemas solares y constelaciones del Hiperespacio sino que con el paso de los eones, impulsado por catástrofes y cataclismos, toda suerte de larvas, microbios, virus, bacterias y parásitos se enquistaron en el Núcleo de la Tierra, se desarrollaron oculta e infinitesimalmente, subiendo, reptando y emergiendo a lo largo de las Edades de los Infiernos, atacando a cuanta criatura, objeto, cosa, se moviera en la superficie y por los aires. Como salidas de una novela de Joseph Conrad, Mary Shelley, Bram Stoker, Edgar Allan Poe, Howard Phillips Lovecraft y Edgar Rice Burroughs estos bichos horrendos miasmáticos y enfermizos hasta la coronilla se han multiplicado a tal punto que no hay organismo vivo en buen estado de salud que no haya sido atacado, agredido, embestido, infectado y vampirizado. Sólo mediante prácticas y técnicas asépticas de dieta, ayuno, meditación, respiración, concentración, yoga en general, artes marciales, cualquier ejercicio y disciplina hecha con atención y control mental, aplicación, esmero, énfasis, metodología, inspiración, ciencia y paciencia, para lograr una gran inmunidad espiritual, mental y psíquica, es posible poner a raya e impedir que los caminos del Mal lleguen hasta nuestras moradas filosofales, nos desbanquen y vuelvan papilla. Ya que las plagas y pestilencias son sigilosas e inteligentes por naturaleza, es estúpido pensar que su radio de acción pueda ser fácilmente controlado por nuestras vacunas, detergentes y fumigaciones. Muchos microbios y bacterias mutan y se pueden volver insensibles e invencibles hasta que se les derrota en su propio terreno: creando antimicrobios y antibacterias, predadores larvales que se coman a otras larvas y produciendo anticuerpos inmunes a los virus. Pero como las pestes son parte de la 3D y 4D erradicarlos seguirá siendo difícil y costoso. Sólo con armas y medios más sutiles e interdimensionales podremos salir del mundo pestilente y mortal pues, al fin y al cabo, el lado infernal de los insectos y de los microbios forman parte de la dimensión mental y humana. No obstante, estoy convencido que por medio de resplandecientes prácticas místicas y tecnológicamente sutiles es posible adquirir conocimientos cósmicos y alcanzar la sagrada Iluminación, un Despertar duradero, que nos librará de lo feo, procaz, vil, torvo, maligno, cruel, degenerado, sórdido, pútrido, bestial, infrahumano. El camino hacia el Despertar está lleno de trampas, huecos negros, precipicios, desfiladeros, farallones y cuanta cosa tenebrosa, accidental y peligrosa surja y haga erupción de manera inesperada, violenta y descontrolada. Hasta la 4D –y el planeta Tierra aún se mueve mayormente en los predios de la 3D- el camino espiritual está plagado de pruebas bastante difíciles y el Mal es permitido con todas las de la Ley. En la 4D el Mal puede ser vencido y a partir de ahí, comenzando por la 5D, los trabajos son otros e inconcebibles para muchos de nosotros. Al final, en la 10D, llegamos a un tipo de Nirvãna que no se conoce ni aparece en los libros tercerdimensionales. De tal forma que a medida que se sube por la escalera al cielo el camino, el propósito, el valor, el medio y el porqué varían mucho y se van tornando cada vez menos egoicos, egocéntricos y egomaníacos, más y más serviciales, asistenciales, prodigiosos e inefables. Al llegar a la 7D hay una especie de bifurcación o de abanico de opciones y alternativas. Se le da al iniciado y a la iniciada intersiderales la posiblidad de escoger singulares tareas cósmicas o muy concentradas o muy difusas porque de allí en adelante el Trabajo y el Mérito dejan de ser individual o para individuos mismo muy selectos. A cada dimensión se le adjudica un color, un perfume, un tono en la escala musical. Como a partir de la 3D se entra al reino de la razón -y ya Immanuel Kant (1724-1804) escribió su tomo de La crítica de la razón pura- es lógico deducir que el planeta Tierra ya debiera estar prácticamente listo para pasar al reino más sutil de la intuición, la imaginación, la inspiración einsteinianas, bergsonianas y mandelbrotianas, para que las próximas generaciones puedan ser más equilibradas, diáfanas y armónicas, y acepten con más comprensión y ecuanimidad los dictados del corazón, como dulzura, bondad, conmiseración y amor, y la sincronía interdimensional que late a las puertas del saber de nuestros sabios cosmofísicos cada vez más inspirados, místicos, atrevidos e inspirados. No estamos muy lejos de llegar a esa cumbre. Pero va a faltar una serie muy concentrada de sacudidas, estremecimientos, convulsiones, conmociones y paroxismos para que no titubeemos tanto, entendamos mejor ciertas reglas de protocolo y diplomacia, ciertas formas superiores de conducta, decoro, dirección y comportamiento para que nos podamos administrar y gobernar mejor, no como patanes sino como hermanos y hermanas espirituales. Habrá que hacer tabula rasa o borrón y cuenta nueva, pero cuando hayamos hecho este trabajo de limpieza y saneamiento, orden y organización, las cosas van a mejorar mucho en la Tierra y en el sistema solar. Las próximas décadas van a ser decisivas y determinantes para que podamos recibir a los embajadores del Cielo en buenas u óptimas condiciones éticas y estéticas. Hay que recordar esto: la Belleza, la Armonía, la Buena Nota, es un leit-motif en las esferas celestes más depuradas. Si no, basta ver cuánto arte emplearon los Programadores Cósmicos para hacer de nuestra Naturaleza un muestrario tan extenso, tan exquisito, tan encantador e inspirador. ¡Cada valle de flores, cada río revuelto, cada bosque de pinos y alcornoques, cada manada de gacelas y renos pastando y brincando, cada par de petirrojos y cristofués abrazados, cuántas maravillas acá y allá!
Por eso harán falta muchos maestros y maestras que nos vuelvan sensibles y emotivos ante tanta belleza y preciosidad. Cada maestro y maestra (artista y poeta de paso) viene con un ápice de sabiduría, descienden de todas partes, hablan en muchos idiomas, con algunos de nosotros y nosotras se van a entender mejor que con otros y otras pero a pesar de sus diferencias, pues no son androides ni zombis, vienen con un plan y una causa común y convergente: preparar y ayudar a que por lo menos una buena y centrada parte de la raza terrícola evolucione y sea más feliz, creativa, radiante y exitosa. No hay un solo y exactamente igual plan para todo el mundo porque así como hay una infinita variedad de plantas y animalitos también hay una infinita variedad de almas sobre y dentro de la Tierra y en los espacios intersiderales. Por consiguiente, es necesario que el conocimiento de la telepatía, la telikinesis y todas las teles se conozcan, se estudien y se practiquen. Los maestros y maestras vendrán en oleadas como generadas por un océano sin límites, colmado de vida, fuerza, vigor y alimento para todos los gustos.
Flor de loto. El equivalente a la flor de lis en la horticultura sacra. Foto Derek Ramsey (Ram-Man). 2006. Fuente: http://en.wikipedia.org/wiki/File:Lotus_Nelumbo_nucifera_Flower_Large_3264px.jpg
Los reyes de la era de Kalî serán adictos a la corrupción y robarán la propiedad de sus súbditos. Entonces el rango de una persona estará dado sólo por la cantidad de riqueza que haya acumulado. La corrupción será el modo de subsistencia de todo el mundo. Al final, incapaces de mantener a sus avariciosos reyes, la gente de Kalî Yuga se refugiará en las cuevas de las montañas.
Vishnu Purâna
Todos y todas somos encarnaciones divinas en potencia; sin embargo, son poquísimos los espíritus que toman en serio esta posibilidad y probabilidad, trabajan a tiempo completo sobre sus cuerpos y almas y dinamizan suficiente y disciplinadamente esta potencialidad. Y luego, de esta pequeña élite o sector, quedan unos escasos cuantos, los más puros, castos y vírgenes, que ya pasaron una pila de pruebas e iniciaciones y no se dejaron tentar por la vanagloria, la jactancia, la alabanza, la soberbia, la locura y la pérdida total de sus facultades. ¡Qué ilusión creer que por ser un Avatar o Avatâra se es chévere, que todo está resuelto! ¡Mentira! ¡Es cuando suena un nuevo round a ratos espeluznante y donde puedes dejar en el camino todos tus huesos y vísceras! ¡Hasta el gran Ramakrishna padeció!
Andrés de Haoma
Han habido demasiados líderes religiosos y místicos que han proclamado a diestra y siniestra ser el Avatâra Kalki, un Mahã Avatãra, quien según los sagrados Purânas será la 10ma. y última encarnación del dios Vishnú sobre la Tierra y vendrá al final del presente Kalî Yuga a barrer la porquería existente a todos los niveles. Son varios los Avatâras y Avatâras Kalki anunciados de un modo u otro desde el siglo antepasado y entre éstos están: Sri Râmakrishna Parâmahânsa y Sarâda Devi, Saint Germain, Samael Aun Weor, Omraam Mikhaël Aïvanhov, Serge Raynaud de La Ferrière, Sri Kalki Bhâgavan, Shirdi Sai Baba, Sathya Sai Baba, Jiddu Krishnamurti, Meher Baba, Bahá u’lláh, Mirza Ghulam Ahmad, Adi Da Samraj, etc, etc, etc. Pero hay que hacer una distinción entre ser un Avatâra y un Avatâra Kalki porque no es lo mismo. El primero puede recaer en uno o varios hombres y mujeres santos y santas pero el segundo, Kalki, a mi entender, la Alta Tradición no se refería o aludía a un individuo solamente. Kalki representa a una pluralidad y unión o síntesis de varios maestros y maestras y describe una pujante condición simbólica del Inconsciente Colectivo que desea purificarse y sanearse. Ignoro si Carl Gustav Jung también llegó a este juicio que me parece bastante acertado puesto que la décima encarnación del divino Vishnú es más espiritual y alegórica que carnal y material. No habrá que esperar hasta el año 429.889 para comprobarlo (así está en Wikipedia). Es lo que me dice el Gran Espíritu, Gitchi Manitú.
Creo que todos ellos (los individuos que mencioné en el párrafo precedente) y/o sus seguidores que los han aupado y publicitado urbi et orbi, como es el caso del Maestro Ascendido Saint Germain, están o estaban equivocados. El Avatâra Kalki (también conocido como Kalkin o Kalaki) ha sido representado de diferentes maneras pero generalmente se le ha mostrado y reseñado cómo un hombre increíble y sorprendentemente bello, fuerte, dominante, imponente, montado sobre un corcel blanco, y de quien se ha profetizado con lujo de detalles que aparecerá al final de los Tiempos, cuando la sociedad y la vida acá se haya vuelto inhóspita y hostil logrando que los hombres y las mujeres se aparten de los caminos rectos y santos. Ahora bien, como el fin de mi trabajo no es denigrar de nadie, insultar e injuriar a quien sea, menos todavía ridiculizar a hombres que ciertamente han estudiado y luchado mucho para dejar enseñanzas y disciplinas respetables, no pretendo ir en contra de mi resolución y por lo tanto seré moderado y cauto en mis sentencias. Pero la verdad es que nadie en este mundo puede autoproclamarse cual Avatâra Kalki. Semejante título, distinción y renombre es dado por otros y de un modo que jamás debería ser público y manifestarse de un modo vanidoso, ostentoso, teatral, pomposo o rimbombante. Esto de ser una encarnación divina apocalíptica es un asunto extremadamente delicado y en este caso en particular no puede ser autoimpuesto y forzado a los demás porque éticamente hablando no está bien, no es correcto y tampoco es verdad. No basta con hacer milagros aunque éstos hacen mucha falta en nuestro mundo tan sufrido, desconsolado, acongojado y amargado, con enfermedades, carencias e injusticias de todo tipo. Kalki no es un sobrenombre más y, si un mortal se atreve a dejarse llamar y elegirse como Kalki, peca de vanidad o vanagloria, soberbia, exhibicionismo y charlatanería. Cuando el Vishnu Purâna, Bhâgavata Purâna y Garuda Purâna se redactaron muchos siglos atrás anticipándose que el Avatâra Kalki, el Destructor, Purgador y Saneador de Males y Porquerías vendría montado sobre un indomable corcel blanco, se trataba de una alegoría y metáfora. Creo que esta última encarnación de Vishnú vendrá a bordo de una luz blanca, por los aires, mas todavía el momento de su descenso no ha llegado. Mas vendrá y aterrizará pronto, cuando la Tierra esté echa pedazos. Como ya dije, no debe creerse que será un personaje solo, sino más bien una Congregación: junta, unión, fusión, interconexión y multiplicación de varias Entidades en UN SER DE RADIACIÓN UNIVERSAL. Hay que entender lo siguiente: actualmente nuestra Tierra y el sistema solar Helios está siendo preparado para una gran mudanza que hará que los procesos humanos deban ser emulsionados y retroalimentados para que una mejor comprensión del Universo llegue a las masas, al menos a una parte de sus élites. No podemos continuar siendo tan infantiles, creyendo que sólo podemos aclararnos y salvarnos mediante un gran personaje que viene a rescatarnos y redimirnos olímpicamente. No dejemos de ver que dentro de todos nosotros y todas nosotras yace un Avatar o Avatâra esperando brotar del subconsciente e inconsciente individual y colectivo. En este momento miles de maestros, maestras, Grandes Arhats y Mahã Chohans están asistiendo para que un gran proceso intersidéreo se lleve a efecto y el tiempo del Gran Destructor de la Maldad –que no es otra cosa que el paso a una fase más elevada de nuestra larga evolución- está ya en el panorama, en el aire y en el éter. Cuando hayan bastantes almas despiertas de verdad aparecerá la décima encarnación divina y ella será la Nueva Humanidad, más crecida, más sabia y triunfal que las anteriores que la precedieron desde que la Tierra comenzó a ser civilizada y los humanos se fueron desligando de los más primates y simiescos de la selva y las llanuras. Hoy estamos casi al otro extremo. Los humanos quieren desligarse de sus cáscaras y chatarras y parecerse más a astronautas y alienígenas a pesar de que a ratos sienten mucho miedo y ansiedad y no saben cómo poner en una balanza sus almas, cuerpos físicos y etéricos junto con sus ingeniosos hallazgos, sorprendentes máquinas, trucos maravillosos de ingeniería y tecnología y frutos mágicos salidos de ciertas mentes muy brillantes. Como todo se ha ido acelerando y la gente pierde la cuenta de sus consumos y apetitos pareciera que poco a poco los humanos que parecían haber resuelto un sinfín de problemas se están dando cuenta que no están solos en el planeta, que todo depende de todo y nada es casual o fortuito. Cunde el pánico cuando la economía se desajusta y de repente lo que antes, mucho antes, podía evitarse o equilibrarse por falta de herramientas y vehículos ingeniosos ahora sencillamente no puede evitarse y que lo que pasa en el mundo, y si es noticia e importa socialmente, es sabido al instante en todas partes. Como se ha visto esto puede ser o muy bueno o muy malo porque las repercusiones y las reverberaciones se vuelven tan incontrolables, desordenadas y confusas que producen pánico, un efecto dominó imparable. Esto se hace cada vez más patente cuando se logra partir el átomo, crear la reacción en cadena de los átomos del uranio y del plutonio y detonar la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki o como cuando se hizo detonar las grandes de hidrógeno y cobalto y se quiso hacer estallar la superbomba rusa de hidrógeno de 100 megatones, llamada «Tsar», con código «Iván», el 30 de octubre de 1961, que tanto hizo temblar a las superpotencias y forzó a que los soviéticos finalmente redujeran su potencia a 50 megatones de TNT. En ese momento cundió la alarma en toda la Vía Láctea por las repercusiones electromagnéticas que podrían suscitarse si se declaraba una guerra nuclear terráquea y se decidió que había que parar en seco la locura irresponsable e incontrolable de los científicos y políticos terrícolas. Sin embargo, no todo resultó ser un caos sin remedio. La crisis armamentista gradualmente se manejó con más empeño, cautela, control y prudencia, y nuevas formas de arte y cultura ayudaron a crear más sensatez, responsabilidad, detenimiento, aunque nuevas locuras y excesos propiciaron nuevos llamados a la reflexión, la introspección y la seguridad del planeta. Se pasó de la guerra fría a la guerra solapada, indirecta, hipócrita, narcoterrorista. Hoy la situación es mixta. Hay una apertura mental como nunca la hubo antes pero a la vez la dilapidación y perversión de nuestros recursos energéticos renovables y no renovables está poniendo a nuestra nave espacial al borde de un colapso y ningún científico serio sabe con certeza qué carajo sucederá en las próximas décadas con el clima, la geología y la geofísica. Será entonces cuando aparecerá el Buddha Maitreya y se dejará fotografiar el Avatâra Kalki. Hasta entonces es imprescindible que cada quien se ilustre y adquiera su boleto al Paraíso o lo intente al menos.
En ocasiones he dicho que esta última sección de nuestra civilización, hoy cada vez más planetaria, intercomunicada y reveladora, comenzó en el siglo XIX. A veces he marcado que su comienzo fue alrededor de 1891 y en otras partes de mis escritos he planteado que su arranque sincronizó con la Era Industrial surgida en las fábricas y minas de Gran Bretaña, básicamente en la ciudad de Londres, en sus barrios más pobres, olvidados y sacrificados. Sin embargo, debe hacerse una corrección. La vida de los genios y los efectos de los descubrimientos que finalmente realizan es esencial y fundamental para que una civilización deje atrás un moribundo y feo estancamiento y se abran nuevas vías, perspectivas, relaciones, proporciones y atisbos. Los prohombres y las prohembras y lamentablemente las guerras y los conflictos hacen y deshacen, crean y destruyen, y en el camino amanecen nuevas siembras y cultivos tras las quemas y los temblores. Por ejemplo, el gran Antoine Lavoisier, padre de la Química Moderna, fue guillotinado durante la Revolución Francesa, y tuvo como contemporáneos a dos de los Padres de la Revolución Estadounidense, como son Thomas Jefferson y Benjamin Franklin que visitaron París, y a Ludwig van Beethoven, quien le quitó la dedicatoria de su Sinfonía Eroica a Napoleone Buonaparte, coronado en la catedral de Nuestra-Señora de París, por nombrar algunas celebridades que movieron el mundo, además del inefable y misterioso Conde de St. Germain quien se paseó por París antes y después de 1789. Por lo tanto, creo que resulta más exacto decir que nuestra civilización surgió de varias cruentas revoluciones y geniales descubrimientos en todos los campos de la vida que tuvieron como epicentro a Europa, entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Que luego nuestra civilización aumentara el flujo de su corriente, se expandiera, y con los hallazgos del matemático y astrónomo inglés, John Frederick William Herschel, y del biólogo y explorador inglés, Charles Darwin, a mediados del XIX, siguiéramos abriendo fronteras y conociendo más mundos es cierto. La contemporaneidad de la modernidad era indiscutible a partir de ese momento. Bastaría que llegaran eminencias como Gauss, Maxwell, Hertz, Ramakrishna, Vivekananda, Edison, Tesla, Bell, Ford, Firestone, Westinghouse, para que nos tornáramos progresivamente modernos, industrializados y capitalistas, a pesar de que a nivel social y político teníamos demasiadas vendas en los ojos que intelectuales de la talla de Dickens, Pushkin, Dostoievski, Gógol, Chéjov, Tolstói, Whitman, destapaban y revelaban contra viento y marea. Cuando Jean-Arthur Rimbaud muere y Henry Miller nace en 1891, coincidiendo con la gran conjunción Urano-Neptuno, era imposible regresar al oscuro Medioevo y menos todavía a la espantosa Prehistoria y las desfasadas monarquías europeas y asiáticas comenzaban a tambalearse y derrumbarse. Los choques eran inevitables, el caos debía venir y estallar. La Primera y Segunda Guerra Mundiales fueron eso: una lucha general, militar, ideológica, espiritual y parapsicológica entre Este y Oeste, Norte y Sur, más que una lucha de egos prepotentes e iracundos, ambiciones de poder, locuras, desatinos, traiciones, embustes, venganzas e incalificables actos sadomasoquistas.
Pero hoy, aunque los humanos siguen siendo los mismos de antes y mucho antes, el tema o los temas no son exactamente los mismos porque da la impresión que desde el siglo XIX la intensidad es otra, es más marcada, brillante, fulgurante, irradiante, caliente, como dando a entender que de un bando a otro del espectro de frecuencias ya no se puede quedar uno/una en neutro, indiferente a la lucha de opuestos y contrarios, a la guerra de géneros y tomas de conciencia, y eso en el fondo es bueno ya que significa que a fin de cuentas la Humanidad está a la búsqueda de sus raíces, nervios, genes, tras su identidad como especie de vida inteligente y mutante. Es verdad que aún hay demagogos, déspotas, autócratas y dementes que se enfrentan unos a otros pero también ahora hay algo más, que antes sólo se conseguía en las novelas visionarias de Julio Verne y las poesías y narraciones fantásticas de poetas simbolistas y esotéricos, como Hugo, Nerval, Rimbaud, Lautréamont, Huidobro, que completarían los adeptos del impresionismo, simbolismo, expresionismo, fauvismo, abstraccionismo, dadaismo, futurismo, cubismo, surrealismo, expresionismo abstracto, etc, etc, etc. Cuando irrumpen en el escenario artistas, como Reichel, Kline, Rothko, Pollock, Vasarely, Soto, Cruz-Diez, Tapiès, y muchos más, amén de la última ola de arquitectos ganadores del codiciado Premio Pritzker, como Nouvel, Niemeyer, Barragán, Gehry, Pei, Johnson, Herzog & Meuron, Meier, Zaha Hadid, Calatrava (aún no lo gana), etc, nuestra civilización parece decir: “¡epa! ¡sentimos que el Futuro o lo ignoto, maravilloso y fantástico baten a nuestras puertas, lo palpamos a cada instante, y deseamos que ustedes lo compartan con nosotros y nosotras!” Ya los cines, salas de estar, bares y tabernas pasan películas y series fantásticas donde se mezclan futuro, pasado y presente, dando a entender que la creencia en los mundos paralelos no es bazofia ni algo que aburre y cansa. Nuestra percepción del Apocalipsis se ha vuelto un ejercicio de predicción y pronósticos reservados y muchos de nosotros sentimos mucho miedo cuando nos pasan películas de ciencia ficción, suspenso y terror, que parecen no ser tan distintas de lo que leemos a diario por la prensa y oímos por la radio, la televisión o el celular. A causa de lo cual resulta comprensible que pensemos que el Fin del Mundo ya llegó o está por llegar pronto y que puede pasar de todo (como en verdad será). Nuestro estilo de vida sí se torcerá y tomará un nuevo giro. Eso es imparable. Está escrito y descrito hace ya mucho tiempo. No sólo Michel Nostradamus y Ulrico de Maguncia, a quienes descubrí a mediados de los ’60, lo profetizaron, también Isaías, Jeremías, Daniel y Juan, y una cantidad de niños prodigio. Cuando los ovnis comenzaron a aparecer como luces supersónicas o Foo Fighters en 1944 y en masa, en 1947, muchos no lo creían y no entendían ni papa. Pero hoy el inconsciente colectivo está más informado y condicionado a aceptar que lo imposible y raro pueden ser perfectamente posibles y no hay límites al conocimiento, que la presente etapa de nuestra civilización es sólo una más, que lo mejor está por verse y darse. Es cuestión de sincronizarnos con el grandioso Plan Divino del Kosmos. Algo en el que el astrónomo Carl Sagan creyó más al final de su existencia. El artista, esoterista, escritor, filósofo, arqueólogo, místico creador fundador de Pax Cultura, el mahârishi ruso Nikolái Roerich, quien murió en India, pintó su versión del Avatâra Kalki, la manifestación corpórea del gran y sublime dios índigo Vishnú, que de extraterrestre tiene más de una pizca. En la primera ilustración de este blog inserté parte del famoso lienzo de Roerich, Madonna Oriflamma. Plasmo acá algunas de sus expresionistas, geniales e inspiradas pinturas. Él y Helena, su notable esposa, fueron compañeros hasta que él murió en 1947 coincidiendo con el avistamiento de un escuadrón de platillos voladores por parte del piloto Kenneth Arnold cerca del Monte Rainier en la costa oeste de los EEUU, pocos meses antes de morir Roerich, pintor por esencia de inolvidables Himalayas! ¡Que Âten os bendiga, rocíe, sane y propulse!
El Avatâra Kalki. Nikolái Roerich. Témpera sobre tela. 1932.
La piedra blanca. Nikolái Roerich. ¿Por qué un caballo blanco, si no es un pegaso a prueba de balas que puede llevar a su jinete, el valiente y temible Gran Kalki, a la victoria, una y otra vez? ¿Un pegaso iónico de metal, con astas, ventanillas, ordenadores y jinetes alados adentro, venidos en son de paz y cultura, a lo NICOLÁS KARAMAZOV? Témpera sobre tela. 1933. Abajo. Pax Cultura. El simbólico legado de los Roerich.
Por último, no recuerdo bien cómo fue que oí hablar por primera vez de Nikolái Roerich. Seguramente ha debido ser por Agartha y Shambhala y la revista Planète que tanto nos dio gracias a Dios. Al visitar el Museo no salí defraudado ni decepcionado. Todo lo contrario, lo que vi me impactó tanto que sigo muy atento a todo lo relacionado con este notable hombre, su mujer y su legado multidisciplinario, hoy más actual que nunca por sus connotaciones sociales y religiosas. Creo que Roerich fue un gigante del siglo XX. Lenín y Stalin no le llegan ni a los tobillos aunque su cara y obras no sean tan conocidas como las de esos dos primeros pero poco a poco se revertirá la atención del público. Siempre terminan “ganando” los buenos de la partida aunque los hombres y las mujeres tarden añales en darse cuenta. ¡Que el Sol nos llame, nos sirva, guíe y alumbre, nos haga pensar en Dios y la Diosa, porque en medio de todos los espectáculos, las fuentes, los jardines, los pájaros y los cielos, esta comparsa la dirige el Más Grande, el Propio, el Infaltable, el ES EN EL SIENDO! Así será siempre.
Maitreya, el Conquistador. Nikolái Roerich. Témpera sobre tela. 1925-1926.
A varios días de esta semana que pasó y que hoy domingo, día del Diosdado o Único, 9 de agosto del 2009, está de manos de Break of Dawn del álbum Breathe del grupo Blue Stone, pasa al 11 de Vendimia de 2076, en el Palacio de Versailles, en Francia, y se proyecta desde El Peñón de Los Naranjos del Cafetal, en el sureste de Santiago de León de Caracas, en la Villa Castelania del Señor Tonatiuh. He terminado de servir este pastel de Maitreya.
martes, 11 de agosto de 2009
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