“Al norte de Ofiuco se halla Hércules, al suroeste Sagitario (Sagittarius) y al sureste Escorpio (Scorpius); al este se encuentran la Cabeza de la Serpiente (Serpens Caput) y la Balanza (Libra), mientras que al oeste quedan Águila (Aquila), Escudo de Sobieski (Scutum) y Cola de la Serpiente (Serpens Caida). La constelación queda flanqueada por la Cabeza y la Cola de la Serpiente, que puede ser considerada como una única constelación, Serpiente (Serpens), que la atraviesa. El conjunto resultante es un hombre rodeado por una serpiente (que sujeta con fuerza y domina. N. del A.).”
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Ofiuco
Mas este hombre no está solo. Encima y alrededor de él, incluso sobre su coronilla, hay estrellas rutilantes y fulgurantes, todas emanaciones de ADONAI, que no lo abandona ni rechaza, lo protege, guía y alumbra en su camino peripatético, según algunos, y para otros, pitagórico y platónico. Es cierto que debemos luchar y resistir, y, si perseveramos, perduramos, somos constantes y tenaces, algún día llegaremos al destino trazado, a la liberación final, hasta el maestro: Ofiuco, habiendo vencido a la temible anaconda que quería devorarnos en un santiamén. Este cuadro estelar es una iniciación al Grado de Maestro Ámbar Tripartito.
Serpentarius con Serpens entre sus brazos. De Uranometria de Johann Bayer. 1603.
Caracas, 3/4-8-2009
