miércoles, 22 de abril de 2009

72KVDELTAÓMICRON-AYIN. Tupán 364 Amaneceres Floridos

Tupán 1352. Ideas del Autor. Caracas. 2002.

Nuevo Tikal de El Shaddai. Obra del Autor. Caracas. 2002.

72KVDELTAÓMICRON-AYIN. Tupán 364 Amaneceres Floridos. Almanaque y Calendario Solilunar y Holístico de 364 días originado por enormes cambios en la Tierra y la magnetosfera terrestre.

Prólogo e Introito. En mis escritos me he referido muchas veces a los grandes cambios terrestres y cósmicos en camino. Desde que tuve esa primera visión en 1962, a los 19 años, que luego se reprodujo de varias maneras mientras escribía, pintaba, meditaba, a lo largo de estos años tan sísmicos a nivel personal, he tenido por supuesto que referirme a la rotación, nutación, traslación del planeta, la precesión de los equinoccios y la Nueva Era. Me ha sido virtualmente imposible despegarme del tema apocalíptico porque pareciera que desde los 14-15 años, cuando decidí despertar en serio en Eaglebrook School, Deerfield, Massachusetts, lo he tenido adherido a mi piel constante y cargadamente. Así que se puede decir que bajo el peso de Saturno, el cambio de Urano y la radicalización de Plutón me he visto obligado a pensar en el futuro y prestar suma atención: estamos ciertamente en una época de transición mayúscula que la mayoría de las personas no entiende ni papa y le importa un bledo, rábano o comino.

En El Pulso de mi Tierra, publicado en 1973 y 1986, dije que a pesar de haber leído que para unos la Era del Aguador o de Akuario arrancaría en 2376, otros más bien la ponían en 2002. Pero yo con el tiempo he ido llegando a una solución intermedia, antidogmática. He concluido que deberíamos esperar las llegadas de Urano (2002), Neptuno (2009) y finalmente Plutón (2040) a Akuario para ver más claro y objetivamente. [Etc, etc, etc. No daré más fechas porque parece difícil que nos pongamos de acuerdo sobre el particular.] Pero en este libro y en los otros en inglés sí me adelanté y mencioné esto que considero muy importante: cuando en los años 60 y 70 comencé a investigar independiente e intuitivamente el asunto apocalíptico sentí y constaté que un suceso tan grande como el cambio de Era, variación del eje polar y desbarajuste planetario podría adelantarse y de un modo súbito y quizás hasta inesperadamente o por lo menos de un modo muy inusual y raro. Y esto echaría por la borda todos los vaticinios calendáricos y astrológicos. ¿Será por mi temperamento uraniano que creo a pie juntillas en las mutaciones, sorpresas, prodigios y saltos cuánticos? La Madre Naturaleza es una Caja de Pandora. Cito pues del libro:

“…Sin embargo, esta fecha está sujeta a las violentas modificaciones de rotación, traslación y órbita terrestres que un cambio de los polos traería consigo posiblemente entre 1999-2000. Cataclismo que yo mismo intuí en Prangins, Suiza, a la edad de 19 años. Entonces vi y sentí muy claramente que se avecinaba un Diluvio más. ¿Es que después de los primeros años del siglo 21 serán obsoletas todas nuestras efemérides? ¿Es que 2 soles y 2 lunas formarán parte de nuestra vida cotidiana? ¿Es que tendremos que revisar todos nuestros calendarios y fiestas religiosas? Para mi el cambio que se vislumbra será mayúsculo. La humanidad ingresará a una nueva Ronda. Los pocos sobrevivientes –aunque serán millones- serán quemados al rojo vivo mas triunfarán.

“La única posibilidad de que la Era de Acuario comience antes sería que el eje geográfico polar fuese varias vces brutalmente sacudido por fuerzas externas, naturales o humanas, desde el espacio exterior o desde el interior de la Tierra, en relación a la actual línea ecuatorial. Pase lo que pase, tendremos una ola de catástrofes a lo largo del planeta y un nuevo Diluvio pues las capas polares se derretirán, la temperatura aumentará, habrán increíbles aguaceros, tempestades y huracanes, los mares y los ríos aumentarán sus caudales, las tierras bajas quedarán sumergidas y eventualmente tendremos un clima inaudito. Debido a las atracciones magnéticas y gravitatorias de los astros una serie irrefrenable de terremotos y de erupciones volcánicas se sumarán a la destrucción motivados por los movimientos geológicos de la corteza terrestre y sus subcapas.”

Esta información la clasifiqué en mis dos libros en inglés, New Heavens for a Free World y The Wisdom of Sidereal Astrology, publicados en India y EEUU, en 1978 y 1983, respectivamente. Pensaba que la gran conmoción y convulsión vendría a fines del siglo XX, a raíz del gran eclipse solar de agosto de 1999, y otros factores más en el 2000, pero la intervención extraterrestre ha podido retardar los eventos cataclísimicos. También en el libro de poemas, El Peregrino Estelar, me aventuré a dar ciertas fechas y trabajé en la Cuenta Larga del calendario maya, y por eso me veo inclinado, como Osiris, apesadumbrado, frente a su observatorio astronómico en la Isla del Sol de Atlantis, a decir que ahora sí estamos en la recta final del proceso cosmológico que le va a dar a la Tierra una nueva faz y una nueva dirección porque los factores de cambio han aumentado considerable y peligrosamente. La magia negra se está apoderando de todo el planeta. Creo pues más que antes, más que en 1962 y 1963, cuando escribía El Orgasmo de Dios y Violeta Siete, que el eje de la Tierra será sacudido no una vez sino varias veces, hasta que los nuevos puntos cardinales se hayan estabilizado y asentado. Tardará para que los nuevos polos y ecuador se ajusten y equilibren y comiencen a operar con las nuevas y altísimas frecuencias. No será cuestión de horas y días. Es todo lo que puedo afirmar ahora. El proceso será de largo aliento, paciencia y resistencia, para atletas, magos alquimistas y personas solidarias y creativas que aman y quieren cuidar profundamente su matriz celeste.

Hoy sé más que ayer. Hay más información en la calle, en las librerías, en la red cibernética, en el aire y entre los hermanos galácticos. También es cierto que lo que algunos y algunas vimos y presentimos años atrás se está cumpliendo –aunque con largas, demoras y modificaciones por el libre albedrío. Pero ya no es posible dejar de fijarse en el Patrón del Sol y en la Medianía de Venus, en el calentamiento global, el decrecimiento de los casquetes polares, la quema de la Amazonia, y pare de contar horrores y gases envenenados que nos están contaminando y agobiando. ¿Por qué la población ha aumentado tanto y tan velozmente? Pareciera que Dios quisiera que el mayor número de personas tenga la facultad de evolucionar y quedar vivo para uno u otro designio divino. Hoy estoy más enterado que cuando me inicié en mi adolescencia y lo que veo a mi alrededor es una Humanidad presa, cautiva, ensimismada, aterrorizada, estresada y tan vulnerable como la hoja de un árbol en pleno viento. ¿Podrán las Naciones Unidas salvarnos? Lo pongo en duda. La soberbia, la demencia y la inconsciencia tienen infectados a nuestros gobernantes y líderes tan poco humanos, equilibrados, altruistas, sabios y esclarecidos. Va a ser una lucha muy fuerte, Mi país perdió la brújula hace tiempo. Da tumbos ahora como si estuviera borracho de bola. Es triste ver cómo se pierden oportunidades. ¿Será que nos espera otro desastre más creado por la ignorancia, la estulticia y la pequeñez? ¡En fin, adelante, a pesar de todo, sin tirar la toalla, con visión y coraje!
FF 2B. Obra del Autor. Recibido del Cielo por intermedio de Ansara Elizabeth. Quinta Neruna. Caracas. 1996.

Esta entrada astrofísica publicada en el blog también proviene de un escrito que comencé en 1970 y finalmente vio la luz digital en 2002. El título del escrito es: El Futuro de Kar.ëi. El Fabuloso Sistema 7, de mi obra inédita, Los Fuegos Santos de la Revolución. Está vinculado a mis últimas entradas. Es otra respuesta por adelantado a La Profecía de Orión y El Cataclismo Mundial de 2012 de Patrick Geryl y textos de otros estudiosos de la materia apocalíptica y escolástica. Copio textualmente:

“A raíz de la posible y no muy agradable re-interferencia en nuestro sistema solar del agresivo y frío planeta Hercólubus, Zuly, Barnard B., o Nibiru, la progresiva y quizás nuclear tercera guerra mundial, el cambio del eje magnético terrestre y, por ende, los polos terrestres, amén de otros horrores que nos tocará presenciar a algunos de nosotros i nosotras, acaso haya un cambio en las órbitas de los planetas de nuestro sistema solar. La rotación sobre su eje de la Tierra variará, su traslación alrededor del Sol se acortará y el año solar posiblemente no será de 365 ó 366 días sino de 364 días. Estos cambios serán bruscos e intempestivos. Nuestro horario se modificará al igual que el calendario. En vista de lo anunciado, propongo nuevos calendarios civiles, Tupán 1 o Tupán 2, frutos de la física cuántica y la física ondulatoria, la cosmografía, la religión, el simbolismo gnóstico-numérico, la música clásica, la sinopsis y la simultaneidad.

“Parecido a cómo lo hacían los sabios astrónomos precolombinos, y posiblemente otros pueblos ligados a Mû y Mânoa que desconocemos ahora, deberíamos tener un calendario civil anual (Tupán 1) de 20 meses (2 veces 10, el Número Divino por excelencia*) de 18 días + 5 días "raros", con ayunos al fin del año. Por algo hay 10 dedos en las manos y 10 dedos en los pies que son nuestra “medida” cósmica. Estos 20 dedos, mismo amputados, nos permiten entablar una correspondencia directa con Dios y el Kosmos (esto lo ideé a comienzos de los ‘90). O Tupán 2, un calendario civil anual de 13 meses de 28 días con un total de 364 días + 1 día “libre y especial”. En los años bisiestos habrán 2 días “libres y especiales”. Esta alternativa la prefiero a la anterior, más limpia y sencilla. Se basa en los espléndidos Números 13 y 28, de los que he hablado mucho, y en los Números 52 y 7. El Número 364 es interesante: un múltiplo-derivado del 7: 364÷7=52. 364÷13=28. 364÷28=13. 13X4=52. 364÷4=91. La última cifra (91) es el total de Casillas y Arrobo Ulterior (81+9=90+1=91) del extraterrestre Oráculo Pateado de Orø y La Matriz Oculta y GammadaΓ descritos en El Manual de Kadonai. De suscribirse nuestra Sociedad a esta opción calendárica sincronizaría con uno de los 3 Pulsos del Universo. Interesante, ¿verdad? No me explico porqué un calendario, anclado en una regla astro-matemática tan simple como justa (364+1/364+2), o sin años bisiestos en caso de una modificación astro-geocósmica futura no se implementó, si bien mayas, otomíes, toltecas, mitlanos, monte albanos, zapotecas, aztecas, interconectaron a medias estas cifras-madres con sus calendarios. Si el sistema cuajó, se olvidó, relegó, escamoteó, o se perdieron ciertas claves importantes en los códices que rompieron y quemaron los sectarios, ignorantes y fanáticos frailes. Tupán 2 es un calendario íntegro. Resulta de los solilunares Principios de Tåkrã, sacados del ADN-ARN CÓSMICO en el ALMANÂK (concebido en junio del 2002).” Aló, aló, oyendo Earth-Link de Brainscapes, de su álbum, Chakradancer.

Para subrayar el tema geoceleste, hice los siguientes gráficos. En mi mitología «Tikal» y «Palenque» representan planos y sistemas cosmológicos, astrofísicos, religiosos, esotéricos y hasta estéticos y sexuales. Por lo tanto, comenzando por la base anchilarga, tenemos un año de 364 días dividido en: 52 semanas de 7 días cada una ó 13 meses de 28 días cada uno ó 52X7=364 días solilunares y 13X28=364 días solilunares. Cada día tiene 24 horas que a su vez se subdivide en 4 períodos, fases o estaciones de 6 horas. Para que el año sea tan perfecto, preciso y ordenado, tan sincrónico y holístico, como el que preconizo, los ingenieros celestes deberán empujar un tanto a la Tierra para que gire algo más rápido alrededor de su estrella y agilice su rotación. Esto NO es descabellado, imposible o inverosímil. Se puede realizar. Es cuestión de que la Alta Jerarquía Blanca de las Galaxias Unidas e Interdimensionales lo haga Y ALINEE EL GRAN Y TRANSFIGURADOR FARO AYIN DE LUZ INTERSIDERAL –o KHRISTOS-ÂTEN- con Al Nitak (Zeta Orionis), como lo he apuntado en fechas recientes.* Confío que el Maestro Ankaramán, la Maestra Ramanthakiris y el Grupo Chévere de Voluntarios Especiales y Espaciales lo ejecuten.
Izquierda. Palenque 364 Estrella. Futuro prototipo astrofísico. Ideas del Autor. Caracas. 2002/2009.
Izquierda abajo.
Kadosh-Ayin Cósmico. Obra del Autor. Caracas. 2002/2009.

• Una de las razones para que esta alineación estelar del décimo Khristos-Âten o Kadosh-Ayin Cósmico con Al Nitak del Cinturón de Orión se lleve a cabo es también matemática y numerológica o simbólica. La división de 364 por 72 da 5,0555555. Ya sabemos cuán importantes son los números sagrados 364 y 72 pero al realizar la división, es decir, la parábola, la repartición equitativa de los panes y los peces, para emplear un término crístico-mesiánico y griálico, nos topamos con un pentágono o polígono de 5 ángulos o pentagrama de 5 caras. O sea, con una ESTRELLA y una retahila de decimales pentagonales. Cuando vi esto me acordé al instante de la imagen Palenque 364 Estrella. El producto de la división no me parece ni casual ni insignificante. ¿Qué significa? Pues que esta alineación con Orión, y sobre todo con su Cinturón, nos va a relacionar con la Sección o Proporción Áurea, el Número de Oro, una Regla Interestelar que nos beneficiará indudablemente por cuanto pondrá nuestro planeta en el marco de una ecuación cósmica. Y, de paso, es el paso iniciático obligatorio, vinculante, para que el planeta suba de grado, ingrese al Taller de Oro, deje de ser lo que ha sido durante muchos millones de años: un planeta aprendiz o compañero y se gradúe de maestro. Todo tiene su momento y este momento iniciático está llegando al fin.
• El número 5,0555555 ciertamente es muy fuerte, serio y anormal, pareciera que nos estuviera diciendo algo muy profundo. Dando una sentencia. No sólo es el número 5 parte de la Secuencia de Fibonacci sino que también lo es el número 55 que parece interminable: 5,05555555555556. Con este ejemplo quiero remarcar entonces que la realineación con Al Nitak y el gigante shamán Orión no es (será) fortuita ni un simple accidente sin consecuencia. Creo que estamos en el umbral de un cambio trascendental para la raza terrícola si los ingenieros interespaciales realizan la magna tarea de redención y transmutación. Om.










Secciones cónicas. Fuente. http://es.wikipedia.org/wiki/Parábola_(matemática)

Caracas, Día Mundial de la Tierra, 22 de abril del 2009