Borrador de noche de lo que será un paso más hacia la Nueva Era de Luz, Amor y Paz, visto desde los tepuis en medio de la durísima y larga tragedia planetaria. Obra del Autor. Caracas. 2004.
Aquí están el esquema sinuoso del Or döøõ Khan y luego el de La Matriz Oculta y GammadaΓ con Señales. Quien resuelve los problemas del Oráculo Serpentino entra al interior de la Matriz del Templo Oculto de la Cruz Gamada de 9 Casillas y Varias Señales donde, tras la Iluminación o Comprensión (satori) puntual con la Estrella Radiante, se le revelan los 9 hermosos secretos del Kosmos: dicha (1), amor (2), sabiduría (3), ecuanimidad (4), libertad (5), vigor (6), bendición (7), alegría (8), paz y armonía (9). ¡Bueno, adelante, sin miedo, con fe y entusiasmo, con la espada flamígera de Arturo-Arcturus en la mano izquierda y la mano derecha sobre el corazón!
Pero antes de acabar este trabajo hay un punto científico importante que considerar y reconocer. El año solar o tropical, para diferenciarlo del año sideral que dura unos cuantos minutos más (365,256 363 004 días solares medios), no es exactamente de 365 días sino de 365.242 190 402 días solares medios. Los egipcios calculaban el año solar en 365.25 días ó 365 ¼ días. Y los mayas en 365.242129 días. Ambos son ligeramente más exactos que el calendario gregoriano que lo calcula en 365.2425 días. Ambos pueblos salieron de la gran isla Atlántida y su élite logró escapar antes del cataclismo.
1728 Orionis. Según los eruditos, el Año 0 arrancó cuando los Zodíacos Sideral y Tropical coincidieron entre 220-221 de la Era Cristiana; no obstante, esta coincidencia se convalidó 52 años después (equivalente a una cuenta corta del calendario maya y mexica) al venir al mundo el 27 de febrero de 272 A.D. el emperador romano Constantino I el Grande, hijo de un Augusto del Imperio y una simple bella tabernera. En ese momento histórico y celeste, al que le siguió el equinoccio vernal con el Oriente en Piscis, y teniendo como fondo un Año Cero arbitrario impuesto por los Padres de la Iglesia para quitarle al movimiento gnóstico cualquier viso de autenticidad, nació la Era de Piscis-Virgo y murió la Era de Aries-Libra. Un Ayanâmsha es confiable, auténtico y genuino, cuando el factor astronómico lo certifica, refrenda, sella un factor espiritual y humano ejemplar, relacionado con él. Nuestras efemérides siderales deben tomar como punto de partida la entrada de la primavera el 20-3-272 A.D., cuando el Punto vernal Cinético estaba a 0º de Aries, pero fue al desencarnar Constantino en 337 A.D. que los Peces y la Virgen reinarían oficialmente. Los tiempos de Dios son perfectos. Me tomó una pila de años verlo.
Unos 1.728 años solares después de 272 A.D. o último Año Cero, en el Año 2000, vendría un momento cumbre, muy sutil, para la Humanidad y los demás Reinos de la Naturaleza aquí en la Tierra. A partir de 2012, y más aún de 2016, estaremos entrando de lleno a la fase final de una gran elipse zodiacal de 1744 años solares: 1744=17/44 ó 17x44=748=19=1. En ese año de 2016 podría decidirse el destino de la Humanidad. El número 17 es importante, uno de mis favoritos, recurre en mis escritos a cada momento. El número 17 es importante, uno de mis favoritos, recurre en mis escritos a cada momento. Es el número del Triunfo 17 en el Tarot: THE STAR-LA ESTRELLA. Pero una ESTRELLA VENUSINA, FECUNDA y EMBARAZADA, SALVAJE Y MELENUDA, de 4 semanas de 7 días por lo menos (así la comencé a representar en 2001). Este Triunfo lo he sentido siempre profético, mágico, revelador, sinérgico, altamente positivo. Representa a la Mujer y la Civilización del Futuro, simbiótica, mestiza, supermental, galáctica, la cual carga en su vientre el futuro Sol, el Sexto Sol-Ahau de Oro, un nuevo «Hor», que simbolice o contenga un nuevo planeta -Terra Nova- que gire a su derredor en una nueva órbita de 364 días (52 semanas de 7 días ó 13 meses lunares de 28 días cada uno) y no más de 365 días y pico como ahora, una duración nada redonda y perfecta. Y, en consecuencia, el número 364 es y será otro número sagrado, perfecto y redondo, puesto que sus 3 dígitos equivalen a un solar 13 (3+6+4=13). En fin, sobre una pirámide de 4 lados o tetrágono (4) con medidas sagradas construiremos un panal de abejas (6) y sobre él un templo triangular decorado en estuco, madera y gemas preciosas (3) con el que rozaremos el cielo para dialogar cara a cara con las divinidades del Empíreo. ¡Hosanna!
El 28 es otro número fundamental. Cuando los 4 Grandes Geómetras y Arquitectos se ponen de acuerdo para crear una Gran Obra este número debe aparecer por fuerza de obligación. Es un número solilunar, urobórico, sinónimo del Eterno Femenino pero también del Eterno Masculino e indica que debe venir al mundo una nueva mujer, un nuevo útero, un nuevo ser que contenga las dos polaridades macho-hembra. Ojalá los pueblos en la Tierra despierten, tomen cartas en el asunto y podamos vivir en paz y armonía. Al menos eso quieren todos los escritores, artistas, visionarios y genios. ¡Debemos unirnos! Ahora bien, hace tiempo, a partir de 1970, comencé a hacer mis primeros estudios en la confección de un nuevo calendario porque ya en esa época estaba convencido que venían para la Tierra grandes modificaciones geofísicas y geocósmicas y sentía que nuestro calendario y año solar debía ser ajustado para que fuera más perfecto y redondo. El número 364 me parecía un número clave, sagrado, a nivel calendárico y astronómico, así como simbólico y hierático. No lo perdí de vista y ahora lo he vuelto a retomar. En mi escrito, El Futuro de Kar.Ëi. El Fabuloso Sistema 7, las ideas mencionadas las publiqué en 2002. Al escrito, realizado en varias partes, todavía le sigo haciendo pequeños ajustes. Pero la idea central no ha variado: necesitamos un sistema de computación astronómico y astrológico superior que lo influencie también un control climático, barométrico, pluviométrico, un sistema de aire acondicionado general para todo el planeta para que las estaciones no sean un dolor de cabeza para los terrícolas y haya más orden en nuestro hábitat. Eso, junto con un diálogo más sabio con el Sol y la Luna, hará que la vida en el planeta sea más agradable, fructífera, serena y creativa.
Para terminar, ayer, viernes 3 de abril, me sucedió algo inesperado que me dejó boquiabierto, contento y sorprendidísimo porque confirmaba lo que durante todos estos años, en solitario, oyendo mi voz interior lo más posible (como cuando pocos días atrás, al ponerme a trabajar en los textos apocalípticos de este blog, antes de iniciarme en el tema de la entrada No. 67, Salvator Mundi –Al Nitak (Zeta Orionis), juro que súbitamente una voz suavecita, interna, me sopló estas dos palabras, “Al Nitak”, en el pabellón de la mente: estaba absorto, concentrado en lo que iba a escribir, viendo la ventana del salón que da a Caracas cuando repentinamente oí este nombre árabe. Inmediatamente me acordé del Cinturón de Orión y como venía pensando en él recordé que Al Nitak era una de las tres estrellas del medio de Orión junto con Al Nilam y Mintaka. Por eso fui tan insistente en mi presentación y como el tema era candente seguí machacando con mi idea. El artículo que le sigue, Más sobre Al Nitak, No. 68, lo ilustré con una imagen de Orión que decoré a color. Mientras tanto seguía leyendo sin mucha prisa el libro de Geryl pues no quería sugestionarme con él (en lo posible me gusta hallar por mí mismo las claves y los códigos). Cuando leí que también los egipcios también le habían dado a Orión, Géminis y Venus suma importancia en sus cálculos y fechar sus cíclicas catástrofes quedé muy impresionado. Yo también había considerado situaciones y causas parecidas en años precedentes mas utilizando símbolos y una cronología mística personal. ¡Pero jamás pensé que me iba a topar con que los astrónomos y cosmólogos mayas también le habían dado gran importancia cosmológica a Orión, Géminis y Venus, y no sólo eso, sino que eqgipcios y mayas mencionan a Al Nitak. Sabía que las Pléyades constituían una de las principales referencias precolombinas a nivel calendárico, cosmológico, agrario y económico, etc, pero ignoraba cuán clave era Orión religiosamente hablando. Esto lo vine a saber tras leer a Geryl (ya voy por su segundo libro, El Cataclismo Mundial de 2012, igual de bueno y serio que el anterior). La página web en español e inglés me pareció muy interesante, bien documentada y cuidada, pero la versión en español debería pulirse ortográfica y gramaticalmente. En general la información es seria, puntual, copiosa, detallada, amena, gráfica, profesoral y profunda.
Por último, desde el momento que lleguemos entre 2011-2012-2013 (ahora extrañamente muy quieto o bajo) a otro pico intenso o máximo solar de tempestades solares entraremos a una etapa de creciente conflagración solar que influirá en los campos de fuerza electromagnética de la Tierra y desencadenará un agudo y explosivo cortocircuito a nivel general y global. Evitar esto del todo será dificilísimo. Solamente con el socorro extraterrestre o sobrenatural, mediante el undécimo Khristos-Âten, tan simbólico como insólito, atenuando los vaivenes geomagnéticos, geofísicos o geodéticos y astrales, lograremos pasar las pruebas que deberemos enfrentar como raza cósmica y mundo celeste. Profetizar con un 100 % de exactitud o precisión lo que nos aguarda es presumir de arrogancia, soberbia y locura. Cada momento que pasa me llegan nuevos datos e informaciones telepáticas y subliminales. Eso le pasa a quienes están en este momento atentos y atentas a cuanto ocurre a nivel oculto y elemental. Pero sin duda que viene un nuevo Cielo y una nueva Tierra. Mientras Neptuno esté en Akuario hasta el 2023 habrá que estar muy atento a precipitaciones, inundaciones, desbordamientos, deslaves, maremotos, huracanes, tifones, trombas marinas, sucesos anormales en el mar, etc. Luego cuando Plutón entre en el Aguador entre 2039-2040 habrá un corte definitivo que se irá acentuando a medida que pase el tiempo. No obstante, será dificilísimo bloquear en un 100% cualquier cambio geomagnético y geográfico a nivel de los polos y del Ecuador porque ello dependerá de la magnetosfera, los cinturores de Van Allen, el viento solar, el campo magnético del Sol y su espíritu, que a su vez está en correspondencia con otros sistemas solares, otras Galaxias del Grupo Local, el Gran Atractor, ad infinitum. Se trata de una caja de resonancias electromagnéticas interestelares. Entendamos que los designios del Ser Supremo en las Alturas de las Galaxias Unidas, Interconectadas e Interdimensionales son difíciles de escrutar en nuestra 3D tan miope y estroboscópica. Cuando pasemos en un futuro no tan lejano como célula cósmica a la 5D podremos controlar mejor los altibajos, vaivenes, oscilamientos y accidentes cósmicos propios de las desigualdades cósmicas. Amén-Âtén.
Cosmología Maya
Fuente: http://www.mayasautenticos.com/Astronomia.htm
Fuente: www.mayasautenticos.com/maya_cosmology.htm
Orión y sus vecinos.
“Orión: Los Mayas llamaban a Orión Ak' Ek' o "Estrella Tortuga". En el Códice de Madrid, Orión es representado como una tortuga con tres glifos de piedra o Tun en su espalda. Debido a que el cielo aún no había sido levantado, antes de la creación, el corazón era un lugar tanto de la tierra como del cielo. Es decir, el Caparazón de la Tortuga, así como la Espalda del Cocodrilo estaban al pie del Árbol de la Creación. Estas 3 piedras, fueron colocadas por los dioses en la creación. Los Mayas miraban a la cercana constelación de Géminis, como a la “Madre Pecarí”, y a las estrellas del Cinturón de Orión como sus “cachorros”. Los Mayas usaban 3 estrellas en Orión: la gigante azul, Rigel, Kappa Orionis, la estrella Saifa y a Alnitak (Zeta Orionis), la estrella del Cinturón, que forman un triángulo equilátero llamado "Las Tres Estrellas del Corazón". Ellos representan al “Corazón” con 3 piedras en forma de triángulo, que era el fundamento de su Cosmología. Directamente en el centro de las tres piedras se encuentra la Nebulosa M42, una Llama de Fuego llamada K’ak. Al amanecer del día de la creación, el 13 de Agosto, Orión se mueve hacia el cénit de la Vía Láctea. Los K’iche’ aún llaman a estas 3 estrellas, Las "Piedras del Corazón", y a la nebulosa en el centro, "Humo del Corazón".
“El Popol Vuh ha probado ser la narración del mito maya de la Creación, desde el Preclásico (murales de San Bartolo), Clásico, (Estela C de Quiriguá), y que fue preservado hasta el Post Clásico por los K’iche’s, de las tierras altas de Guatemala. En éste libro, Orión es visto como el primer padre, Hun Hunahpú, el dios del Maíz, padre de los héroes gemelos, Hunahpú e Xbalanqué, que eran fundamentales en su Mitología.”
Plato ceremonial del Clásico. El dios del maíz, Hunab’Kú, ayudado por los Gemelos (Géminis), emerge de una concha de tortuga, como una mazorca de maíz. Él se convierte en el árbol de la vida. Las imágenes del dios del maíz resucitado ya aparecen en los murales de San Bartolo (100 d. de C.).
He aquí cómo yo represento al Punto Cero y Concha, el inicio de la Creación, Astronómico y Mesiániko, a 00º00’00” de Aries sideral, ya que en ese signo el Sol de Ometeotl se exalta. ¡Parecido a lo que pensaban los sacerdotes mayas, verdad!
Punto Cero y Concha. Obra del Autor. Caracas. 1997.
Misterio en el Templo de Maât. Obra del Autor. Caracas. 1997-1998.
La Nueva Era Cosmológica del Proboscidio o de Dumbo-Babar. Obra del Autor. Caracas. 2000.
Caracas, marzo-abril del 2009
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