Mi Filosofía

Esencia de Rock-and-Roll 1. Obra de Marcelo Ávila. Supervisión del Autor. Caracas. 1996-1997.

Creo en la integración, unificación, fusión y amalgama de todas las artes, ciencias y espiritualidades. Si procedemos del UNO, que originalmente emergió del CERO ABSOLUTO, la NADA o el VACÍO, que contiene todo cuanto probablemente fabrica serialmente el SER SUPREMO DE LAS GALAXIAS UNIDAS en cualquiera de sus creaciones y disoluciones, más allá de cómputos, cálculos, hipótesis, teorías, teoremas, ecuaciones, claves y códigos, también creo que nuestros Principios proceden hacia el DIEZ o DIOS, por darle un nombre. Todo es vaivén, eco, reveberación, bumerang. Todo se comunica. La Ley de Unisonancia y Armonía reúne todas las partes una y otra vez perpetua y amicalmente. Nada se pierde irremediable o desgraciadamente. Todo late, bate y cambia. Es metamórfosis, transmutación, si es necesaria y útil al Orden del Universo. Así que esta es la secuencia del valor agregado: 0-01-10. Y todos nosotros y nosotras somos una combinación de este orden perfecto, radiante. Sabiendo esto me resulta imposible creer que uno es solamente un ente, una persona, una cosa, que sólo atiende, practica, maneja, ejercita una especialidad separada de otras especialidades o profesiones, como quieran catalogarlo. Si creo y practico la integración, la unión y la combinación, no puedo pensar entonces que soy una unidad-ser vital y pensadora pero aislada o desconectada. Imposible. No hay neurosis. Iré al grano. Soy un escritor, un pensador, un artista, un dibujante, un astrólogo, un político y legislador también. Me intereso en todo lo que gira a mi alrededor y más allá, alrededor del planeta donde vivo ahora, alrededor del sol, alrededor del centro de la galaxia, alrededor del germen central del Universo, ad infinitum. Todo me llama la atención, desde lo microscópico a lo macroscópico, en los mundos invisibles y los mundos visibles, en lo que yace bajo mis pies y lo que flota sobre mi cabeza, en lo que conozo y lo que ignoro, y por lo tanto ni siquiera me puedo limitar. Sería absurdo. Todo cuanto existe es alimento y fuente de energía para mí, en todos los sentidos posibles; asimismo, pienso que cada una de mis células está hecha con las mismas sustancias que componen el Universo. Soy pues su hijo y también su biznieto y de paso debo servirle sin egoísmos ni odios. Rechazo todos los extremismos, prefiero el centro, el núcleo, el punto, el medio, el equilibrio, la coagulación, la consolidación, la mezcla, la ensalada, la síntesis, el consenso, el ecumenismo y finalmente la paz y la concordia, donde puede erguirse un obelisco que una y concentre. Admiro a los genios del Renacimiento italiano y europeo y de cualquier época luminosa de nuestra Historia, a los espíritus universales cuyo interés es omniabarcante, sinérgico, sintetizador y sincretista, pues consiguen puntos y nervios de unión, comunicación y transmisión entre una y otra de las materias concretas, filosofales y espirituales o abstractas. Para ellos el hombre y la mujer son integrales y fotónicos, están íntimamente asociados, pueden formar grupos, conjuntos, equipos, sociedades, ya que su esencia, que participa de la Ley del Uno, se los indica y demuestra puntual, lógica y verazmente. Debemos formar individuos integrales, enciclopédicos, cósmicos que abracen y comulguen con el Todo o la Nada. No es necesario saberlo todo y a la perfección. Eso sólo lo conoce el GRAN ESPÍRITU INDIVISO E INVISIBLE DE LOS CIELOS que juega metras con eso. Si nuestra alma está abierta, ya entrarán las golondrinas y los pericos de Dios a nuestra estancia y cada una y uno traerá en su pico un grano de sabiduría, una brizna de amor juicioso, un fenómeno, un milagro, un bien, que nos nutrirá interna y externamente, porque, la verdad sea dicha de paso, el verdadero mundo es el del Prodigio y la Excelencia. ¡Hay que buscar al MÁGICO Y MARAVILLOSO SOL DE SOLES para que Su refulgencia nos encienda constantemente, nos libere de ataduras que nos degeneran, nos vuelva mejores y nos acerque al mundo divino presente en todo, pues allí, en el crisol divino sin límites, radica nuestro lar sin par! No hay nada 100% imposible, es todo. Om-Shalom. Pax Adonai.