jueves, 5 de marzo de 2009

65. La astrología egipcia, la primavera eterna, y las radiofrecuencias intersiderales por el OM

Zodíaco de Déndera o Denderâ. El circular está en el Museo del Louvre, en París. Y el rectangular sigue en Egipto.
© Elisa Benavides 2005-2009. Crédito: www.astralelisa.com/.../ zodiaco_dendera


Nota del Autor. Si no genero luz por dentro, es decir, si no prendo un bombillo incandescente en mi fuero interior, no escribo inspirado, me siento muy solo, aislado de los demás, y me deprimo. Así muere el creativo y la creativa. Si no trabajo, estallo. Debo movilizar energías y comunicarme aunque sea con la pared. Lo he dicho mil veces y lo seguiré afirmando. Esto mismo fue lo que me salvó cuando fui Leonardo o me ponía a inventar imperios y culturas como hicieron Alejandro y Chinggiz. Somos mundos taquiónicos a veces en en colisión aunque es nuestro deber navegar entre aerolitos, meteoros, asteroides y planetas alocados, como señaló el profeta Eliyahu (Elías), cuando para demostrar el poder omnisapiente de IAOUE que puso en su sitio al infiel rey Ajab y por medio de un milagroso ejemplo testificó que no sólo el hijo de una viuda podía salvarse sino eventualmente liberados de su atroz padecimiento todos los Hijos de la Viuda, mis amados masones universales. De hecho por eso repatriarán los huesos calcáreos de Francisco de Miranda para que se entierren bajo el Panteón y resucite el Salvador que dio su vida por la Fraternidad y la Libertad. El nuevo Panteón Internacional quedará en los Campos Elíseos, no de París, sino de Ciudad Aurora, la Nueva Kaura. Aum. Om Namah Shivaya. Todo se comunica entre sí, todo es aliento, soplo, música a los oídos. El Gran Espíritu vela y atiende. Debemos prestarle atención.

¡Albricias! ¡Qué bueno, por fin un eco! En este momento estoy muy atareado preparando otra entrada para mi webblog que os invito a conocer pues allí encontraréis material sobre Astrología, Astromancia y Hermetismo. De momento dejadme contaros esto: aunque dudéis de lo que estáis hallando, seguid, tratad de mantener abierta vuestra puerta y ventana, aunque de repente creáis que el cielo se puso patas arriba. El cielo es generoso e iluminador pero cuando se comienza a colocar todos los platos celestes bajo una perspectiva sideral parece que nos quedáramos sin la brújula y el astrolabio. Mas no es así. La primavera casi siempre comenzará alrededor del 20 de marzo porque es un hecho astronómico y cosmobiológico o fotónico. Solamente que dependiendo del calendario y del año en curso, a causa de la Retrogradación de los Equinoccios vista desde nuestro observatorio sobre la Tierra, pareciera que cada año que pasa el Sol nace en un sector diferente de la Eclíptica, ¡Y HAY QUE HACER LOS AJUSTES NECESARIOS PARA VER CLARA Y PENETRANTEMENTE, PORQUÉ VAMOS A ENTRAR AL CINTURÓN FOTÓNICO Y PASAR POR EL CINTURÓN ECUATORIAL QUE ATRAVIESA A ORIÓN POR LAS TRES MARÍAS! Esto lo sabía o intuía muy inocentemente cuando era un jovencito. De lo contrario, las colocaciones de los astros o platos celestes no quedarán en su lugar y el cielo será un rompecabezas. También hay otro tema muy engorroso. Parece que nos enseñaron mal a interpretar los astros y sus influencias. Mucho antes y todavía hoy en algunas culturas, el día comienza al ocaso (los hindúes dicen que debe ser al amanecer y los occidentales a medianoche. Actualmente, para poner orden, las efemérides se erigen para la medianoche, como las siderales de "The Betz Ephemeris (1940-2040)", que podéis comprar vía Internet y son excelentes, fidedignas, bien impresas y detalladas.

Si desde una óptica lógica el día comienza al acostarse el sol, es porque a partir de ese doble suceso celestial y ambiental comenzamos a obervar las maravillas del cielo y a sentir directamente sus radiaciones y vibraciones puesto que la irradiación solar ya no las bloquea de nuestra vista y demás sensaciones. Eso pensaban todos los pueblos antiguos y siguen haciendo nuestros astrónomos de hoy. La observación era pues acrónica. Y a partir de aquí hay que poner, en el Zodiacóscopo o Carta Fija del Zodíaco, las cosas en su lugar y como lo enseña la Alta Tradición Milenaria: Libra en el Este, Aries en el Oeste, Cáncer en el Sur o Medio del Cielo y Capricornio en el Norte o Fondo del Cielo. Por fortuna hubo en el pasado un Horóscopo de la Bóveda Celeste que ha sido objeto de muchas reflexiones y que en el primer número de la Revista Haoma, en 1967, dimos a conocer por la pluma de Tomás Franco, un astrólogo mexicano, mi primer gurú en esta materia tan sacerdotal: me refiero al techo rectangular del Templo a la diosa de cuernos Isis-Hathor (Hat.Hor) en Déndera, Denderâ o Dandarâ, en la ribera del Nilo, levantado originalmente después del Diluvio, según Albert Slosman (1925-1981)*, investigación que comparto, sucesivamente reconstruido durante milenios e incluso retocado cuando el emperador romano Tiberio, hacia el Año 34 A.D. Allí, en medio de figuras antropomorfas y zoomorfas aparece, sobre el signo de la Balanza, al interior de un gran nimbo, Horus, el Niño Dios del Alba, Tonatiuh-Âten, el Significador del Arquetipo Solar, o como le dicen los masones, el Gran Arquitecto-Geómetra-Juez del Universo, dando a entender que es justo y perfecto que sea Libra el Amanecer y dirija los destinos a través de la Ley y del Amor. Horus está detrás de Tueris, Taweret o Ta-urt, la Grande, la diosa-hipopótamo de la fertilidad y las embarazadas, que sobrevivió al Gran Diluvio, la hija de Râ, madre de Isis y Osiris y abuela protectora de Horus. Ella es: La Gran Tata (o Tatá) del Cielo, que con entrañable amor nos sostiene con confianza, da seguridad y retroalimenta, en su carácter de nodriza, aya, nana, tata, madrina y axis mundi cosmológico. Mi Titi la ama mucho.

Arriba. Zodíaco de Denderâ (detalle central).
Medio. Ta-urt, Tueris o Taweret. Original de Jeff Dahl. 2008.

Abajo. La Iniciación. Carta 36 del Tarot Egipcio. Figura al principio de El Orgasmo de Dios. El mundo está bajo el amparo y seguirá así aunque el gran cambio de frecuencia a partir del fin del 2012 y comienzos del 2013 sacuda a la Tierra. ¡Adelante! Yane-Heja-Hee. Versión del Autor. Caracas. 2001.

Es posible que al llegar aquí, al comienzo de la aventura iniciática, se colapsa, grita, patalea, entra en crisis y se piensa que es la locura total. ¡Qué pasa, nos enseñaron mal! Sí, amiga o amigo, así fue porque lamentablemente cuando a los ilustres y sabios iniciados del Antiguo Egipto los gobernó Roma y luego el cristianismo dogmático, anti-gnóstico y muy fanático en ese momento se perdió el norte y el cenit y por razones bastante traviesas las generaciones que vinieron después no se dieron cuenta que en los tiempos de Ptolomeo, Firmicus Maternus, Manilius y otros los dos Pilares y dos Zodíacos, el Tropical y el Sideral, estaban prácticamente en el mismo lugar y cuando comenzó la Era Oscura en el mundo pseudocivilizado occidental con el cierre de los antiguos templos paganos quedaron en el olvido los fundamentos astrológicos y astronómicos, quedó en el olvido la búsqueda celestial y solamente se hicieron importantes las fechas tropicales, los cambios de estación, y se pensó que el centro del universo era la Tierra y que en su centro reinaba por disposición divina un usurpador, el falso Monarca, un Emperador, Rey y Soberano Absoluto, pero sin real conocimiento divino, como se pudo comprobar con el tiempo debido a que el egotismo, egocentrismo, egomanía, egolatría y ego-concupiscencia del Falso Soberano y Anticristo, o Rex Mundi, según el catarismo, eclipsarían la luminosidad y reflejo del Supremo Autor en las Alturas (tras el corte místico-religioso producto del bautizo al cristianismo romano del merovingio Clodoveo (Clovis, en francés), quien asumimos guardó la llave de la gnosis en un escaparate y luego zumbó este escaparate por un barranco para que el Imperio Sacro Romano de las Tinieblas no lo pudiera hallar hasta que la falsa Iglesia y las otras falsas iglesias desaparecieran en el siglo XXI). Así fue cómo se profanó y puteó el saber y la luz astrológica en Occidente, aunque de vez en cuando surgiría un rebelde, un aventurero, un iluminado, una escuela esotérica como la de los rosacruces, un Giordano Bruno, y en la India se siguiera creyendo en el saber antiguo aunque ahora híbrido a causa de la influencia greco-romana. La verdad es que hasta que se cerraron brutalmente los templos paganos en tiempos de los filósofos neoplatónicos, como la filósofa Hipatia (385-416 A.D.) y el filósofo Proclus (412-485 A.D.) la cosa iba bastante bien, los astrónomos-astrólogos medían la retrogradación anual y por consiguiente el Punto Vernal Cinético y, al fin, gracias a Alan Leo y mayormente de Cyril Fagan, Rupert Gleadow y Donald Bradley (Garth Allen), quienes se rebelaron en el siglo XX comenzamos a ver la luz de nuevo. ¡Pero cuánto han costado tantas disputas y discusiones agrias, a menudo tan poco esclarecedoras y objetivas!

En conclusión, pienso que cuando el cuerpo sacerdotal, elitesco por esencia, ya no lleva a uno o una de sus iniciados o iniciadas a la máxima posición en una nación o Estado decae la potencia y elevación de la sociedad, viene el descalabro, la degeneración, y saca su perversa y monstruosa cabeza la miseria, la pobreza y el retroceso de la Energía Madre; en dos palabras, cunden el eclipse solar y el eclipse lunar y el desconocimiento de los equinoccios, los solsticios y los plenilunios como conmemoraciones mánticas de las sacras Fuerzas Cósmicas. El derecho divino es un sistema que hace tiempo dejó de tener valor y fue profanado porque las élites dejaron de poseer el conocimiento divino que en un tiempo remotísimo le llegó a los hombres a través de los Altos Iniciados de las Estrellas. Éstos le legaron a los hombres y a las mujeres terrícolas su saber cósmico, intersideal e intergaláctico, no meramente regional, tropical, humano, demasiado humano, plagado de mentiras, equivocaciones, fallas y lúgubres percepciones. Por eso, cuando me convertí al sistema sideral en 1976, en Old Delhi, India, fui entendiendo con el paso de los meses que esta conversión no era algo meramente tópico, circunstancial, azaroso, quizás frívolo e inconsecuente para algunos que no saben nada de la materia, sino que entendí con la cabeza y con el corazón que a menos que los que se dicen astrólogos y astrólogas se dejan iluminar y encender por el mágico y esplendoroso approach intersideral no van a poder ver más allá de los cambios o trópicos terrestres y llegar al origen de los fenómenos pues hasta estos cambios de clima y ambiente tienen su raíz en el cielo, en las inmensidades cósmicas, que llegan derechito hasta nuestro ser en el plexo solar por medio de la resonancia electromagnética, las microondas, las frecuencias radiomagnéticas, la oscilación, el contacto personal y transpersonal por medio de la corriente alterna, etc. En este campo Hertz y Tesla nos idearon el camino que nos llevará a entender y usar con clarividencia el campo y el espectro de frecuencias que nos permitirá enviar y recibir correos, objetos, mensajes, señales y datos que nos comunicarán con lo más sublime y poderoso en la escala jerárquica celestial y elemental. No vacilo en afirmar que esta sabiduría nos va a llegar muy pronto, con el paso a la Nueva Era. La misma nos va a abrir un caudal de conocimientos y aplicaciones que buena parte de la Humanidad ni sospecha ni imagina porque cuando esta interfase, interacción e interdinámica sea una cuestión de rutina y acopio ya la vida en la Tierra habrá cambiado por completo: las élites habrán sintonizado el nuevo radial. Entonces, sí podremos hablar de un Nuevo Amanecer o Aurora de Falla genial, una primavera eterna, palpable y efectiva, un Ascenso de la Energía del Mesías a 0º grados de Aries, como cuando se instaló eones ha (hace 6.000 millones de años) en el Centro, Vientre, Ombligo de la Tierra, al pie de un río subterráneo, alineado por medio de seres del espacio exterior venidos de Pegaso y Andrómeda con específicos sectores celestes eclípticos y extra-eclípticos, “un largo & extraño motor geomántico con desconocidos signos encima”, o Antarâtman, el primer magnetorreceptor y cosmotelúrico Khristos-Âten en la Tierra, para que la luz, el calor, la irradiación y la resonancia magnética del Gran Sol Central del Grupo Local de Galaxias llegara directamente hasta nosotros y nosotras, proveniente en última instancia de los infinitos confines del Kosmos, y pudiéramos seguir sintonizando la frecuencia vibratoria de Dios Padre-Madre-de- Luz; y, por medio de la iónica, electrónica, alquímica ciencia cósmica del fuego vivo y los metales, llegar eventualmente a transmutar el Mal, remagnetizar y repolarizar más armónicamente al planeta y elevarlo al plano divino -al Sol de Soles en el Noveno Cielo-, una operación mayúscula que puede perfectamente bien consumarse próximamente a raíz del gran cambio de frecuencia vibratoria en curso. Para que eso pase se instalará un nuevo Khristos-Âten –el undécimo y último- para quebrar la recurrencia ominosa y cíclica de catástrofes y hecatombes en la Tierra. El mismo forma parte del axial, megasolar Salvador Plan Kadosh #4.181. Este Renacimiento del Sol –moderno y transmutado Kinich-Ahau-, que he venido anunciando desde 1962, cuando en la Clínica de Prangins me puse a investigar los Grandes Misterios Herméticos, con el lago de Ginebra enfrente como testigo, galvanizará el futuro de la Humanidad y del planeta, más allá de los estremecimientos apocalípticos en marcha, desde que los físicos nucleares lograran hacer explotar en Alamogordo, en 1945, la primera bomba atómica de la era moderna y desencadenaran nuestros lazos khármicos con el pasado cercano y lejano.

Arriba. El Khristos-Âten 44C. Ver los distintos materiales al pie. Obra del Autor. Madrid. 1994.
Abajo. El Kristos-Âten 1. Ver el espejo de agua al pie. Obra del Autor. Caracas. 2002.


El hecho que desde hace un tiempo para acá, agudizado por las terribles explosiones de las bombas atómicas de los años 40-50-60-70 que sacudieron los cimientos del planeta, los seres humanos parecen estar perdiendo el norte o la brújula cada vez más a nivel individual como colectivo es una indicación de que el campo magnético terrestre y la magnetósfera están siendo fuertemente afectados y alterados por fuerzas colosales fuera del control y del entendimiento humano, demasiado humano. Si el campo magnético solar influencia el campo magnético terrestre y éste a su vez afecta por resonancia magnética todas las especies naturales y fuerzas vivas sobre y dentro de la Tierra, especialmente a los seres pensantes y sintientes, se puede entender porqué hoy día nuestra sociedad, debido a las energías disolventes, destructoras, disgregadoras, fisionadoras, catastróficas y atomizadoras (propias de la fisión del átomo y la veloz reacción en cadena) se halle voraz y fuertemente desequilibrada; las leyes, normas y principios tradicionales sean atacados, irrespetados, raspados y cambiados; las armas de destrucción masiva se tornen cada vez más letales, perversas, malignas, subterráneas; el odio fanático, el terror, la inseguridad, la delincuencia, el narcotráfico, la corrupción y el materialismo y consumismo rampantes hagan que millones de personas bailen al mismo, bueno o malo son, según se presente mediáticamente. Todo esto nos indica que estamos pasando por un flujo y contraflujo simultáneo, un incipiente y a la vez muy viejo campo magnético terrestre con acciones y reacciones contradictorias y confusas YA en contraposición uno al otro y nos hace concluir que efectivamente reina el Desorden, el Caos, ese estado de putrefacción tan característico del abono orgánico, por ejemplo, del cual es inevitable que surja eventualmente una Nueva Tierra Negra Fértil, una Estrella, un Claro de Luna; pero será difícil predecir con exactitud cómo terminará siendo la nueva magnetorrecepción, el geomagnetismo, el campo geomántico planetario en los siglos XXI y XXII de nuestra Sociedad. Pienso que no sólo puede tener lugar una variación biológica, biofísica y geomagnética, sino más de una, incluso una reversión biofísica, geomagnética y geográfica que nos cambiará la polaridad instantáneamente. Mientras los humanos tengamos en nuestros genes, cromosomas, organismos, ADN-ARN, algo de hierro, cobalto, gadolinio, níquel, selenio, magnesio, cromo, zinc, oro, plata, etc; mientras seamos permeables a los campos magnéticos y al biomagnetismo; mientras nos guste caminar descalzos en la grama, la arena, la madera, el magnetismo telúrico y astral nos afectará positiva y negativamente. Es inevitable pues que la interacción magnética nos mueva tanto interna y sensorialmente aunque no sepamos ni pizca qué cosa son el magnetismo animal, vegetal, pétreo y metálico. Somos dínamos y así como nos pueden “cargar” también nos pueden “descargar”. De ahí a que los Antiguos hayan construido templos, pirámides, capillas, cámaras iniciáticas, aras, cromlechs, kivas y zonas especiales para acumular y transformar las energías y campos de fuerza magnética. Los “campos”, como nos repitió varias veces papá, cuando hablamos con él un buen rato el mes antepasado en el apartamento. ¡Cómo estaba enterado de cuánto estaba sucediendo a nuestro alrededor, cuánto se alegraron, él y Tío Alfredo, cuando les dimos una misa en enero! Papá está muy sentido al igual que mamá por todo lo que está ocurriendo. Cada uno está con un maestro antes de reencarnar acá. El de papá se llama Bruno. El de mamá tenía un nombre raro, oriental, con quien estaba aprendiendo. Ahora ambos entienden perfectamente lo que es el misticismo.

Bienestar climático. Por el cúmulo de ejemplos tenidos a diario pienso que estos cambios durarán varias generaciones hasta que el formidable magnetorreceptor, llameante, cosmotelúrico undécimo Khristos-Âten, rodeado de elementos ferruginosos y ferromagnéticos, resinas, cristales y diversos regeneradores estabilice las placas tectónicas, los flujos de magma y lava, jardines, golfos sísmicos y líquidos en general que constituyen el 70% de la masa de la Tierra. Hasta que los terrícolas, con ayuda extraterráquea, no vivan en armonía con los elementos, nuestro planeta será un lugar inestable, muy hostil a veces, sujeto a periódicas convulsiones y descalabros. Los cambios más importantes los vamos a ver en los próximos 100 años y simultáneamente. Simultáneamente, como corriendo un maratón con estos cambios geomagnéticos, todo nuestro edificio físico, social, político, económico y religioso se vendrá abajo irremediablemente. Y cuando digo todo es todo. En esto se adelantó el gran filósofo alemán, Federico Nietzsche (1844-1900), para quien la transmutación de los valores era básico. Sólo que él lo miró desde un punto de vista moral, ético, espiritual y filosófico. De estar vivo hoy o próximamente, se hubiera dado cuenta que se quedó corto. EL CAMBIO SERÁ TOTAL PARA QUE HAYA UN NUEVO CIELO, UNA NUEVA TIERRA, acordes con el Nuevo Amanecer del Superhombre y la Superhembra: el Renacimiento del SOL UNO. En dos platos de chía, vinimos a cambiar los cimientos del mundo.

Porque una cosa es muy cierta y es que una de las primeras personas en transmitirme este conocimiento fue el poeta simbolista Charles Baudelaire en su famoso poema Correspondences (Correspondencias, en español). Para él, como para todos los ocultistas y sensitivos en general, así como para todos los primitivos y pueblos salvajes en el muy buen sentido del término, el Universo es UNO y es además una colosal caja de resonancia electromagnética. Todo se comunica entre sí, todo es aliento, soplo, música a los oídos. El Gran Espíritu, Manitú, vela y atiende. Eso significa que nuestros pensamientos, los que nos entran de todos lados del cosmos, así como los que salen de nuestro fuero interior, circulan sin ninguna clase de interferencias, barreras y limitaciones. No me refiero a controles mentales propios o ajenos a nosotros y nosotras. Me refiero a que en el Éter Central del Universo donde se crean y recrean los pensamientos y las ideas hay libertad plena para que las señales de comunicación que producimos todos en esta 3D y en cualquier otra puedan circular y llegar a su destino. El Ser Supremo actúa solamente cual Gran Ventilador para que el viento de muchos soles impulse en la dirección convenida todos y cada uno de los pensamientos que recibimos y enviamos. Luego está en nosotros y nosotras procesar, analizar, almacenar, descartar, transmutar, etc, cada uno de estos pensamientos. Ahí sí radica el propio control en base a nuestro estado de conciencia, humor, carácter, etc. Por eso, la idea de correspondencia, correo, relación, correlación, unión, vínculo, conexión, sincronización, sincronía, concordancia, simultaneidad, etc, es de vital importancia ya que, como señalé, el Universo está basado en la Unidad de las partes, en la Unidad en la Diversidad, un concepto que a veces nos resulta difícil de encajar y aceptar pero que a la larga resulta muy beneficioso, saludable y sabio, pues promueve el intercambio, la compensación, la interrelación y la compenetración. Y todo esto me lleva al tema de la primavera eterna, el clima ideal sobre la Tierra, que de lograrse a una escala no sólo local sino regional y eventualmente planetaria daría lugar a un estado paradisíaco, a la Parusía sin lugar a dudas, a un Pentecostés contante y sonante y generalizado. Si los habitantes de la Tierra lograran controlar el clima y vivir en equilibrio con la Madre Naturaleza alcanzarían la plenitud. La abundancia y la riqueza serían muy grandes pero para eso tendrían que vivir en paz y armonía, individual como colectivamente lo más posible porque, a fin de cuentas, nuestros pensamientos, emociones y sentimientos actúan sobre el medio ambiente y, si hay furia, ira, rabia, odio, malevolencia, arranques agresivos y muy rojos, estos estados de mal humor entran en colisión con los Elementales de la Naturaleza y éstos a su vez se descontrolan, sacuden, irritan y fermentan causando las tormentas y desgracias que conocemos. Si el ser humano lograra vivir en paz y armonía podría entonces instaurar un clima, un estado del tiempo bastante duradero (no emplearé la palabra perpetuo) que le daría a su estadía sobre la Tierra una calidad excepcional y lo lógico sería que necesitara una calidad ambiental media que le permitiera tener suficiente calor y suficiente frío para no estar expuesto a los excesos y extremos. Una temperatura media de alrededor de 21 grados Celsius equivalentes a 68 grados Fahrenheit en todo el año con una máxima y una mínima que fueran suficientes para que su cuerpo estuviera aireado, bien acondicionado, vigorizado, bien mantenido, alerta y mentalizado y pudiera entregarse sin enfermarse a todas las tareas necesarias para su desenvolvimiento y bienestar. El clima no sería ni muy húmedo ni muy seco, por el medio, siempre buscando el balance, la cima, con el fin de evitar a toda costa las desproporciones y las sobreexposiciones. El clima se regulará desde la atmósfera, biósfera e ionósfera, con antenas y CPUS fuera y en tierra, para crear una especie de burbuja o arco que permita aislar y controlar el microclima al gusto de las mayorías. No veo peligroso, imposible o azaroso este proyecto. Basta que se apliquen ciertas coordenadas básicas, shamánicas, esotéricas, físicas, arbóreas, mecánicas, meteorológicas, astronómicas, geodéticas, matemáticas (Sucesión de Fibonacci-Proporción de Oro-Geometría Fractal), ecológicas, económicas, sociales y políticas, para que se encuentre un medio justo y proporcionado y todos los moradores del planeta, incluso los animales, las plantas, las rocas, los elementos, et cétera, puedan vivir bien, en paz, juntos, y velando los hombres y las mujeres en proteger al resto de la cadena alimenticia. Esto, por supuesto, significará que se tratará de que desde la infancia misma se inculque el tema filosófico-teosófico. Es hora que nos convirtamos en una sociedad de protectores y conservadores de todas las especies de vida en el planeta pues cada ser, especie y familia, en combinación con las demás, ayuda a preservar y enriquecer la corriente de vida y el caudal general acá como allá. Porque así como una mano lava la otra mano una estrella pule otra estrella y un planeta ayuda otro planeta. OM.

Insisto, la primavera eterna no es sólo un estado climático y meteorológico sino también un estado de conciencia puesto que si la mente está clara y límpida el manantial correrá, el árbol crecerá, el oro fluirá, el ave cantará, el sol brillará y la lluvia caerá cuando haga falta sin que se lleve por delante a toda una comarca o aldea o la casa de mi vecino. Ah, otra cosa. Si vivimos en paz y en medio de una primavera eterna se acabaron los ranchos de zinc y cartón, los refugios asquerosos bajo los puentes y las alcantarillas al aire libre y listas para contaminar el aire que respiramos. Primavera significa hacer yoga al aire libre, saludar al sol todas las mañanas, recibir de frente el impulso del alba, los influjos del sol a todas horas así como de la luna por la noche y eso hará que todas las viviendas tengan al menos una parte del techo cristalino para que se vean los luceros de noche y se sepa cómo está aspectada la oscuridad, qué constelación sale en el ocaso, qué aparece por el oriente, etc. Es indudable que muchas ideas buenas del pasado se van a ver otra vez. Ya no habrán más edificios iguales a cajas de fósforos, con techos bajos que reducen y tuercen la ergonometría y la armonía sino que las nuevas viviendas, edificios, centros de trabajo, diversión, instrucción, tendrán formas sacadas del mundo de las formas infinitas que la buena Naturaleza nos presenta gratis y a diario. La Nueva Visión será derramada a puertas abiertas para ser mirada y saboreada. Un Planeta de Mil Maravillas, como quiso que fueran los grandes poetas que nuestro orbe generó a lo largo de millones y millones de años disfrazados de matas, metales, pumas, nubes, riachuelos, sales, cubiertos y ondinas. Por eso, al referirme a la primavera eterna, la astrología egipcia y las radiofrecuencias intersiderales consideré que en vista de los acontecimientos en pleno desarrollo a nivel de conocimiento místico, religioso y mágico, para que se instaure un nuevo modelo de sociedad, un nuevo terrícola, un nuevo orbe, es fundamental que todo esté en correspondencia y sintonía con todo de un modo absoluto e inequívoco, porque no concibo cómo algo MUY BUENO pueda ser chucuto, realizado a medias, sin equilibrio: sin que el funambulista y malabarista no ejecute sus peripecias perfectamente. La perfección consistirá en que cada quien ponga su granito de arena, trabaje coordinamente, en equipo, con los demás. Ahí radica la perfección: en la interacción, la combinación y el espíritu solidario de equipo, y no necesariamente en fallar o caerse a veces. Lo bueno y primoroso es levantarse de nuevo gracias a una mano amiga o por la inspiración de alguien al lado. La falta de espíritu de grupo ha obstaculizado mayormente a los terrícolas puesto que se han requetefajado a hacerse la guerra en vez de hacerse el amor. Pero eso cambiará pronto. Cuando estemos en camino de la cura general escucharemos las ondas hertzianas que nos llegarán del cosmos, sintonizaremos a culturas y civilizaciones más adelantadas e iluminadas y cogeremos sus buenas ideas y las adaptaremos directamente, en línea, inalámbricamente, a nuestro orbe terráqueo, como se afina un instrumento musical para que suene mejor, y de este modo esto va a cambiar: debemos ser originales, ocurrentes, talentosos, disciplinados, metódicos, ingeniosos, industriosos, exuberantes, geniales, humildes y magníficos. Eso sucederá. Eso llegará. Eso será. Si trabajamos en equipo, orquestada e inspiradamente, con Dios o Sois Dios por delante, por detrás y de cada lado, nada nos detendrá. ¡Nada!

En mis escritos digitalizados hasta hoy, excepto "The Wisdom of Sidereal Astrology", escrito en inglés y aún sin traducir al español, hablo sobre la materia. Lo publiqué bajo el pseudónimo de KHM9 Andres Takra y se consigue en Amazon Books aunque debería revisarse pues en la época en que lo escribí usaba el Ayanâmsha de Fagan-Allen. Luego de una pila de años de ensayos y errores, por fin di el 10 de abril del 2002 con un Año Cero fiable (272 A.D., es decir, después de Cristo) o un excelente Año 0º. Lahiri lo pone en 285 AD. La diferencia es apenas 11' 27" menos entre mis datos y los suyos y en mi programa astrólogico de Io Edition uso a Lahiri por supuesto porque su Ayanâmsha ya está incluido en el menú y por la mínima diferencia existente entre su Ayanâmsha y el mío. La precisión analítica se puede hacer mediante las 144 dwadashâmsas y sus subdivisiones. Lo que hallé en la India fue que este pueblo conservó parte de la tradición ancestral que los árabes, herederos del antiguo saber iniciático archimilenario, llevaron hasta Occidente aunque de un modo fragmentado el cual sigue siendo un híbrido hasta el día de hoy como bien nos lo hizo conocer el Maestro Gurdjieff. No obstante, gracias a sus antiguos rishis India es todavía un emporio de sabiduría y conocimiento cósmico que ha logrado sobrevivir hecatombes inimaginables como la que aconteció en épocas pretéritas cuando los hielos del Pamir, del Hindu-Kush y de los Himalayas bloquearon la comunicación del subcontinente indio con Europa. Píenso que eventualmente India viajará hasta Venezuela. Me impresiona mucho cuando veo a un criollo de tez cobriza y muy oscura. No fue fortuito que la isla de Trinidad fuera parte de nuestro país geográfico y étnico hasta no hace mucho (Tratado de Amiens, 1802). ¡España tuvo razón otra vez y Gran Bretaña también porque gracias a ésta última llegaron los hindúes que poseen una cualidad muy inusual: ¡la virtud de colarse de cualquier modo en cualquier lado! Su cercanía nos ha favorecido.

Por otro lado, está la tradición tibetana, maya, azteca, etc. Pero el fin no es saberlo todo, como si se tratara de vivir solamente de datos, teorías, libros enciclopédicos, y con miles y miles de cartas en la cabeza. No. Eso es muy chato. El objetivo de la Astrología es abrirnos los ojos, ayudar a volvernos superintuitivos, clarividentes, psicoanalistas, acuciosos observadores de la vida en general, humildes y sencillos, sabedores que Dios o Sois Dios está allí permanentemente comunicándose con nuestro fuero interior de infinitas maneras. Con el tiempo el astrólogo aprende a dejar de usar horóscopos, se torna mago, ve a través de prismas, percibe en el aura y a control remoto lo que los símbolos le muestran y la bola de cristal se torna algo vivo, que respira, siente, piensa, actúa y se puede emancipar de sus rollos y vicios personales y colectivos. Pero de que las matemáticas y las longitudes y latitudes correctamente colocadas ayudan es totalmente cierto. Son una base legítima. Mas solamente eso porque el resto del edificio lo debemos construir con nuestras experiencias alquímicas que las elabora el Venerable en nosotros y nosotras. Es importante poder ayudar efectiva y amorosamente a nuestro prójimo y darle a entender que el Gran Cielo lo está esperando, si se pone las pilas, como ahora por ejemplo, antes y después del 2012, antes y después de todos los cruces de caminos. A fin de cuentas, somos servidores del Bien Ajeno y de Dios, Padre-Madre-de-Luz. Espero que esta respuesta os oriente. Claro, no hay que parar sino para descansar un ratico y beber agua de mandarina. ¡Adelante, full chola! No hay nada que temer y perder, tan sólo lo que nos puede estorbar en el camino a las estrellas. El Buddha y su Dakini nos muestran sus caras: un sinnúmero de exquisitas linduras fractales y de verdades espléndidas, que nos van a transformar, si abrimos 360º el compás de las posibilidades, nos dejamos tocar, bendecir, bautizar, abrazar, mansa y alegremente, ¡y nos meneamos y danzamos!
Aovación e Irisación del Zodíaco del Templo de Dendarâ en violeta (rodado 90º a la derecha y resaltado para ver mejor a la diosa-hipopótamo Tueris y el rayo mesiániko del Niño Dios Horus-Elegguá). Museo del Louvre. Complemento de mi obra, Los Siete Cuadernos del Sol: El Shaddai-Archivo Akáshico 710-Parte 1 El Ibis B. Versión del Autor. 2001/2009.

Por último, viendo en retrospectiva el bello espécimen de arte científico que es el techo rectangular del Templo a Hathor en Denderâ, y especialmente al recorrer el tratamiento psicodélico y psicotrónico que le di en la página anterior, es para suspirar, quedar pasmado y gratamente sorprendido por el grado de sabiduría y refinamiento que debieron tener los antiguos sacerdotes nilóticos, felizmente paganos, que no existen más y nunca más volverán a abrir las puertas e hipóstilos de sus santuarios y criptas, corredores coloridos y exquisitos, amplias aulas de enseñanza y recónditos de sus corazones. ¿Estamos irremediablemente perdidos? No. Los antiguos y respetables pueblos civilizadores ya dejaron de existir pero sus máximas, consejos, buenas ideas y proyectos faraónicos permanecen en nuestros códigos genéticos y espíritus aurorales y mientras esta bona fide reine, estemos inspirados, ejercitemos la intuición, la memoria trasandina, y sepamos buscar con ahínco y positivismo en nuesto fuero interior la sagrada, poderosa y cósmica flama que chisporrotea y habla en todos los idiomas y temperaturas, se expresa de mil y una maneras y formas, puede mudarse y transmutarse porque es mágica por esencia y excelencia, es una con el polvo del cosmos y no puede ser atomizada por completo porque, igual a una serpiente alada en el Éter Central, que cambia de piel y reaparece en un lugar equis. NO ESTAMOS LIQUIDADOS Y LIQUIDADAS. Prestos a oir con atención las radiofrecuencias siderales e intersiderales que nos van a poner en éxtasis sabemos que haremos contacto con los maestros de las pirámides y cámaras secretas estemos donde estemos, andemos de blue jeans o enfluxados, sabiendo que lo bueno, real, cierto, veraz, brillante y radiante es perpetuo, deja su savia, estela y destello cuando se pide y requiere su presencia, necesita su anillo y desea su beso. Ese es el regalo millonario que nos dispensa la Divinidad cuando le hacemos la corte y nos ponemos a su entera disposición y satisfacción, con fe y genuina sinceridad y devoción. Sois Dios. UNO con los Hijos y las Hijas que amará siempre. Que los cedros, caobos, pinos y mijaos os toquen y cimbren hasta los tuétanos de sus huesos. OM.
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• Apenas hoy, 4 de marzo del 2009, descubrí a Albert Slosman y me puse a leer lo que conseguí en Internet, en español, inglés y francés. ¡Estoy feliz, sorprendido, asombrado! Tenía este texto terminado hacía días pero algo me retenía continuamente. Ya sé porqué: tenía que saber acerca de este ser notable y perspicaz quien al igual que otros hombres de ciencia y arte, como Cyril Fagan, Mircea Eliade, René Schwaller de Lubicz, Graham Hancock, René Bauval, Adrian Gilbert, nos han estado devolviendo la verdadera faz del Antiguo Egipto. Me contenta haber podido culminar mi investigación y haberla hecho más certera y real, y comprobar que durante estos años no he estado tan lejos de la verdad. Debo seguir como me lo señaló en una carta el Maestro Henry Miller. Es bueno saber que no regresamos a los orígenes por azar y que Râ/Rê está allí siempre, vivo, iluminado, grande cual magnífica torta de auyama y jojoto, dispuesto a enseñarnos la vía si nos dejamos guiar. Lea La Profecía de Orión de Patrick Geryl, Editorial Kier, 2004, basada en la obra del gran erudito Albert Slosman.

Ptah El-Daoud (Amado Ptah). Arte de Jeff Dahl. 2007. Tal como me lo imaginé y nunca olvidé cuando supe por vez primera de él, en la casa de mis padres, en El Paraíso, por medio de un libro con la carátula en morado (¿cómo se llama este libro?). Ver versión de Srî Paramhansa Babajî (Babajî 377 KHM) en la Entrada del 2-1-2009. La tez verde de Ptah no es por capricho. Igual tono tiene Osiris. Una alusión a la gran ingesta de clorofila que debían tener en su dieta los atlantes antes y después del Gran Diluvio Universal que Albert Slosman dató en 9792 a.C., una fecha cercana a la dada por Edgar Cayce.

Caracas, de fines de febrero a principios de marzo del 2009, previo a la Era nada vulgar de Maitreya

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