Presente y futuro del país de Venezuela

La capital actual de Venezuela: Caracas.
La capital futura de Venezuela: Aurora o Nueva Kaura. La Ciudad Caura de Ramón Espinal Vallenilla. No lejos de Caicara del Orinoco. Ambos coincidimos geodéticamente aunque nunca nos conocimos. Sincronía cósmica.
¿Cuándo?
Cuando los habitantes de Caracas y los gobernantes de Venezuela se den cuenta de los graves problemas geológicos, geofísicos, geodésicos, geomagnéticos, climáticos y ambientales en marcha inexorablemente a nivel planetario como local, despierten, tomen conciencia, y se dispongan y decidan resueltamente a buscar soluciones so pena de ver a su país acéfalo, desmembrado y convulsionado política, social, cultural, económica y geográficamente.
¿Cuándo?
Pronto. Lo ideal sería antes de que Caracas sea destruida por un terremoto-maremoto y el fuego, el gas, las aguas, el lodo, el monte, las piedras y las rocas socaven y sumerjan la mayor parte de la ciudad, hundiéndose algunas zonas y salvándose solamente buena parte de la parte alta del sureste por razones topográficas, geográficas y geológicas. “El Avila amenaza”, como dijo proféticamente Leonídas Rodríguez Salazar en su libro, Un Mensaje de Otros Mundos, publicado en 1961.Yo también lo he venido anunciando gradualmente a partir de los tiempos de la Revista Haoma y de mi libro, El Orgasmo de Dios, en la década de los sesenta del Siglo XX, que por primera vez lanzó una pila de alertas. Lo he seguido haciendo en muchos de mis escritos. Y como un loro no me cansaré de repetir esta súplica hasta que sea demasiado tarde. Sin mucho exagerar, estimo que en 2033 (a mucho tardar) ya no veremos más al Valle de Caracas como lo vemos hoy.

De nuevo hago un llamado al Gobierno y a todas las fuerzas vivas de Venezuela. ¡Démosle a las Nuevas Generaciones un futuro promisorio y no un velorio y un cementerio para gemir, llorar y desesperarse! ¡Actuemos con cordura y sensatez!

Caracas, 16 de febrero del 2009