Noli timere. En los momentos de crisis se liberan en el aire importantes montículos y supercúmulos de energías que habían permanecido previamente represadas, reservadas, inutilizadas o estancadas, como si hubieran estado en suspenso e hibernando en un plano especial de la Realidad Extemporánea. Esto es tan cierto que los grandes inventos, descubrimientos, realizaciones y logros a nivel espiritual y mental como material y elemental se llevan a cabo cuando acababan de suceder o están a punto de suceder sacudidas, estremecimientos, temblores, desgracias, dolores, dificultades, tensiones, conflictos y caos en general. Pareciera como si se destaparan ollas caldeadas y nacieran quemaduras y surgiera una vía de escape al vapor y la presión acumuladas durante quién sabe cuánto tiempo. Nuestro microcosmos no es distinto del macrocosmos. Ambos siguen leyes, cánones, pautas semejantes, y aunque parezca paradójico y hasta cruel, no hay mal que por bien no venga. Incluso los crímenes y las guerras han sido útiles para que en un momento dado aparezcan ejemplos de civismo, altruismo, orden, bondad, piedad y extraordinaria creatividad e inspiración de manos de individuos que logran apartarse de la mediocridad y violencia reinantes y cambian felizmente la historia y el curso de los eventos. Asimismo, cada suceso forma parte de un cuadro o todo, con su peculiar ritmo, compás, melodía, acento, acorde, escala y guión, y es posible que en las crisis estas pautas cambien por completo repentinamente, sin preaviso, con tal fuerza e ímpetu, que las variables ya no pueden ser las mismas de antes y pareciera que el mundo se hiciera de nuevo, se llegara al Inicio, a la Fuente y al Origen. Cuando suceden estas descargas y ráfagas las energías liberadas son tan potentes, significativas y briosas, tan torrenciales y apocalípticas, que los individuos que las puedan captar, enlazar, asimilar, encauzar y darle una forma coherente, inteligible, útil, adecuada, que contraste con su carácter salvaje e indómito crean escuela y dejan hitos y huellas importantes y claves, como cuando la Primera y la Segunda Guerra Mundiales que obligó a millones de seres en todo el mundo a desear vivir en relativa paz, tolerancia, libertad, hermandad e igualdad. En este preciso momento de la civización estamos en crisis. Ésta comenzó en el Siglo XIX, y debido a eso se han estado liberando y formando primeramente en el campo magnético terrestre y en el Sol y luego en la atmósfera, biósfera, ionósfera, magnetósfera, heliósfera, termósfera y exósfera enormes cantidades y cúmulos cohesionados de fuertes energías centelleantes, radiantes y soberbias que nos están atravesando e influenciando y es mucha la pesca, mucho el amaranto o la pira, que podemos recoger, muchos los Portales y las Merkabas que se pueden transitar. ¡Que Manitú, el Gran Espíritu Omniabarcante de los pueblos algonquinos nos cargue, recicle, afine para la Suprema Hazaña! ¡La Nueva Era!
Es difícil que la razón, es decir, el pensamiento finito, matemática y geométricamente chucuto y conmensurable, aunque metódico, organizado, sistemático, formal, serio, erudito, entienda lo que sólo entiende el satori o santiamén, el poder y logro intuitivo, relampagueante, instantáneo, inmediato, iluminador, milagroso e inconmensurable. Los hindúes hablan de Kalpâs y Mahâkalpâs o ciclos y megaciclos de duración brahmánica prácticamente incalculables y esotéricos. Pero incluso la terminología sánscrita se queda corta. Luego los astrofísicos occidentales y orientales, materialistas y racionalistas, hablan de un Big Bang sin haberse percatado que ha habido más de un Big Bang que la insondable Memoria-K en nuestras células sigue recordando a lo largo de nuestras reencarnaciones porque la Célula y Cédula Real de la cual salieron trillones y trillones y trillones y trillones y trillones de células no tiene principio ni tendrá fin y es anterior a todos los dioses y todas las diosas, todos los calendarios y todas las exégesis, porque es eterna, única, inmanente e indivisible en esencia y por antonomasia. En consecuencia, el objeto de la educación, de la instrucción, de la experiencia en el arte y la ciencia, y en primer y último lugar, de la filosofía empírica que yo sigo, debiera ser vivir, sentir intensamente, la Atemporalidad, la Beatitud o la Felicidad y la Armonía con el Fluir de las Cosas. Esto está al alcance nuestro y lo estará siempre mientras exista un Ser Supremo en las Alturas que mora simultáneamente en cada uno y cada una. Sin embargo, los falsos maestros que nos sermonean desde sus púlpitos pretenden que sólo unos pocos de entre ellos pasan el examen mientras que los demás pobres diablos deben hincarse y barrerles el piso. Así ha sido desde que muchos Maestros Ascendidos decidieron prepararse para la Gran Mutación en curso dejándonos la responsabilidad y el honor de buscar con más libertad, autonomía e independencia el camino de la salvación para que nuestra sangre, sudor y lágrimas le quitaran al planeta buena parte de sus miasmas, males, sufrimientos, síndromes y fardos infectados con kharmas negativos. Esta faena comenzó alrededor del segundo semestre de 1891 cuando Neptuno y Plutón se juntaron y formaron además una conjunción con Aldebarán, la Estrella de la Tableta, el Ojo de Dios, en los grados medios de Tauro con lo cual Diônysos pudo salir de la tumba de madrugada y resucitar, igual a Jesús, Hijo de Dios (o de Deus, en latín, y Zeus, en griego), gracias a la pluma alucinógena y visionaria de Nietzsche, en primer lugar, y, en segundo lugar, de John M. Allegro. Y yo, Takra, digo que: "Cristo fue (es) una mezcla de Apolo y Dioniso". La faena no es otra cosa que el sendero en busca del Dharmakâya: el cuerpo sacrosanto o aspecto de la realidad esencial, absoluta y trascendental, presente en lo más recóndito de nosotros y nosotras, a la espera de una afable sonrisa búdica o de una penetrante mirada al estilo shoshone. Quienes recrearon los Evangelios estaban bien tronos, no eran unos ignorantes. Los Evangelios sinópticos salieron del lado gnóstico y qumránico.
“Nadie sabe nada hasta que deja de querer saber y apenas sabe algo. Esta certitud lo salva de la vanagloria.” Andrés Takra
Con la conmiseración más absoluta. En varias ocasiones he señalado de varias maneras que la actual crisis financiera es sólo la punta del iceberg y que este iceberg posee centelleantes proporciones cósmicas. También, que los poderes sociopolíticos de nuestro planeta serán incapaces de controlar y gobernar los gigantescos cambios o mutaciones en camino y por consiguiente van a tener que contar con la ayuda y socorro de extraterrenas poblaciones celestes. Eso es cada vez más patente. Nuestros gobernantes y parte de nuestras élites culturales (las más comprometidas con el status quo o Establecimiento que son la mayoría) no poseen ni la sabiduría ni el conocimiento cósmico para poder lidiar con éxito con los Huracanes y Tifones que vienen en camino y barrerán nuestra civilización. Para comenzar estos líderes no iniciados no reconocen los peligros que confrontamos sino a medias y creen obnubiladamente que éstos son pasajeros y circunstanciales o accidentales y por nada del mundo se quieren bajar de la mula (de la ignorancia, de la soberbia y del egoísmo). Su error garrafal es no haberse dado cuenta que estos problemas son estructurales y ordenados y si no se ven como tales será imposible que ellos y sus seguidores se puedan adaptar a las nuevas condiciones existenciales que sobrevendrán sin lugar a dudas porque hasta el aire de nuestra atmósfera terrestre será distinto: será más puro, oxigenado y transparente, el día brillará más y la noche destellará más y hasta estará más cerca de la Tierra, lo que hará que aumenten considerablemente las alturas de las masas y los cuerpos y la gente sea más lampiña, más clarividente y clariaudiente, más etérea y soñadora.
También he comentado que la Gran Mutación implica que a la Tierra y la Luna le serán alterados su ADN-ARN pues toda materia o masa es una aglomeración, interconección y enjambre de fotosíntesis en proceso y de ascenso en nuestro caso particular ya que en este punto actual del ciclo terrestre el flujo energético está dejando atrás la turbulenta y atormentadora etapa de putrefacción y negritud que, históricamente hablando, arrancó en los tiempos del faraón Akhenâten y el profeta Moisés cuando mordió polvo el concepto triádico del Tres-en-Uno y el mismo se desterró cuando oficialmente mataron otra vez a Joshua el Salvador solar de las Galaxias Unidas e Interdimensionales. Ya que la señal abierta del Gran Cambio vendrá del lado de Sagitario (nuestro Centro Galáctico) y del Grupo Local de Galaxias (que incluye a nuestra cósmica Vaca/Cabra Lechera), que a su vez recibirá la señal del Supercúmulo de Virgo-Coma, donde la fuerza de atracción es de proporciones descomunales y a su vez recibe ondas de longitud de Universos más lejanos como los Supercúmulos de Hércules, Norma, Centaurus, etc, es imposible que la Tierra no se estremezca a causa del choque de partículas, iones y rayos cósmicos, gamma y X que cruzarán su espectro de frecuencias. Como en una línea semicurva nuestro planeta Tierra recibirá un torrente de partículas y subpartículas atómicas que alterará y modificará su crecimiento y le producirá nuevas probabilidades, nuevos cauces, nuevos deltas. No está en nuestro programa impedir que sucedan estas mutaciones. Están en marcha y basta echarle un vistazo a los últimos acontecimientos surgidos en el campo de la literatura, pintura, física, matemáticas, medicina, salud, medios de comunicación, etc. Nuestro mundo microcósmico está revolucionándose aceleradamente y no se puede detener. Llegamos a la última curva y los humanos que no se monten en este autobús iónico se quedarán atrás. Sus almas pasarán a mundos adaptados a su estado medio evolutivo cuando deban reencarnar. Pero la Tierra ingresará a un plano superior al actual. Marruecos pasará a Nevada. India llegará hasta Colombia y Venezuela. El cristalino Monte Kailash serpentineará hasta el impresionante Monte Roraima. Guru Rinpoché y Sakyamuni se dan la mano como antes y se bañan en renovadores saltos de agua para que la Nueva Era de la Aguadora fluya hacia Apolo de Leo y aterricen masivamentes OVNIS. Hari Om Tat Sat. En un sentido general se puede decir sin duda alguna que la Tierra se está preparando para ser alumbrada y generar una nueva Luna y un nuevo Sol, un nuevo rapport con la Galaxia que la marcará por siglos y siglos. Habrá un rock-and-roll colectivo, bueno, firme, resistente, inteligente, para quienes tengan fé en sus nuevos líderes, los soporten y amen. El amor es sumamente importante porque es la mejor herramienta para sortear todas las dificultades que se van a presentar de ahora en adelante. Como decía mi gurú Henry Valentine Miller, hay que recurrir a la profunda "sabiduría del corazón", si se quiere recibir la inspiración y la iniciación en la Orden de la Estrella de Kepler que después de cada Solsticio de Invierno guía a los Tres Reyes Magos de las Tres Marías. World Fusion Music.
Así que debemos pensar en ley lines o líneas rectas ortocuánticas, que en un primer caso, nos vienen con declinaciones de Ascensiones Rectas del Centro de nuestra Vía Láctea –las Lecherías de un grandioso Puerto de la Cruz Intergaláctica-, en línea directa del Medio del Cielo, que a su vez es vibrado desde otros focos de luz cada vez más remotos diseminados a lo largo y ancho del Kosmos. Como dije en Las Regiones Níveas en los Mundos Superiores: “Con este fantástico propósito colectivo en mente ya está en proceso de formación, construcción, integración y sintonía una Incandescente Cruz Paté Intergaláctica de los Arkángeles [reproducida acá en naranja ocre, el color de shivaítas y los Linga Purânas] que albergará varios millones de constelaciones y masas galácticas que, como en un portaaviones, serán atraídas y aerotransportadas, a velocidad supertachyon, a través de un vasto Firmamento y sobre sólido Piso Astral, constituido, como señalé, por los 4 brazos de la Cruz Pateada (o Céltica), que interconectarán un nuevo Meridiano Celeste con un nuevo Horizonte Celeste, hasta un sitio previamente cartografiado. El centro de la Cruz Paté cae en la intersección de la constelación de Leo, que como sabemos aloja la brillante estrella Regulus, Cor Leonis, Régulo, y las masas espirales de astros como M65, M66, M95, M96, NGC 3628, etc, de la superpoblada constelación de Virgo, una de las zonas más densas, extensas, espectaculares y hermosas del Cielo, donde se balancea la estrella mesiánika Spica o Spika, y del Supercúmulo Virgo-Coma, con supergalaxias y cúmulos globulares, elípticos y espirales, como M49, M53, M58, M59, M60, M61, M64, M84, M100 o NGC 4321, M104, la muy famosa Galaxia del Sombrero, etc. Que M100, en Coma Berenices, se halle en el núcleo de la Incandescente Cruz Paté Intergaláctica de los Arkángeles es una señal de que no sea una falacia, una absurda extravagancia, un esperpento, una ridiculez o una mentira lo que algunos y algunas hemos recibido telepáticamente y en buena hora. Tan sólo somos emisarios y emisarias con buenas nuevas.
“De acuerdo a nuestros cálculos a nivel muy terrestre, nuestro planeta fue definitivamente aceptado e incorporado a esta megaconstrucción celestial a finales del innovador siglo XIX, alrededor de 1891, cuando los transaturninos y lentos planetas Neptuno y Plutón entraron en conjunción y la Tierra fue preparada para alumbrar a muchos preclaros seres de luz de otras dimensiones y mundos habitados, como Tesla, Edison, Marconi, Bell, Einstein, el cual se interesó en las ideas eminentes de ese gran genio avanzado a su época que fue R. Boscovich (1711-1787), que vendrían a acelerar la evolución de nuestro mundo antes de que la Primera y Segunda Guerra Mundiales destrozaran la paz y la estabilidad del orbe. El increíble fenómeno intergaláctico en formación no se ha podido observar a través de los telescopios pues pertenece a una dimensión más allá de la 3D; pero sí se puede mencionar que sólo hubiera podido concretarse cada tantos ciclos completos o revoluciones de Mahâyugas que encompasan varios centenares de millones de años trópicos. Valga decir que para que algo semejante suceda y cuaje perfectamente ha sido necesario que millones de Buddhas, Mesías, Apsâras o Dakinis de nuestro Universo y de otros Universos trabajen al unísono, en armonía singular, con suma prestancia, pericia y precisión. De ahí porqué tantos OVNIS cruzan hoy día nuestros aires, suelos y mares ya que grandes y notables acontecimientos celestes se van a percibir material y extrasensorialmente y es indispensable que nuestra pequeña Tierra no se desvíe del magno propósito intergaláctico y no explotemos nuclear o cataclísmicamente. Será después del futuro reacomodo de nuestros polos geográficos y magnéticos que la Humanidad podrá participar más directamente en este colosal proyecto celeste que nos traerá la visión del Nuevo Mundo.”
¿Qué puede hacer una comunidad para hacerle frente victoriosamente a los retos que se nos vienen encima y nos pondrán a prueba, como cuando hubo que salir de Egipto durante el Éxodo, alrededor de 3.000 y pico de años atrás? Hacer un censo. Hay que saber con quiénes podemos contar en un momento de emergencia, con qué tipos de individuos podemos contar. ¿Qué talentos, qué dones y conocimientos poseen? ¿Quiénes les enseñaron? ¿Dónde estudiaron y perfeccionaron su arte, su ciencia, su maestría? ¿Cuán prácticos son, cuán resueltos, decididos, determinados, osados y valientes son, cuán resistentes, estoicos, firmes y controlados son? ¿Son sus nervios de acero, sus corazones de oro, sus músculos de hierro, sus ideas brillantes? ¿Han templado sus mentes, despertado sus çakrâs, endurecido sus voluntades, refinado sus pensamientos, desarrollado su potencia de amor, robustecido su río de generosidad y entrega? ¿Pueden ver más allá de sus narices, saben oler el peligro, esperar el momento justo para actuar, tomar chances y arriesgarse por los demás, no dejarse corromper, saber escoger y echar pa’ lante pase lo que pase, aunque truene y relampaguee y el mar se ponga bravo, aunque la noche se vuelva muy oscura y hasta indescifrable, aunque el frío les lacere la piel? ¿Saben cómo calmar sus dolores y los de los demás? ¿Reir en medio del trance? ¿Incluso tronarse con pura agua y atravesar las nubes con sus miradas de águila? ¿Guardar la fe y el aplomo? ¿Aguantar sin chistar? ¿Ser perpendiculares en cuerpo y alma como titanes? Quienes se queden acá y como guerreros y guerreras deban enfrentarse a los embates, desajustes, desequilibrios y vaivenes que nos están comenzando a acechar de todos lados, ¿podrán estar a la altura de sus compromisos, ideales, normas y principios? ¿Cumplirán con sus juramentos? ¿Mantendrán el paso cuando muchos otros u otras tiren la toalla, tiemblen de miedo y salgan corriendo, o se queden mudos y paralizados, en el sitio? ¿Podrán mantenerse erguidos mientras todo a su alrededor se caiga a coñazos? Hace tiempo que mi espíritu, calentado por el Gran Espíritu del Sol, me viene diciendo que los Libros Sagrados no mentían y si han exagerado a ratos es para que no sigamos durmiendo como troncos y nos pongamos en sintonía, alertas, astutos como culebras y mansos como palomas, nos contactemos unos con otros y establezcamos un plan creíble, un trazado, que nos permita salir de la oscuridad y conduzca a la luz, nos ponga de pie, nos ponga alas en los talones, nos refresque la mente, nos saque del estupor, la idiotez, la estupidez y la imbecilidad, la fatuidad y la vanidad, y de una vez por todas nos encamine y no nos desvíe del sendero que lleva a la fortaleza del Bastión, al Gran Fuego de la Purificación, a la Estrella que no explotará en miríadas de fragmentos y nos podrá guiar a puerto seguro. Om Namo. ¿Qué más puede pedirse a las Nuevas Generaciones? Que de una vez por todas se quiten las vendas que cubren sus ojos, los tapones de cera que bloquean sus oídos, los esparadrapos que los enmudecen y no los deja percibir que algo no está bien en el ambiente. No podemos esperar que la avalancha nos trague, nos sepulte y nos vuelva añicos. Hay que reaccionar y tomar buenas y efectivas medidas una tras otra. Para comenzar, hay que hacer un censo, conectarnos, unirnos, autoayudarnos, evaluarnos y examinarnos, darnos la mano, cerrar filas, cantar juntos a todo pulmón, porque esto es una guerra: habrá que librar una serie de batallas heroicas para no volver a la Edad de Piedra, de Hierro o de Bronce, y como en otras oportunidades no quedarnos de brazos cruzados porque no supimos que había que saltar muy lejos para que no nos alcanzara el Coco, el Demonio, el Energúmeno. Cada época tiene sus enigmas, sus secretos, su clave: la nuestra es que llegó la Hora Cero cuando vamos a dejar de ser colectivamente simplemente humanos, demasiado humanos, para tornarnos superhombres y superhembras. ¡Y esto no está sólo en las comiquitas y las películas, es un capítulo de la vida real, más que real, que nos han ido anticipando varias décadas atrás, cuando dejamos de ser monosílabos y nos pusimos, como quería Steve Jobs de Apple: veloces, creativos e imaginativos! ¿Sabremos leer los mensajes dejados en todas partes por Entidades y Elementales? Ojalá. ¡Con tal que no le fallemos a Dios y a la Virgen no habrá lugar para el arrepentimiento! Love from Cybertribe and B-Tribe.
Punto Cero y Concha. Visión del Autor. Caracas. 1997.
viernes, 14 de noviembre de 2008
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