Logosofía 1. Dentro de cada hombre hay una mujer y dentro de cada mujer hay un hombre. La real androginia es esa: a falta de un hermafroditismo orgánico, material, completo, autónomo e independiente, al dividirse los sexos, en la Noche de los Tiempos, en machos y hembras separados por completo, la Naturaleza-Una inventó a Eros o Amor para que los sexos no se abandonaran, no quedaran irremisiblemente divorciados y aislados o ajenos uno del otro. En vista de lo cual Dios codificó el OM: el placer sexual y sensual, el amor erótico-eufórico-extático-fantástico, para que las mujeres y los hombres se buscaran, se encontraran, se conectaran, ligaran y fusionaran espiritual, mental, sensorial, psíquica y físicamente, y la Evolución siguiera de manera perpetua, refinándose, sublimándose, exaltándose y glorificándose, hasta lo inimaginable. La hierogamia o teogamia, la sacrosanta unión en el matrimonio, libre, buena, pujante, real, por parte de una pareja que se ama y adora, es no sólo una función natural y deseada, sino un estado de conciencia cuántica que se debe proteger y estimular para que la Unión Fermentada de las Especies Vivas siga encendida y poderosa, al margen de cualquier caos, crisis, interrupción, accidente, bien sea de origen humano o cósmico, pues la Obra de Dios, indestructible y perenne en esencia, lo deben tener presente y conscientizarla además los incontables Hijos e Hijas de Dios. Y la verdad es que la religión es la indicada para que el conocimiento de la Logosofía se conozca ya que el conocimiento místico de lo sensual, sexual, erótico y libidinoso, en otras palabras, de lo tántrico, sea considerado como el móvil más adecuado, sencillo, plano, directo, veloz, digital y virtual, para adquirir sabiduría universal, poderes psíquicos, absorber, guardar, acumular, derrochar fuerza, vigor, resistencia, fortaleza y estabilidad emocional, mental y fisiológica, tanto por parte de la pareja de amantes como de su entorno social inmediato y no tan inmediato. Ya que la lujuria bien entendida es la mejor cura contra el Mal. Y eso lo sabía yo por instinto y razonamiento, a los 19 años, al inscribirlo en El Orgasmo de Dios.
Ahora bien, el culto al erotismo sagrado no es hoy lo que debería ser, ni de lejos, porque todas las religiones monoteístas y exageradamente masculinas que han regido a la Humanidad en estos últimos milenios –luego del hundimiento de Atlantis y de Mu- lamentablemente echaron para atrás el reloj del progreso y de las virtudes verdaderas y diáfanas. Pero este ciclo negro, infernal, putrefacto, está por terminar. A medida que nos acerquemos a la Era de Akuario-Leo la sociedad se reencontrará con sus raíces atávicas, estelares, eternas y poderosas, y podrá continuar de nuevo por los senderos del Bien, del Amor, de la Luz y de la Paz en su Justa Armonía, ya que podrá compenetrarse, empatarse, untarse y regocijarse en y con la savia fecunda y regeneradora del tronco común, real, universal y divino, que sus sabios Antepasados Celestes querían que conociera al pie de la letra y que debido a causas mayores, todas catastróficas y astrales, hubo de abandonar por un espacio de tiempo que ha resultado ser bastante largo. Desde mis tiempos de adolescente curioso, a partir de los 18-19 años, mi entusiasta devoción por la Belleza y la Voluptuosidad arrebatadoras del Eterno Femenino no ha decaído. Sigo siendo el mismo joven que adora, venera y ama con locura a la Mágica y Salvaje Gran Diosa, y es en el arte y en la erudición cosmopolita donde he podido hallar canales de entrada sutiles e idóneos, placenteros y estimulantes. Por eso, pinto tanto. También, por eso, termino cansándome de las mujeres cuando se degeneran y convierten en medusas desmedidas, alejándose del aspecto angelical de la Gran Madre. Retomando el tema ya expuesto, es mucho lo que debo detallar y profundizar en lo escrito hasta la fecha sobre este tópico tan importante y crucial. Pienso que el matrimonio es muy bueno y necesario, si la pareja practica el arte y la ciencia del Tantrâ o Erotismo Sagrado todos los días y todas las noches de su vida en común: así el resto de la sociedad se impregnará de su gran y potente amor y la dicha, la creatividad y el equilibrio en su justo y organizado orden y transparencia se multiplicarán infinita e inextinguiblemente. Hay que entender que debido a las distintas capas, mantos y niveles dimensionales, presentes en el Megacosmos de 1 o Uno, del cual es parte el planeta Tierra, no todo es color de rosa. El Bien y el Mal coexisten hasta las primerísimas subfases de la poco egoica Quinta Dimensión -aunque últimamente estoy por creer que es en la última subfase de la Cuarta Dimensión que el Mal termina siendo decapitado por la espada flamígera. Quizás hayan todavía algunos residuos en el primerísimo nivel de la 5D. Es lo mi experiencia me indica.
Por ejemplo, si es cierto que dentro de cada mujer hay un hombre (animus), eso explica porqué ningún líder espiritual, aunque sea un Mesías e incluso un Khristos, o el expositor de una avanzada doctrina místico-religiosa-político-social, logrará llevar a cabo su misión si no está empatado sexualmente con una tronco de mujer que le insemine o inyecte (son las palabras adecuadas y perfectas) la superenergía macha, vitalista, penetrante, erecta, fulgente, que su femenino interno (anima) necesita y adolece y sin la cual él no es nada, desde los puntos de vista cualitativo y cuantitativo a nivel de espectro o aura. Su estrella y su estela se las deberá a su mujer y a las mujeres en general. En consecuencia, la mujer es tan importante en la vida de la pareja. Ella sola puede destruir o construir, incluso reconstruir, a un hombre, mientras que el alcance del hombre solitario es más reducido, aunque a primera vista no parezca así, pero es porque los hombres se contraen más, son más cerrados, esconden sus verdaderos sentimientos, y esta contracción muy dolorosa se vuelve crónica y hace que mueran más rápido y estúpidamente. Un jefe religioso es débil, demasiado vulnerable, si no tiene su pareja, o Shaktî, al lado, porque él, por sí sólo, por ser tan femenino y permeable internamente (inspirado, carismático, imaginativo, soñador, idealista, creativo y generoso intelectualmente) necesita la energía sutil, vigorosa y potente de una buena puta en su cama, todas las noches, todos los días, repetidamente, para cargar las baterías y seguir esclareciendo, iniciando y conduciendo a los demás. La verdad es simple, barata, clara, transparente y traslúcida. No verla y aceptarla es absurdo y además altamente negativo. Ahí estriba la razón porqué los tiranos, los déspotas, los dictadores, los psicópatas, los seres malos, vengativos, egoístas, traicioneros, crueles y desquiciados son misóginos o impotentes, pues odian a la mujer como símbolo real del poder más grande que haya en la Creación: el Gran Don de la Energía en Cascada y del Efecto Multiplicador, Ondulante y Resonante de la Energía Cósmica, una de cuyas runas o representaciones significativas es el jadeante orgasmo múltiple que todas las mujeres tienen en potencia en su almacén neuro-endocrino, pero que los hombres, aunque muy viriles, osados y valientes, no poseen por razones que la Naturaleza dispuso por siempre. Como reza un viejo adagio chino, la mujer es el poder detrás del trono y el horno de la Casa de mi Padre y mi Madre, que están en todas partes pero sobre todo en mi corazón y alma.
viernes, 3 de octubre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario